Es cierto: no todo el mundo tiene más de 6.000 euros para invertir en un vehículo particular. Tampoco todo el mundo dispone de un espacio en su casa, o en su lugar de trabajo, para estacionar con comodidad y seguridad. Y, por supuesto, tampoco todo el mundo necesita una capacidad de carga excepcional. Y, sin embargo, las calles de las ciudades están llenas de coches… ¿Por qué?
Esa es la pregunta… ¿Por qué? ¿Por qué vemos como algo normal gastarse miles de euros en un coche, y después añadirle toda una retahíla de elevados y recurrentes gastos, y nos parece descabellado adquirir un vehículo como esta Riese & Müller Load 75 Touring? Deben ser prejuicios. Las viejas costumbres. El peso de la tradición. Pero tiempo al tiempo: máquinas como esta ya están llenando las ciudades de otros países. Y cuidado, porque si la pruebas… Muchas de tus ideas preconcebidas van a saltar por los aires, y quizá (ojalá) te atrevas a dar el salto.
Salto de calidad. Eso es la Riese & Müller Load 75 Touring, una bicicleta eléctrica de carga que, en estos momentos, simboliza el ‘state of the art’ del sector de las cargo bikes. No es, por suerte, la primera vez que nos ponemos a los mandos de una Riese & Müller, toda una referencia en el campo de las e-bikes y, probablemente, el “enemigo a batir” en el nicho de las bicicletas de carga. Tampoco es la primera cargo bike de esta marca que tenemos en casa. Pero no importa: cada vez que podemos disfrutar de ellas (esta vez gracias a la colaboración de 3ike, una tienda que deberías conocer si estás cerca de Madrid y te interesan estos vehículos) todas nuestras convicciones y admiración… se refuerzan.
Vamos por partes. Primero, para los recién llegados, presentemos este modelo. La Riese & Müller Load 75 Touring es una bicicleta de carga con asistencia eléctrica, equipada con motor Bosch, suspensión total y, en este caso, con distintos accesorios para transportar niños (en este caso dos), como un sillín doble y una capota para protegerles de la lluvia, el viento o, simplemente, la tierra o piedrecitas que encontremos por el camino. También, para contextualizar, decir que el precio de la unidad probada es de 7.122 euros (6.309€ de precio base, al que sumar 813,80€ de equipamiento opcional).
Pero después hablaremos del precio. Del equipamiento. De las características técnicas. Porque, y ya para terminar con la presentación, diremos que la Load 75 mezcla, probablemente, lo mejor de cada medio de transporte. Porque es eficiente, divertida, saludable y económica (sí, económica), como solo puede serlo una bicicleta (con la que no hay que pagar seguros, ni impuestos de circulación, ni gastos de ese tipo). Pero también es rápida, ágil y deportiva como una motocicleta. Y, muy importante… polivalente como un coche. Por que, ¿sobre qué otro vehículo podríamos transportar hasta 200 kilos de peso, o hasta tres niños?
En la Riese & Müller Load 75 podemos transportar, con comodidad y seguridad, a tres niños, que disfrutarán tanto como nosotros de cada trayecto.
Tres niños (en este caso dos, porque el sillín era el doble), a los que si preguntamos nos dirán, con total seguridad, que apostemos por la bicicleta. Porque solo en ella viajarán tan divertidos, se sentirán tan en contacto con el entorno y, por supuesto, tan únicos y especiales como en esta cargo e-bike. Porque, señores… ¿Qué gigantesco todoterreno llama ya la atención en la puerta de un colegio? ¿Qué descomunal coche supone, a estas alturas, algo disruptivo, rompedor y… sostenible? Ninguno. No hay forma más humana, solidaria y accesible de transportar a tus pequeños a cualquier lugar que en una bicicleta.
Y, ahora, vamos con todas las características de este modelo. La Riese & Müller Load 75 puede elegirse en color gris mate (la unidad probada) o blanca. Cuestión de gustos, aunque tenemos muchas ganas (¡que sea la próxima!) de probarla en blanco, porque el negro nos parece, quizá, demasiado imponente y formal, sobre todo considerando que esta unidad incorporaba paneles laterales y la capota. Pero vamos repasando las opciones para intentar ayudaros a configurar vuestro modelo ideal. Lo dicho: gris oscuro (casi negro) o blanco, cuestión de gustos. Siguiente punto en la configuración: el display que controla el conjunto eléctrico. Nosotros teníamos el de serie, el Bosch Intuvia con el que ya nos hemos cruzado en distintas e-bikes y que nos parece irreprochable. Ofrece toda la información necesaria, se ve perfectamente en cualquier circunstancia y no hay nada que reprocharle al control de asistencia, ubicado a la izquierda del manillar. Para quien quiera más exclusividad, quedan dos opciones: el llamado Smartphone Hub (con un sobreprecio de 101,90€, que permite una mayor interacción con el teléfono móvil y manejar más parámetros, sobre todo relacionados con la ruta y aspectos deportivos) y el Nyon (304,90€), que añade todavía más funcionalidad y, además, es táctil. Personalmente, me basta y me sobra con el Intuvia de serie.
Siguiente (y fundamental) aspecto en la configuración: la batería. Con algo hay que alimentar al motor eléctrico (del que hablaremos después), y aquí Riese & Müller incorpora la Bosch Powerpack 500 Wh, que actualiza anteriores versiones con un 25% más de capacidad a cambio de un peso algo superior (diferencia mínima). La habitual pregunta sobre la autonomía implica la clásica respuesta (depende de las subidas que afrontemos, del peso que transportemos o, por supuesto, del grado mayor o menor de asistencia que exijamos), pero es cierto que en una bicicleta con este peso, que generalmente irá muy cargada, y a la que pediremos un ritmo de marcha elevado (el dinamismo del modelo así lo exige, como explicaremos después), el alcance de la batería difícilmente superará los 45 kilómetros.
Y, claro, es por eso por lo que la marca ofrece una segunda batería. Es la llamada Dual Battery, que pone a nuestra disposición 1000Wh y permite doblar la autonomía. Un tema interesante… ¿dónde va alojada esa batería? La primera va en la parte inferior del cuadro, entre nuestras piernas, mientras que la segunda se ubica en la parte izquierda de la zona trasera de la caja. Estéticamente, apenas se percibe. En cuanto al peso… Pues tampoco demasiado. En esta unidad no venía incluida esa segunda batería, pero sí en un modelo que probamos hace un tiempo. En todos los casos el sistema es silencioso, y casi no sentimos el zumbido del motor. Y, esto es mencionable, la bicicleta tiene un sistema inteligente que “chupa” la energía de ambas baterías al mismo tiempo. ¿Qué significa esto? Explicado de forma muy simple: que, en lugar de “gastar” primero una, y después otra (lo que multiplicaría los ciclos de carga de la primera, o nos obligaría a ir alternándola para equilibrar la vida útil de ambas), el consumo y por lo tanto longevidad de ambas es el mismo. ¡Bien pensado!
¿Es, pues recomendable, invertir 915€ en ese DualBattery 1000?Pues… cuestión de gustos. Si vamos a hacer cada día una media en torno a los 40-50 kilómetros, sí. Porque así nos aseguramos no vivir sobresaltos ni angustias. Porque así podemos enfrentarnos a “aventuras” más largas y salidas mucho más lejanas. Pero si no queremos invertir dinero en eso… Pues siempre podremos regular y dosificar mucho más la asistencia, hacer más esfuerzo con las piernas (que, dicho sea de paso… ¡para eso están!) y conformarnos con la batería que viene de serie. Eso sí, pensadlo bien, porque una vez elegida una de las dos opciones será más difícil echarnos atrás.
¿Seguimos con la configuración? ¡Por supuesto, nos encanta! Aquí la unidad probada era el tope: paneles laterales bajos con capota infantil (609,90€). La versión de serie puede quedarse un poco corta en cuanto transportemos objetos que, sencillamente, habrá que “atar” con pulpos o algo similar. Los paneles laterales bajos (81,90€) evitan que esos bultos se salgan por los lados. La misma opción, pero con lona incluida (254,90€) protege además la carga de la suciedad o la lluvia, y desde luego es muy elegante. Si queremos un extra de robustez y seguridad está la lona hardcover, atornillada, con llave, y que puede abrirse parcialmente en el caso de transportar niños.
Queda para el final la opción de nuestra unidad, que transforma la Load 75 en una especie de nave espacial gracias a una capota negra. Dentro de ella, nuestros pequeños pasajeros irán protegidos de todo el exterior: del frío, de la lluvia, del viento, del barro, de las piedras… de todo. Pero ojo: eso no significa que estén aislados, ya que hay varios paneles de plástico transparente que les hacen ver perfectamente el exterior. La capota no es lo más sencillo del mundo de quitar y poner, pero si llega el verano y queremos prescindir de ella tampoco es demasiado complicado. Y, como solución intermedia, podemos recoger los laterales y engancharlos a la parte superior, lo que permite que corra el aire y entre mucha más claridad. ¿La mejor opción? Aquí si que depende de cada necesidad. Pero en mi caso, con dos niños y usando esta bicicleta los 365 días del año (algo nada difícil… ¡es una gozada!), recomiendo adquirir la capota y no estar pendiente de las condiciones climatológicas para usar o no la bicicleta.
¿Más accesorios? ¡Los hay! Y estos están muy relacionados con los pasajeros que queramos transportar. Vamos con ellos: banco con dos asientos infantiles (203,90€), ambos con cinturón de seguridad y, dados los kilómetros que hemos hecho con pasajeros, muy cómodos, ya que no hemos recibido ni una sola queja. Tres sillas infantiles con espacio para los pies (559,40€), lo probamos en una Load 75 anterior… y funcionó. Si tienes tres hijos, es la solución definitiva. Si tienes dos… quizá valga la pena para transportar a algún amigo, porque te van a sobrar candidatos/as y tus hijos viajarán todavía más felices y orgullosos del vehículo familiar. Y la última opción, tres sillas infantiles con espacio para los pies y portabultos delantero (660,90€)… no la hemos probado. En principio aporta todavía más versatilidad, al permitir usar un cajón cuando el asiento delantero (el que va en sentido opuesto a la marcha) no esté ocupado. Cuando tengamos oportunidad de probarlo… ¡ya os contaremos!
Hay, por último, una serie de accesorios opcionales para terminar de personalizar nuestra Load 75. Son la llamada Opción GX (50,90€), que equipa unos neumáticos Schwalbe Smart Sam Plus orientados a aquellos que vayan a circular, con frecuencia, por vías en mal estado. La siguiente opción va orientada a la seguridad, cuesta 50,90€ e incluye dos sistemas antirrobo: uno de cuadro, un Abus Shield que bloquea la rueda trasera (e imposibilita, prácticamente, mover la bicicleta considerando su peso), y un candado de cadena también Abus, que además viene con una bolsa incluida para facilitar su transporte. Nuestra recomendación es adquirir el conjunto: su precio, dentro del presupuesto total de la compra, es irrisorio, y nos aseguramos casi al cien por cien de que nuestra bicicleta no será robada. Hay un hecho muy destacable: ambos candados y la batería comparten llave, lo que multiplica no solo nuestra seguridad sino, también, la comodidad. La última opción (que nosotros sepamos) es el portaequipajes trasero Load, con un precio de 132,90€. Con la cantidad de espacio que tenemos delante puede parecer innecesario, pero, aunque no lo hemos probado… Tampoco nos parece mala opción. Si llevamos a dos o tres niños delante es probable que no sobre espacio, y nunca está mal, si hemos de acarrear alguna mochila, tenerla a mano en la parte trasera. Pensar en esta súper bicicleta con todo ese espacio de carga… ¡Hace que nuestra cabeza dé vueltas pensando en todo el partido que le podemos sacar!
Para concluir con este apartado, una reflexión sobre las edades de los niños a transportar. Mis hijos han viajado varias veces en este tiempo en distintas Load 75, y tanto con tres como con ocho años han viajado muy a gusto. Según la edad hay que emplear algo de tiempo en ajustar los cinturones, pero una vez puestos, el sistema transmite una seguridad absoluta y, por su parte, comodidad total. Es decir: con este vehículo, no es descabellado pensar que podremos transportar a nuestros hijos durante bastante más de un lustro, recorriendo suficientes kilómetros como para amortizar sobradamente la inversión. Y, si la cuidamos… ¿creéis que será difícil encontrar a alguien interesado en comprárnosla?
Durante muchos, muchos párrafos, hemos analizado la Riese & Müller Load 75… en parado. Toca hacerlo, ahora en movimiento. Por supuesto, lo primero que hay que considerar es su peso y tamaño. De serie, hablamos de una maquina de algo más de 37 kilos y más de dos metros, lo que unido a la capota que tenía la unidad probada le da una apariencia, evidentemente… muy voluminosa. No nos engañemos: de primeras, la Load 75 puede llegar a abrumar. Sin embargo, y lo hemos visto en primera persona, es tan atractiva, genera tanto interés… ¡que todo el mundo termina probándola!
Y tan difícil no debe ser manejarla, porque no hemos tenido que lamentar ninguna caída. La marca lleva muchos años desarrollando sus bicicletas de carga, y a día de hoy están tan perfeccionadas que, con un poco de práctica, cualquier ciclista con un poco de experiencia puede usarlas sin dificultad. Algo que por supuesto facilita su geometría, muy cómoda, con la que cualquier persona sin importar su altura puede sentarse con mucha comodidad (algo a lo que ayuda, claro, la potencia delantera ajustable en altura e inclinación, que combinada con el sillín regulable en altura nos permite encontrar la posición perfecta). Como no podía ser de otra forma, el tacto de cada uno de sus mandos transmite calidad y fiabilidad, y bastan unos segundos para sentirnos preparados para empezar a rodar.
Quizá sea mejor empezar por el nivel de asistencia Eco (hay otros tres: Tour, Sport y Turbo) para no “abrumarnos” con el empuje del motor, aunque es cierto que en esta bicicleta todo es tan suave y progresivo que hasta esa asistencia siempre resulta agradable. Pero lo más destacable en cuanto a esa suavidad es, como no podía ser de otro modo, la amortiguación total que ofrece. Porque sí: la Riese & Müller sigue distinguiéndose por su llamada Control Technology, que combina la horquilla delantera Suntour Mobie A32 con el amortiguador trasero X-Fusion Glyde para aislarnos, casi por completo, de cualquier imperfección del terreno.
Si hace poco hablábamos de la agilidad o deportividad de la también magnífica Bergamont Cargoville LJ, ahora es turno de elogiar el confort absoluto que da la Load 75, que nos transporta de un sitio a otro con un perfecto equilibrio entre seguridad, diversión y comodidad. La suspensión delantera hace que no sintamos la carga, pero que tampoco los pasajeros perciban, casi, los baches. Pero es que la conjunción con la suspensión trasera nos hace, directamente… flotar. Pero no alejándonos del suelo o quitándonos placer y sensibilidad, sino más bien sobrevolando y corrigiendo baches, agujeros o badenes. Es una sensación difícil de explicar, y que como mejor se puede percibir es… probándola. Porque, de verdad, es fascinante desplazarse sobre una máquina con tanto peso, y con tanta carga, y sentirse ligero. Una vez más… ¡Ingenieros de Riese & Müller, felicidades por haberlo logrado!
Aunque, claro, idónea para calles anchas y perfectamente asfaltadas, esta doble suspensión hace a la Load 75 perfectamente válida para casi cualquier terreno. Y pronto su (afortunado) usuario lo va a comprobar: al menos en mi caso, la exigencia fue alta, y sometí a mi máquina a terrenos pedregosos, a atajos embarrados, a recorridos casi impracticables en los que siempre la Load 75 salió airosa. Por supuesto, el principal inconveniente es su peso, y quizá el hecho de no haber pagado por ella me hacía ser algo más intrépido, pero la experiencia me sirvió para corroborar, de primera mano, la calidad y resistencia de cada uno de sus componentes.
Dada la longitud de este texto, solo queda preguntarnos… ¿esto es una prueba, una novela… o una declaración de amor? Quizá un poco de las tres cosas: en todo caso, queda ir concluyendo. No hay mucho más que decir de su motor Bosch Cargo Line Cruise Gen4 (con asistencia al pedaleo de hasta el 400 %, un par motor máximo de 85 Nm, asistencia a la frecuencia de pedaleo de hasta 120 rpm y un tamaño bastante reducido, quedando perfectamente integrado en la parte central e inferior del cuadro), que combina a la perfección con el cambio Shimano Deore XT de 11 velocidades. Ojo: hay más opciones. En cuanto al motor, puede elegirse la versión Load 75 HS, una speed e-bike con asistencia hasta los 45km/h en vez de los 25km/h habituales (entra aquí si quieres saber todo sobre estas bicicletas todavía bastante desconocidas en España, y sobre las que estuvimos hablando largo y tendido, precisamente, con el responsable de Riese & Müller en España). Y en cuanto al cambio, la marca ofrece otras dos opciones, un Enviolo 380 de buje progresivo y transmisión por correa o, como tope de gama, el Rohloff Speedhub 500/14 de catorce velocidades y también transmisión por correa. Hay fanáticos de estos dos últimos cambios (que, desde luego, son magníficos), pero en mi opinión el sistema básico ya da un rendimiento excepcional, permite disfrutar de todo el potencial de la máquina y, además, funciona con total precisión.
La mezcla del motor Bosch Cargo Line Cruise Gen4 con el cambio Shimano Deore XT de once velocidades da un rendimiento excelente.
Ya para terminar, remitirnos a algunos accesorios de seguridad que están a la altura de lo esperable. La luz delantera Supernova M99 Mini Pro ofrece una luminosidad excelente. La luz trasera Supernova M99 Tail Light es, también, luz de freno, lo que aumenta notablemente nuestra seguridad y equipara con cualquier otro vehículo que circule por la calzada. Los frenos Tektro TRP C 2.3 Cargo son más que suficientes para el peso que debemos manejar, y durante muchos kilómetros, y con todo tipo de cargas, han respondido simplemente a la perfección, transmitiendo una confianza absoluta y ningún agotamiento.
Cada cierto tiempo probamos una de estas bicicletas de carga Riese & Müller Load 75, y seguimos sin encontrarle ninguna pega. Ni su batería, ni sus componentes, ni el conjunto nos han dado, nunca, el más mínimo problema o disgusto. Tanto el motor como la batería responden a la perfección. Cada metro rodado sobre ellas es un placer; todo desplazamiento se hace corto. Por supuesto: ojalá fueran más ligeras o, pensaréis, más baratas. Pero la solidez, calidad, robustez y fiabilidad de todos sus engranajes obligan a este presupuesto. Lo hemos dicho mil veces: un coche como, por ejemplo, un Smart fortwo eléctrico supera los 24.000 euros, sin contar con el seguro o el impuesto de circulación, y nadie se lleva las manos a la cabeza. Casi cuatro veces más, y en él no podemos llevar a tres niños y, en cuanto a volumen de carga, apenas hay diferencias. Basta alejarse de ideas preconcebidas para contemplar propuestas como esta Riese & Müller Load 75 con otra mirada, la misma que las ha convertido en un vehículo relativamente habitual en las calles de muchas ciudades del mundo. Y, una vez más, os invitamos a resolver cualquiera de vuestras dudas o bien a través de la marca o, directamente, preguntándonos a nosotros (contacto@ciclosfera.com). Nuestra revista de invierno de 2020 era todo una declaración de amor a estos vehículos, una expresión que, más allá de campañas publicitarias, es absolutamente sincera. ¿Cambiamos el mundo entre todos?
Prueba de la bicicleta eléctrica de carga Riese & Müller Load 75 Touring
Durante varias semanas probamos la que, probablemente, es la bicicleta eléctrica de carga más lujosa del mercado. Una máquina que lleva el concepto "bicicleta" a otra dimensión, donde no solo puede competir por versatilidad con un coche sino que lo supera por su polivalencia, diversión y salubridad.
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Estética
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Confort
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Acabados
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Dinamismo
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Calidad/ Precio