Vuela Alto, Zopi
“Hay dos cosas a tener en cuenta en la muerte de Zopi. La primera es que no vivió el final como una derrota: creyó que, gracias al tratamiento, había ganado dos años de vida que le permitieron lograr muchas cosas. Por eso no quería que las personas desistiesen de tratarse el cáncer, porque creía que siempre valía la pena luchar por la vida y ganar así tiempo. La otra cosa es cómo aplicó durante su tratamiento todo lo aprendido en el ciclismo, sobre todo en ruta. No pensar en la meta, sino concentrarse en cada metro siguiente. Aprender a sufrir. La disciplina necesaria para seguir un tratamiento tan complicado”. (FOTO: AARON BORRÁS)