Boquiabiertos. Estupefactos. Y, después de darse con ella una vuelta, enamorados. Así se han sentido todos los que, durante más de un mes, hemos tenido la oportunidad de probar hasta la extenuación la Riese & Müller Load 75 Touring, una bicicleta de carga, en el caso de nuestra unidad, muy equipada para un uso familiar. Y así ha sido: hemos ido con ella a la guardería, la compra, todos los parques habidos y por haber… En resumen: cualquier excusa era buena para salir a pedalear con ella, satisfaciendo de forma más que sobrada todas las expectativas creadas.
En primer lugar, puede ser conveniente explicar qué este vehículo (llamarla bicicleta es quedarse corto). Hablamos de una máquina sobre la que podemos transportar a tres niños con total seguridad, equipada con un motor eléctrico de altísimo rendimiento (en concreto, el Bosch Performance CX), suspensión total, doble batería y, claro, un precio elevado que arranca desde los 6.329€ y que, en el caso de la unidad probada, ronda los 9.000€. Una bicicleta de carga con una aspecto a medio camino entre una nave espacial y, sí, una motocicleta, pero casi tan manejable como una bici, desde luego tan divertida como ellas y, eso sí, capaz de sustituir a un coche.
“La Riese & Müller Load 75 Touring es casi tan manejable como una bici… y capaz de sustituir a un coche”
Porque eso, su polivalencia, es el primer y gran aspecto a destacar de esta Riese & Müller Load 75 Touring. Si queremos transportar niños (lo hemos hecho a diario), tenemos la opción de llevar a tres (dos sentados en la misma dirección que la marcha y otro frente a nosotros), todos con cinturón de seguridad y de hasta, aproximadamente, 1,30 metros de estatura. Si lo que necesitamos es transportar bultos, no hay problema: la Load 75 Touring puede cargar con hasta 200 kilogramos de peso, pudiendo desmontarse la capota opcional en caso de tener que acarrear paquetes voluminosos. Y si, por casualidad, quisiéramos hacer deporte, salir de excursión o simplemente dar un paseo, los frenos de disco hidráulicos, doble suspensión o cualquiera de los componentes de altísima calidad hacen de cada pedalada un placer.
En mi caso, he hecho de todo con ella. A diario he llevado a mis dos hijos (de 6 y 4 años, pero bastante altos e inquietos) sin ningún esfuerzo ni complicación, viviendo todos una experiencia, más que divertida, apasionante. En un primer contacto, reconozco que puede impresionar el volumen y peso de la bici, pero en el acto uno siente que se mueve con seguridad. ¿Lo mejor? Usarla para casi cualquier cosa, recados o gestiones, y corroborar que, por ejemplo, es una máquina perfecta para hacer la compra gracias a su enorme capacidad de carga y virtudes que convierten lo que sería una tarea aburrida en un placer.
“Durante semanas la hemos usado para transportar a dos niños o hacer la compra gracias a su agilidad y capacidad de carga”
Esa es la clave de la Riese & Müller Load 75 Touring: su sorprendente capacidad de cambiar nuestras vidas. Al verla, más de uno te dirá que, por ese precio, puedes comprarte un utilitario (algo que no es del todo cierto: un Suzuki Celerio, un Dacia Sandero o un Seat Mii están en torno a los 8.000 euros a los que, por supuesto, habrá que sumar todo tipo de impuestos, seguros y gastos de mantenimiento. Pero, evidentemente… ¿con cuántos de estos coches podrás sentir el aire fresco en la cara, disfrutar del buen tiempo (y por qué no, también de un poquito de lluvia), aparcar en la misma puerta de tu destino, hacer el ejercicio que quieras (prueba a pedalear sin asistencia y ejercitarás tu cuerpo de una forma extrema) y, sobre todo, saber que te estás desplazando de una forma sostenible, saludable y respetuosa con el medio ambiente y con los que te rodean?
Pero, a la hora de invertir más de 6.000 euros en una e-bike, hay que pedirle algo más. Al ser una eléctrica, lo primero, un buen motor. Y esta presume de contar con el Bosch Cargo Line Cruise, con asistencia hasta 25km/h y unas cifras que hablan por si solas: par motor máximo de 75Nm, asistencia al pedaleo de hasta el 400%, posición central y perfectamente integrado en el cuadro. Más allá de datos, las sensaciones son excelentes: incluso con mucha carga la bicicleta se mueve con alegría, sin apenas ruido y con el empuje perfecto para acompañar a nuestras piernas. Respecto a la batería, nuestra unidad equipaba la llamada DualBattery Technology, que combina dos baterías de 500 WH para un total de 1.000 Wh. Una va integrada en el cuadro y la otra en la parte trasera de la zona de carga (cerca de nuestra rodilla izquierda), con un peso aproximado de 2,6 kilogramos cada una y varias particularidades. Por ejemplo, no se descargan de manera simultánea sino de forma alterna, conmutando su trabajo cuando la tecnología detecta una diferencia del 5% de la carga, lo que permite que a la postre se descarguen de forma uniforme (haciendo que su vida útil se prolongue) pero, al mismo tiempo, permitiéndonos rodar incluso sin una de ellas. Respecto a la autonomía que ofrece, la marca habla de hasta 140 kilómetros, pero en nuestro caso las cifras se han quedado algo alejadas. Quizá porque casi siempre íbamos cargados con mucho peso o, por qué no decirlo, porque generalmente pedaleábamos con la máxima asistencia (el llamado nivel ‘Turbo’, que propulsa la bicicleta a toda velocidad), la autonomía se quedaba en algo más de la mitad, más que suficiente, en todo caso, para nuestros desplazamientos cotidianos y, probablemente fácilmente ampliables en caso de querer “economizar” recurriendo a los niveles de asistencia inferiro ‘Eco’ o ‘Tour’. En cuanto al proceso de cargarlas ambas baterías comparten llave, lo que facilita mucho su extracción, y pueden recargarse por completo en unas cuatro horas y media (cada una). La marca explica que pueden completarse unos 1.000 ciclos de carga… ¡algo que, por desgracia, nosotros no hemos podido comprobar en primera persona!
Doble suspensión, doble batería y componentes de primera calidad justifican su elevado precio
Analizada ya su parte “eléctrica”, toca detenerse en otra de sus características más novedosas: la doble suspensión. No recuerdo ahora mismo otra cargo bike que la lleve (al menos, yo no la he probado), pero de lo que estoy seguro es de que combina perfectamente con la Load 75. Hablamos, en la parte delantera, de una horquilla de suspensión Suntour XCM32 con 70mm de recorrido y tija de aluminio, mientras que en la parte trasera llevamos un amortiguador X-Fusion Glyde de acero ajustable. La primera vez que nos subimos a la bici nos sentimos “flotar”: la amortiguación, unida a la potencia del motor y al tamaño del conjunto, nos da la sensación de estar volando a los mandos de una nave espacial. Sin embargo, poco después percibimos lo cómodo y eficaz que es el sistema, sobre todo cuando nos movemos muy cargados y recorremos terrenos algo bacheados o, directamente, sin asfaltar. La estabilidad y distancia de frenada, algo que por suerte no hemos tenido necesidad de comprobar (en los muchos kilómetros recorridos sobre la Load 75 no hemos rozado el más mínimo percance), también son muy altas, y es justo mencionar que las ruedas Schwalbe Big Ben Plus 55-406 delante y 55-559 detrás (20 y 26 pulgadas) responden a la perfección en cualquier circunstancia sin importar el peso o condiciones del piso.
En cuanto al equipamiento, es tan extenso que nos conformaremos con repasarlo con la máxima concreción. El display Bosch se lee a la perfección, ofrece toda la información necesaria y, por supuesto, es fácilmente extraíble, anulando así todo el sistema eléctrico para prevenir posibles robos. El uso de una correa de transmisión Gates hace que el pedalear sea todavía más agradable, facilitando además el mantenimiento, limpieza y longevidad del conjunto. El cambio es un Shimano Deore XT Shadow de 11 velocidades, más que suficiente para, con la ayuda del motor eléctrico, movernos con agilidad y diversión. El manillar, un FSA V-Drive de 31,8 milímetros de diámetro y 685mm de anchura también permite manejarnos muy cómodamente, algo que se ve acrecentado por la incorporación de unos puños Ergon. Las frenadas corren a cuenta de dos Tektro de disco hidráulico, que respondieron a la perfección en todo momento. Y, al dejarla aparcada, podemos sentirnos (relativamente) seguros: nuestra unidad equipaba un antirrobo de marco Abus Shield y otro adicional Abus Chain. Para dejar la bici estacionada, por cierto, incorpora un caballete central de total confianza.
No nos queda mucho más que decir de un modelo que, como es evidente, nos ha enamorado. A mí y a mis hijos, que han pasado muchas horas bajo la capota que, como un extra, equipaba esta Load 75. El conjunto, que incluye dos paneles laterales, les protege del sol y el viento, la lluvia o alguna piedra que pueda saltar durante la marcha. Cuando suben las temperaturas, los plásticos laterales puede enrollarse para obtener mayor ventilación, y el precio de todo el conjunto es de 611,90€. Aunque nuestra unidad llevaba tres asientos infantiles con espacio para los pies (con un sobreprecio de 560,90€) hay más opciones: dos sillas infantiles (203,90€) o tres sillas infantiles con portabultos delantero (662,90€). No tengo ninguna duda de que la satisfacción será máxima para cualquiera que escoja el conjunto que mejor se adapte a nuestras necesidades.
El Reglamento General de Circulación es claro: pueden transportarse personas o mercancias en esta e-bike
¿Conclusión? Que con muy pocas bicicletas hemos lamentado tanto el tener que despedirnos: la Riese & Müller Load 75 Touring se convierte, desde el primer momento, en un miembro más de la familia. Está claro que su precio es elevado, pero también su practicidad, equipamiento, acabados… Y un dato final muy importante: sí, podemos rodar con él, incluso transportando a tres niños, por la calzada. Así lo dice el Reglamento General de Circulación y de Vehículos, que permite su circulación y utilización por la vía pública “así como su utilización para el transporte tanto de personas como de mercancías, siempre y cuando estos vehículos se atengan en su diseño, fabricación y comercialización a los requisitos técnico establecidos en la legislación vigente en materia de seguridad industrial y de seguridad general de los productos”. Es hora de evolucionar y, con gestos como moverse en vehículos así, poner nuestra semilla para cambiar y mejorar las cosas… empezando por nuestras propias vidas.