Hoy la organización FACUA-Consumidores en Acción ha anunciado que se personará como acusación particular en el procedimiento abierto en el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional contra el grupo Volkswagen, invitando a los usuarios afectados a sumarse a la acción judicial.
Para ello, FACUA ha habilitado una plataforma a la que sus socios pueden sumarse. Para ello, deben pagar una cuota extraordinaria de 90 euros para pagar los gastos del equipo jurídico y del procurador.
Como cuenta FACUA en su web, la Dirección General de Tráfico (DGT) está enviando una carta a los propietarios de los vehículos afectados en la que les comunica que deberán pasar una revisión en los talleres de la marca debido a una*“incidencia”* que define como la “instalación de un software que optimiza los valores de emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) en el banco de pruebas”. Como bien explica FACUA, con dichas palabras “el Gobierno está disfrazando lo que en realidad es una manipulación que la multinacional alemana llevó a cabo en 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo con motores TDI 1.2, 1.6 y 2.0 EA 189 de sus marcas Volkswagen, Seat, Skoda y Audi con un software que les permitía pasar los exámenes de emisiones previos a la puesta en circulación de los nuevos modelos pero que una vez en carretera dejaban que los coches contaminasen muy por encima de los límites legales”.
Como también explica en su web, el equipo jurídico de FACUA “reclamará tanto las responsabilidades penales (…) como las civiles, esto es, indemnizaciones económicas para los afectados socios de FACUA, ejerciendo la acusación particular en su nombre”.
Sorprende, sin embargo, que FACUA se centre sólo en conseguir una indemnización económica que, además, se reduce a una cifra ridícula: “La cifra de inicio que se tomará como referencia”; explica la organización, “es la de 4.400 euros (5.000 dólares), que es la cantidad ofrecida por Volkswagen a los afectados en EE UU”.
Considerando el perjuicio de los compradores y el volumen del engaño, que además afecta a cualquier ciudadano por las descomunales emisiones emitidas por esos millones de vehículos a lo largo de este tiempo, la cifra parece claramente insuficiente e, incluso, asumible para el grupo alemán, cuyo delito debería ser castigado con mucha más dureza. El objetivo ha de ser eliminar de la circulación todos esos vehículos, cuyos propietarios no deberían volver a conducir un coche que, además de un engaño para ellos, ha supuesto una amenaza gravísima para todos aquellos que hemos tenido que aspirar sus venenosos gases.
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