A simple vista, parece que lo único que podemos hacer para fomentar el ciclismo urbano es crear infraestructura. No es una mala praxis, desde luego, pero cuando miramos a Europa nos encontramos que, más allá de las amplias redes de carriles bici o los múltiples aparcamientos, las iniciativas se cuentan por decenas y no todas se ven a simple vista.
Exención de impuestos, préstamos sin intereses, incentivos fiscales de todo tipo, pagos en metálico por kilómetro recorrido, ayudas a nivel nacional a la compra de bicicletas… Desde los diferentes gobiernos, pero también desde las empresas, centros de trabajo, universidades o eventos deportivos o culturales se elaboran planes de movilidad efectivos. Lo cierto es que se han implementado en diferentes países un sinfín de iniciativas, muchas de ellas relacionadas con el bolsillo de los ciudadanos, que están resultando tremendamente efectivas. Y si hay algo que tenemos en común entre los europeos, es el deseo de tener más dinero...
Achtung, que viene el leasing
Además de que en Alemania los empleados pueden deducirse 0,30€ por cada kilómetro recorrido al trabajo en su declaración de IRPF (independientemente del medio de transporte utilizado), conviene prestar mucha atención a JobRad, una empresa especializada en ofrecer un leasing de bicicletas, tanto eléctricas como convencionales. Un alquiler a largo plazo exento de IRPF y con mantenimiento incluido, que permite a los trabajadores de todo el país utilizar por muy poco dinero al mes la bici de sus sueños. Han sido pioneros en un modelo tan sencillo, evidente y efectivo que nos invita a preguntarnos cómo no se nos ha ocurrido antes. Tiene toda la lógica: en vez de usar el tan cacareado "coche de empresa", moverte en una "bici de empresa".
En vez de "coche de empresa" puedes tener "bici de empresa"
Una iniciativa que, por supuesto, incluye las bicicletas de carga, algo que ha multiplicado su uso a nivel familiar para, por ejemplo, llevar a los niños al cole, con una clara repercusión en los entornos escolares de las grandes ciudades germanas. Así, por ejemplo, durante 2023 se vendieron aproximadamente 100.000 cargo bikes en Alemania.
JobRad ya ha facilitado este sistema a miles de empresas de todo el país, y ha resultado ser una medida realmente efectiva para animar a los ciudadanos a cambiar sus hábitos de movilidad. Es más: desde enero de 2024 ha conseguido que su plan de leasing forme parte del Convenio colectivo para el servicio público (TdL), haciendo que también los empleados estatales tengan derecho a él: estamos hablando de 850.000 funcionarios que no podían acceder a este servicio por sus condiciones salariales.
Florian Baur, CEO de JobRad, intuye estar haciendo historia en la movilidad sostenible cuando habla de este acuerdo, y ejemplos como la multinacional Decathlon se han sumado a este viaje, y ha puesto en marcha el leasing de bicicletas de forma global, al igual que nombres tan populares como Yamaha o incluso el Grupo Volkswagen, que ha querido sumarse a este carro, quizá pensando en cambiar de negocio o, simplemente por diversificar. Estos ejemplos nos dan pistas de las dimensiones que puede llegar a alcanzar.
La altura de los Países Bajos
A nadie se le escapa que en Países Bajos se ha interiorizado de forma natural el uso de las cargo bikes como vehículo familiar. La imagen de madres llevando a sus hijos al colegio en bicicleta es algo cotidiano. Algo que no se basa sólo en conceptos como "la cultura ciclista” o esa frase que tantas veces nos han repetido: "Aprendemos antes a pedalear que a andar". Hay mucho más detrás, sin duda. Este tipo de bicicletas pueden rondar fácilmente los seis mil euros, menos que un coche pero, está claro, un importante desembolso. Y aquí entra de nuevo en juego el leasing: dependiendo de la bicicleta escogida, muchas empresas ofrecen una cuota de uso de entre sesenta y trescientos euros al mes que puede incluir mantenimiento, reparaciones, seguro o asistencia en carretera. A los tres años, eliges si te la quedas (pagando lo que reste de su precio y refinanciándolo) o la cambias por una nueva y sigues con el pago mensual.
"Comenzamos con el leasing de bicicletas hace cinco años", nos cuenta Lonneke Van Der Horst, directora de Marketing y Estrategia de ALD Automotive, una de las empresas con mayor número de operaciones de leasing en el país. “Solo en los Países Bajos hay unas cien mil bicicletas de leasing en las calles, y la cifra no para de crecer". Un auge que también se debe a la carga fiscal de este tipo de contratos: mientras que para los coches de combustión interna alcanza el 22% del precio del vehículo, para las bicicletas se queda en el 7%.
“Solo en los Países Bajos, hay alrededor de 100.000 bicicletas de leasing” (Lonneke Van Der Horst, ALD Automotive)
Con nombre y apellidos
Pero ya dejando de lado las grandes cifras, y centrándonos en los usuarios, es frecuente encontrar allí a familias que han integrado en sus hábitos el leasing y gracias a él disfrutan de bicicletas de alta gama. Es el caso de nuestra compañera Ana Castán, responsable de la sección Esto Sí Es Ámsterdam: ella, su marido Manuel Tomé y su hijo de seis años, Gonzalo, se mueven en una espléndida cargobike Urban Arrow que ronda los 5.800€. Eso, pagada en tienda, pero que ellos usan por una cuota de 166 euros al mes. "Además", comenta Manuel, "me los descuentan directamente del salario, no tengo que pagar el IVA y, al poder desgravármelos de la renta, se quedan al final en unos 96€". Por desgracia, dicha ayuda es incompatible con el pago mensual de 0,23€ por kilómetro recorrido en bici, pero las ventajas siguen siendo tantas que es frecuente escucharles decir la siguiente frase: "Nuestra bici es muy cara. Si no nos lo hubieran puesto tan fácil, no la habríamos comprado”.
Es una bicicleta muy cara, si no nos lo hubieran puesto tan fácil no la habríamos comprado” (Manuel Tomé, usuario de e-bikes leasing)
Igualdad, legalidad y sostenibilidad
Pero no todo es Países Bajos cuando hablamos de bicis. En 2020 Francia puso en marcha un conjunto de iniciativas bajo el nombre Forfait Mobilités Durables, y que consiste en una remuneración exenta de impuestos y cotizaciones para aquellos empleados que quieran optar por modos de transporte sostenibles como la bicicleta. Las coberturas del Forfait pueden abarcar una cantidad fija por pedalear, ayudas por cada kilómetro recorrido o apoyo económico para gastos como compra, alquiler, mantenimiento o accesorios ciclistas. En total, hasta 700 euros por persona al año para cubrir este tipo de desembolsos, que alcanzan los 800 si la bici se combina con el transporte público.
Francia exige a nivel nacional que las empresas cubran al menos el 50% de los costes del transporte público para sus empleados, pero el Forfait es voluntario. En 2023, tres años después de su creación, el 38% de las empresas con más de cincuenta empleados ya había adoptado la medida, un dato fantástico a ojos de un español pero que, sin embargo, no terminó de satisfacer al gobierno francés. Perfeccionismo galo, quizá, o realismo: se sabe a ciencia cierta que más del 70% de los franceses todavía se desplazan al trabajo en su coche o moto.
La iniciativa belga es la “Indemnización por bicicleta”, una serie de medidas que benefician directamente a los bolsillos de trabajadores y empresarios
El modelo belga: Indemnización por bicicleta
Tras hablar de Francia, Alemania o Países Bajos, es justo mencionar a Bélgica, cuyas propuestas tienen ciertas particularidades. Bajo el nombre de “Indemnización por bicicleta” se esconde el concepto “Indemnité Vélo”, que aglutina una serie de medidas que benefician directamente a los bolsillos de trabajadores y empresarios. En primer lugar, está el ya conocido pago por kilómetro recorrido: hasta el momento han sido 0,27€, pero planean subirlo a 0,35€ en 2025, 100% libre de impuestos y cotizaciones pero con un máximo de 3.500€ anuales a partir de esa fecha. En Bélgica, dicha medida es obligatoria: todas las empresas deben ofrecer el incentivo a los empleados que usen la bici para ir a trabajar.
Pero no es sólo eso: las empresas también deben asumir una parte de los costos de desplazamiento al trabajo en transporte público de sus empleados, que en algunos casos supera el 75% del total. Y, claro está, también tenemos el leasing: compañías especializadas como Cyclis o Ubike ayudan a los empresarios a implementar sistemas de bike leasing exentos de IRPF con deducciones en el impuesto de sociedades.
God save the Bike
Saltemos el Canal de la Mancha: el programa Cycle to Work Scheme del Reino Unido no lo llama directamente leasing, pero viene a ser muy parecido. Permite a los trabajadores adquirir bicicletas a través de un préstamo de su empresa que es gestionado por agencias especializadas como Cycle Solutions o Cycle Scheme. Se incluyen eléctricas, convencionales o de carga, e incluye también accesorios o textiles asociados con su uso. Todo sin impuestos y directamente a la nómina del trabajador: el pago se realiza mensualmente desde el salario bruto, lo que reduce la base imponible para las dos partes, empleado y empresa.
Pero… ¿y si una empresa necesita una flota de bicicletas? No problem! El Cycle to Work Scheme, también permite a las empresas adquirir bicicletas para que sus empleados las usen en los desplazamientos entre sus diferentes sedes, realizar entregas o, simplemente, para la movilidad interna si se trata de unas grandes instalaciones. Y también con exenciones fiscales específicas: todos los costos de adquisición y mantenimiento de estas bicicletas son deducibles en los impuestos de la compañía.
España: barbas a remojar
Visto el incansable trabajo en pro del ciclismo urbano de nuestros vecinos franceses, neerlandeses, británicos, belgas y alemanes, cabe preguntarse... ¿Qué estamos haciendo en España? Pues muchas cosas, la verdad, pero pocas a nivel estatal y bastante desordenadas.
Es cierto que, desde 2021, tenemos en marcha la Estrategia Estatal de la Bicicleta, que hasta se menciona en la página web de La Moncloa. Fue aprobada en un Consejo de Ministros en junio de ese año, algo absolutamente impensable hace apenas una década, pero que no viene acompañada por iniciativas fiscales concretas.
Entre los objetivos de dicha estrategia, podemos leer en su página 70 el de "evaluar políticas fiscales que favorezcan a la bicicleta como modo de transporte". En la 75 nos encontramos con el propósito de incluir un “estudio de la viabilidad de modificar la normativa fiscal para incluir la movilidad en bicicleta para desplazarse al trabajo en lo referente a las rentas en especie”. Y, casi terminando el documento (página 147), volvemos a leer la previsión de realizar "un estudio comparado de políticas fiscales europeas para el impulso de la bicicleta como modo de transporte, especialmente en la movilidad al trabajo”. Sí, lo has adivinado: un estudio previsto, pero que no se ha realizado aún.
En la Estrategia Estatal por la Bicicleta presentada en España en 2021 se habla de la elaboración de dos estudios en torno a iniciativas fiscales, pero aún no han comenzado.
Sin embargo, la Asociación de Marcas y Bicicletas de España, AMBE sí que ha puesto en marcha ese estudio. Lo acaba de encargar a la Universidad de Barcelona. Un estudio cuyos resultados nos podrán decir exactamente qué reformas legales han de acometerse para que los tres ámbitos fiscales más relevantes (IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades) sean más amables con la bicicleta en nuestro país.
En otras palabras: que pasados tres años, muchos países de nuestro entorno nos superan ampliamente. Por cierto, en Portugal se redujo hace poco el IVA a las bicicletas, o que permite que en el país vecino se vendan considerablemente más baratas que en España.
En manos privadas
Más allá del reciente anuncio del presidente del Gobierno, las medidas adoptadas en nuestro país para fomentar el uso de la bicicleta son, en buena parte, privadas, promovidas por empresas conscientes de la necesidad de un cambio. Hay, por supuesto, sistemas de leasing , pero no están exentos de impuestos.
La opción es acudir a, por ejemplo, iniciativas como las de Kleta, Swapfiets, Panot o Wifly, que ofrecen diferentes modelos para que disfrutes de una bici en perfectas condiciones por el pago de una cuota mensual. Mención especial merece también Bike Club, especializada en bicicletas infantiles, que, además aporta una solución al quebradero de cabeza que supone que los niños crezcan.