"Nací hace 39 años en Ciudad de México, y soy diseñadora editorial e ilustradora autodidacta. Antes me movía en moto pero sufrí un accidente muy grave, y fue la bici la que me sacó de la depresión. Un amigo me invitó a rodar con un grupo ciclista, prometiéndome que me divertiría y, desde esa noche… Todo cambió. Ya no suelto la bici ni visualizo mi vida sin ella".
"El transporte público me genera ansiedad y estrés: ya antes de la pandemia me costaba mucho depender de los atascos o imprevistos para organizarme, y además últimamente todas las horas son hora punta en CDMX. En bicicleta, no: sé cuándo salgo y cuándo llego. Me siento libre. Me muevo con velocidad. Y me siento más segura que cuando iba caminando o en moto".
"Me gusta rodar por toda la ciudad pero, aunque no soy fanática de las ciclovías, agradezco que existan, sobre todo para quienes están empezando a pedalear. Eso sí: muchas parecen una broma, porque son diminutas y están muy mal concebidas. Son más una trampa que un carril bici. ¿Mi lugar favorito? El bosque de Chapultepec, un lugar maravilloso donde rodar tranquilamente e, incluso, acampar y hacer picnics".
"A mi perro Mateo le encanta rodar conmigo, y le llevo en una mochila Chrome de bicimensajero. No le gusta ir corriendo a mi lado, ni viajar en una cesta, y como me gusta moverme con él y la bici es mi única forma de transporte… ¡Tenía que encontrar el modo! La mochila fue la solución: cargaba con él en casa para que se acostumbrara, y ahora lo disfruta mucho. Es increíble ver su cara de felicidad, olisqueando durante todo el camino, y así llevamos más de ocho años".
"Hago fotos desde la universidad. Antes iba con una cámara profesional, pero ahora uso mi iPhone. Tras la pandemia tuve que regresar al horario de oficina normal, y fotografiar mis trayectos en bici me sirve para huir de la rutina y despierta mi creatividad".
"Que las fotos tengan color te distrae" (Sofía Soto)
"Siempre me gustó el blanco y negro. Me encantaba hacer fotos analógicas, el proceso de revelarlas… Era algo muy potente y que, de algún modo, conserva el B/N. El que las fotos tengan color te distrae".
"No sé muy bien el motivo, pero las sombras siempre me han llamado la atención. Un día, pedaleando, me fijé en mi propia sombra y, desde entonces, siempre que salgo busco las de los perros, el mobiliario urbano o, claro, mi bicicleta. Las compartí en Twitter y… ¡a la gente le encantan!"
"La bici ha crecido mucho en Ciudad de México, sobre todo desde la pandemia. Se ve rodar personas mayores, muchos bicimensajeros, mamás con sus chavos en un portabebés o Godínez (oficinistas) en traje. Las ciclovías también están llenas de usuarios de Ecobici, el sistema local de bicicletas compartidas, y se han multiplicado los grupos nocturnos, que enseñan a moverte por la ciudad quitándote miedos e incertidumbre. Cuando lo pruebas, te gusta. Es muy difícil dejar de moverte en bici porque engancha".