Accesorios para bicicletas

Prueba del remolque para niños Burley D’Lite X: a la altura del mejor

Son unos de nuestros accesorios infantiles favoritos: los remolques para bicicletas de niños son prácticos, divertidos y polivalentes. Más allá de cuestiones legales (su uso está, todavía, muy limitado en distintas ciudades de España), son un complemento perfecto para cualquier familia ciclista. Esta vez probamos el Burley D’Lite X, una de las mejores opciones disponibles del mercado: un remolque para transportar dos pasajeros con mucha seguridad, comodidad y, por supuesto, felicidad. ¡A rodar!

Aunque pasan los años y el número de bicicletas en las calles crece sin parar, es curioso comprobar la fascinación y sorpresa que sigue ejerciendo, entre adultos y, sobre todo, entre niños, un remolque infantil ciclista. Durante casi una década de historia, en Ciclosfera hemos usado distintas opciones de este tipo, y en el arranque de este verano de 2021 tuvimos la suerte de recibir un Burley D'Lite X, una de las opciones de gama alta de este tipo de accesorios. Pues bien: fue salir a rodar con él y convertirnos en el centro de atención para todo aquel con el que nos cruzáramos. La atracción de un producto como este D'Lite X es lógica: hablamos de un concepto que reúne buena parte de las virtudes de la bicicleta. Fomenta una vida y una movilidad saludables. Es plenamente disfrutable tanto para los pasajeros como para la madre o el padre que deban pedalear. Y es silencioso, rápido, pequeño, sostenible. Siempre hemos sido grandes fanáticos de estos remolques infantiles y, desde luego, este Burley D'Lite X no ha hecho más que corroborar esta opinión.

El D'Lite X es un remolque infantil de gama alta. La versión que hemos probado puede transportar a dos niños pequeños, con una capacidad de carga máxima de 45 kilos. El peso, solo del remolque, es de 13,5 kilos, aproximadamente, y tiene un maletero en la parte posterior con una capacidad de 50 litros. El remolque es plegable y muy fácil de montar y desmontar (entraremos en detalle en estos aspectos), y viene equipado para enganchar a nuestra bicicleta (también explicaremos este proceso) o para usarlo como carrito de paseo infantil. Con distintos accesorios (que no están incluidos de serie) puede también ser usado como jogging stroller (o, lo que es lo mismo, como un carrito con una rueda delantera más grande que nos permitirá correr por casi cualquier superficie) o incluso carro para esquiar (las dos ruedas son sustituidas por esquíes).

El remolque D'Lite X viene en una caja de cartón (70 centímetros altura, 92 de anchura y 41 de profundidad), con el remolque plegado y todos los componentes (ruedas, manillar para tirar y empujar de él cuando lo usemos de carrito y barra para enganchar a la bici) dentro. El montaje es muy sencillo: basta con desenganchar uno de los tubos del marco para que el remolque se despliegue sobre sí mismo. Por supuesto, las ruedas también pueden montarse y desmontarse, y todavía es más fácil: basta con presionar el botón amarillo que se encuentra en el centro del eje, en la parte externa de la rueda, para liberarlo o engancharlo al carro. Evidentemente, el volumen del remolque es muy distinto de ir plegado o desplegado. En el primer caso, plegado, mide 94 cm (largo) x 79,4 cm(ancho) x 36,2 cm (alto), mientras que desplegado o abierto mide 84,5 cm (largo) x 79,4 cm (ancho) x 97,2 cm (alto). Plegado puede transportarse en el maletero de casi cualquier automóvil familiar, sobre todo considerando que todos los demás componentes se introducen dentro del propio carro al viajar y no ocupan más espacio.

Burley cuenta con una dilatada experiencia en la fabricación de remolques, y este D'Lite X está en lo más alto de su gama.

Nada más empezar a manipular el D'Lite X uno se da cuenta de que se trata de un modelo de muy buena calidad. Su fabricante, Burley, cuenta con dilatadísima trayectoria haciendo este tipo de productos, y este es (con permiso del modelo Cub X, algo más largo), el tope de gama de su catálogo de remolques infantiles. El manual de instrucciones (viene en inglés, alemán, francés y español) es muy visual, claro y organizado. Por supuesto, aquellos que se enfrenten por primera vez al montaje de un accesorio de este tipo pueden tener dudas, por lo que antes de salir a rodar es imprescindible estar seguros de que toda la instalación ha sido bien realizada. Lejos de ser descabellado, nos parece totalmente recomendable, también, el probarlos antes de montar a un niño sustituyéndolo por algo de parecido peso, para comprobar que todo funciona correctamente y con plena seguridad.

El Burley D'Lite X está perfectamente preparado para rodar sobre casi cualquier superficie.
El Burley D'Lite X está perfectamente preparado para rodar sobre casi cualquier superficie.

En ese sentido, es obligatorio detenerse en el que, probablemente, es el paso más importante de todo el proceso de montaje: enganchar el remolque a nuestra bicicleta. El D'Lite X lleva dos "acoples rápidos", como los llama la marca, para enganchar la barra de remolque. También se explica cómo enganchar la barra al eje de la rueda trasera de nuestra bicicleta. El proceso es muy similar al de cualquier otro remolque del mercado y está bien explicado en las instrucciones pero, insistimos, ante la más mínima duda es conveniente consultarle a algún experto o persona con conocimientos en estos ámbitos. Si la instalación es correcta, podremos rodar miles de kilómetros sin ningún problema de seguridad, pero algún despiste o error pueden desembocar en un accidente donde, además de la nuestra, está (muy) en juego la seguridad de nuestros hijos.

Antes de rodar, es conveniente instalar la bandera naranja de Burley que nos hará más visibles, y que en este carro cuenta con un enganche propio que nos permite graduar su ángulo: es muy importante que esté bien sujeta para que nos acompañe a lo largo de la marcha y nos haga mucho más visibles a los conductores, sobre todo si estos viajan a mucha altura (en, por ejemplo, un voluminoso y elevado todoterreno). También, y esto atañe a este modelo, es muy importante tener en cuenta antes de pedalear que la rueda delantera para pasear debe estar plegada: de lo contrario, quedaría muy expuesta y podría llegar a chocar contra algún elemento que sobresalga del suelo y provocar un accidente. Y, para terminar, como elemento diferenciador en este D'Lite X tenemos la posibilidad de regular la suspensión, con cinco puntos de ajuste. La posición superior es para transportar cargas más ligeras, mientras que la posición inferior es para cargas más pesadas. Hay un ajuste de la suspensión a cada lado: el proceso de ajuste es muy sencillo, pero debemos dejarlo en la misma posición en ambos lados. Hemos podido probar estos ajustes y cambian bastante (para bien) el comportamiento del remolque: tengamos en cuenta el peso que vamos a transportar (uno o dos niños, más o menos peso en el maletero) y los trayectos serán más agradables, especialmente para los pasajeros.

El Burley D'Lite X cuenta con una suspensión regulable.
El Burley D'Lite X cuenta con una suspensión regulable.

Con todo ya preparado, queda un elemento fundamental: preparar el interior del remolque para que los dos viajeros sean transportados con seguridad y comodidad. De lo primero se ocupan los cinturones de seguridad, con cinco puntos y un muy fácil ajuste: es bastante sencillo encontrar la tensión adecuada para obtener un buen equilibrio entre sujeción y comodidad del niño. Recordemos: el más pesado debe viajar en el lado derecho del remolque (o, lo que es lo mismo, en el lado opuesto al del brazo que lo engancha a la bici, para así equilibrar pesos), y también debe sentarse en ese lado cuando vaya un único pasajero. A diferencia de otras marcas, y es otra de las particularidades que convierten a este modelo en uno de los mejores del mercado, el D'Lite X no sólo permite reclinar los asientos en tres posiciones distintas (lo que, eso sí, afectará a la capacidad del maletero en la posición más tumbada), sino que además podemos hacerlo de forma individual para cada asiento, permitiendo de este modo "tumbarlo" más si uno de los pasajeros se duerme, mientras el otro puede permanecer erguido disfrutando de la experiencia.

Porque, disfrutar... Van a disfrutar de lo lindo. Hemos usado durante años un modelo de la competencia, el Croozer, y lo considerábamos "insuperable". Pues bien... Quizá este Burley lo supere en un aspecto: el de la comodidad de sus pasajeros. Porque los dos asientos son extraordinarios, muy mullidos y perfectos para hacer muchos, muchos kilómetros en él. Todo en ellos es acolchado, suave, agradable y cuentan con unos reposacabezas excelentes (y que podemos extraer si los niños llevan un casco algo aparatoso). La vida a bordo es excelsa: bolsillos laterales para transportar casi cualquier cosa (por supuesto, agua o juguetes); ventanas laterales tintadas para proteger de los rayos del sol pero suficientemente amplias como para ofrecer una muy buena vista del paisaje... Considerando la agilidad de los pequeños pasajeros, el subir y bajar del Burley tampoco es complicado, y el conjunto tiene una altura suficientemente elevada como para que los adultos tampoco tengan que contorsionarse demasiado cuando hay que ayudar a acceder al interior o coger algo del mismo (toda la parte frontal cuenta con una cubierta de malla y lados de lona que se puede levantar, permitiendo un acceso muy amplio).

Los asientos del Burley D'Lite X rebosan calidad y comodidad.
Los asientos del Burley D'Lite X rebosan calidad y comodidad.

La parte inferior de los asientos es lo suficientemente sólida para que los viajeros estén sentados con firmeza, pero gracias al acolchado sigue siendo muy cómoda. Y, fundamental, el D'Lite X cuenta en su parte inferior con una lámina flexible de goma negra muy práctica, ya que recogerá el barro, el agua o la tierra que los niños, evidentemente, introducirán en cada uno de sus trayectos. El hecho de que pueda extraerse y lavarse es muy cómodo y hace que resulte muy sencillo conservar pulcro el interior del remolque. Y bueno, había que decirlo... ¡Es un detalle del que carece el Croozer y que nos encanta! Destacar, además, que los asientos pueden extraerse, lo que nos ofrece en caso de que lo necesitemos una capacidad de transporte enorme.

Respecto al interior del remolque, nos queda hablar del maletero. El D'Lite cuenta con un buen espacio en su parte trasera, con una capacidad de hasta 50 litros (el del Croozer Kid Vaaya 2 es algo más grande, 52 litros), forma rectangular, suelo plano y que resulta perfecto para transportar cualquiera de las muchísimas cosas que pueden acompañar a una familia, además de ser muy útil si queremos transportar, por ejemplo, la compra. El maletero está conectado a la parte delantera de los asientos, aunque es mucho más sencillo acceder por la parte trasera a través de una ventana muy amplia. Dentro del maletero contamos con un pequeño bolsillo superior perfecto para llevar, por ejemplo, las llaves, la documentación y el teléfono móvil. Quien necesite todavía más almacenaje puede optar por la llamada "consola de manillar" de la marca, un accesorio que nos permitirá tener, cuando usemos el remolque como carro, todavía más a mano dos refrescos, un bolsillo de malla, un bolsillo de plástico con cremallera y un notable espacio adicional.

Vamos ahora con la parte exterior. El frontal viene marcado por una amplia lona con cremallera completamente resistente al agua, que puede enrollarse y "atarse" a la parte superior del remolque con lazos elásticos. Cuando está desplegado, sin embargo, no termina de cerrarse completamente, lo que penaliza levemente su estética y no deja el interior completamente estanco del polvo o tierra que puede introducirse en el camino. Esta parte delantera también cuenta con una lona parasol integrada para cubrir a los pasajeros del sol: su altura puede regularse pero, en nuestra opinión, es algo pequeña, y no permite tapar completamente a los pequeños cuando rodamos o paseamos en horas de máxima luminosidad.

El Burley D'Lite X llama la atención allá donde vayamos.
El Burley D'Lite X llama la atención allá donde vayamos.

Los laterales tienen una forma algo menos aerodinámica que la de otros remolques, lo que aunque puede ofrecer una estética menos deportiva permite disponer de más espacio interior para los pasajeros. El Burley D'Lite X sólo está disponible en el color azul que vemos en las fotos, y cuenta con bandas reflectantes distribuidas por todo el conjunto para hacernos más visibles. Son muy llamativos los dos reflectores delanteros, además de los detalles amarillos de los botones para poner y quitar las ruedas y de los acoples rápidos. Y nos gusta mucho el manillar trasero: puede ajustarse en altura y quedar perfecto para personas de casi cualquier estatura a la hora de empujar y tirar del carro cuando vamos paseando. Después, cuando viajamos en bici, puede echarse completamente para delante para, además de quedar "escondido", ofrecer una protección anti vuelco adicional. Manejarlo es muy agradable, y transmite pese a su suavidad una gran sensación de robustez y solidez.

¿Último aspecto antes de ponernos en marcha? El freno. Como cualquier remolque que se precie, el Burley cuenta con un "freno de mano" que nos permite bloquear las ruedas traseras para dejarlo estacionarlo. El freno del Burley es una barra en la parte trasera que debemos desplazar (si queremos, y para no tener que agacharnos, con el pie) de izquierda a derecha, en un sistema que ya hemos probado en otros modelos y que no termina de satisfacernos: es fácil que, cuando paseamos andando con el carro, nos choquemos los tobillos en esa barra de freno. Personalmente, preferimos la palanca en el lado derecho que, por ejemplo, tienen los Croozer, pero quizá sea cuestión de gustos o costumbres. Lo cierto es que en todo caso el frenado está asegurado, y el remolque queda totalmente bloqueado.

Cualidades dinámicas

A la hora de rodar, todas las virtudes que hemos ido enumerando del Burley se ven multiplicadas. Como otras veces, aconsejamos dar alguna vuelta pedaleando solos, y antes de subir niños, para familiarizarnos con su uso... ¡Es tan parecido a pedalear sin nada detrás que es posible que nos olvidemos al principio de que llevamos un remolque atado detrás! Es cierto: pese a estar transportando un accesorio de más de 13 kilos, y que con carga puede rozar los 50 kilos, nuestros movimientos son absolutamente fluidos, los pesos están optimizados y no afectan casi nuestras pedaladas (excepto, claro, cuando subimos una cuesta muy pronunciada y vamos muy cargados... ¡y lo cierto es que tampoco entonces se nota tanto!).

Pese a que el peso total del remolque y la carga puede rozar los 50 kilos, rodar con el Burley es muy agradable y apenas se nota que cargamos con ese lastre.

No es ahora el momento para profundizar demasiado en ese proceso para familiarizarse con el Burley y o cualquier otro remolque, pero siempre es bueno recordar que debemos abrirnos algo más en los ángulos rectos (el tamaño horizontal casi duplica al que ocupamos cuando vamos sólo con la bici), que es conveniente rebajar un poco la marcha cuando pasemos por baches o badenes (los pasajeros suelen festejar esos "brincos", pero no es bueno abusar) y, por supuesto, tener muy en cuenta que la anchura del conjunto también es superior, algo muy importante cuando atravesamos espacios reducidos o, simplemente, circulamos por un carril bici o espacio ocupado por otros usuarios.

Las mayores fortalezas del D'Lite X vienen marcadas por sus ruedas y, claro, por su suspensión ajustable. Las primeras son de 20 pulgadas (el mismo tamaño que las del Croozer Kid Vaaya 2), y ofrecen un llamativo silencio de rodadura. Tienen una banda reflectante lateral, son muy sencillas de poner y quitar y difícilmente pincharéis con ellas ya que son resistentes y de muy buena calidad. Son, además, bastante anchas (2,125 pulgadas) y ofrecen un dibujo con ciertas pretensiones "all road". Eso sí: para los que quieran emprender aventuras todavía más radicales la marca también ofrece la posibilidad de equipar el remolque con ruedas de 16 x 3", más anchas y resistentes, aunque en nuestro caso las ruedas de serie nos han parecido más que suficientes para movernos con agilidad y seguridad.

Por último, queda hablar de la suspensión del D'Lite X. La comodidad de los pasajeros está garantizada: dicha suspensión amortigua muy bien las imperfecciones del terreno y nos permite rodar a muy buen ritmo sin que eso afecte a los pequeños viajeros. El hecho de poder regular esa suspensión con cinco durezas distintas nos permite jugar con nuestros gustos pero, sobre todo, con nuestras necesidades: no es lo mismo rodar con poca carga que con mucha, o transportar bultos insensibles a niños muy pequeños. O, por supuesto... ¡Tampoco es lo mismo transportar a uno o dos niños! Lo mejor es que esas cinco opciones pueden ajustarse muy fácilmente girando la perilla amarilla que se encuentra junto al muelle de la suspensión, e incluso puede hacerse de forma independiente en cada uno de los lados.

Conclusiones

El remolque Burley D'Lite X nos ha entusiasmado. Antes de empezar a probarlo imaginábamos que una marca con la trayectoria de Burley, con más de tres décadas fabricando este tipo de productos, estaría a la altura, y el D'Lite X está incluso por encima de nuestras expectativas. Es muy fácil de montar, plegar y desplegar. Es resistente y bonito. Es muy amplio por dentro, y cuenta con muchos detalles que denotan conocimiento en el sector. Es todavía más cómodo de lo que pensábamos, y sus acabados son extraordinarios. Quizá algunos acabados o materiales no sean tan finos como los del Croozer de la competencia, pero también es cierto que su precio es algo inferior y que, desde luego, sigue estando muy por encima de la media.

El precio recomendado del Burley D'Lite X es de 919€, una cifra razonable considerando la calidad que ofrece, su polivalencia y lo fácil y divertido que será amortizar la inversión.

El precio recomendado del Burley D'Lite X es de 919 €. Aunque, por supuesto, es posible encontrarlo más barato, ya nos parece una cifra muy honesta, por la que obtendremos un producto de enorme calidad y enfocado a un uso y destinatarios en los que, obviamente, merece la pena invertir más a cambio de la máxima seguridad y fiabilidad. También, por supuesto, debemos tener muy claro que debemos usarlo mucho para amortizarlo, algo no demasiado difícil considerando su polivalencia y que, además de como remolque para bicicleta, también es idóneo para pasear más tranquilamente. Las edades de uso están, dependiendo del tamaño de los niños, entre los seis meses y los seis años, por lo que nos acompañará durante muchísimos paseos. Y, claro, el que sea un Burley implica contar con unos materiales excelentes a cargo de una firma de referencia, lo que que nos permitirá, llegado el caso, venderlo a un precio más alto en el mercado de segunda mano y recuperar buena parte de la inversión.

Como decíamos al principio, remolques como este nos parecen una solución magnífica para familias, pero también para personas que quieran hacer la compra o desplazar objetos voluminosos en bicicleta. Al combinarse, por ejemplo, con una bicicleta eléctrica se dispara todavía más el espectro de uso, convirtiéndose en una alternativa perfecta al automóvil. Sólo lamentamos, una vez más, la poca claridad legal que los rodea en España, y el escasísimo interés por parte de las autoridades en fomentar su uso. Si se hiciera la infraestructura correcta (ya no solo respecto a carriles bici, sino también en cuanto a aparcamientos o eliminación de absurdas barreras que, a veces, dificultan pasar con un accesorio de esta anchura), sería tan habitual cruzarse con ellos como en otras muchas partes de Europa. En Ciclosfera somos y seremos unos firmes defensores de un uso que, lamentablemente, se ve limitado en muchas partes de España por una legislación cochecentrista y obsoleta. Todo lo explicamos en este vídeo y artículo... ¡Esperamos que os sea de utilidad!