Desde hace años la marca alemana Canyon apuesta por el ciclismo urbano, ofreciendo todo tipo de bicicletas concebidas para los desplazamientos cotidianos. En el pasado, por ejemplo, probamos exhaustivamente la Canyon Urban 7.0, disfrutamos de la deportividad de la Canyon Roadlite CF 9.0 y estamos impacientes por subirnos a la Canyon Roadlite:ON, la primera eléctrica de la marca alemana claramente enfocada a la ciudad.
Diseño cuidado, buenos componentes y un precio ajustado son los ingredientes de la Canyon Commuter Sport 5.0
Mientras tanto, también ha pasado por nuestras manos esta Canyon Commuter Sport 5.0, un modelo con un planteamiento más modesto que todas las bicis anteriormente citadas pero, desde luego, más que idóneo como vehículo de uso diario. En resumen, hablamos de una bicicleta con cuadro de aluminio, un peso contenido (10,8 kilogramos), buenos componentes (cambio Shimano Nexus, frenos de disco Shimano, neumáticos Schwalbe Kojac, por ejemplo) y detalles de muy buen gusto, como la transmisión por correa Gates o el timbre incorporado, que denotan el esfuerzo de la marca alemana por ofrecer un producto perfectamente rematado para las commuters.
Así ha sido: durante dos meses nos subimos a la Commuter Sport 5.0 para llegar a nuestros destinos diarios. Es decir: muchos kilómetros rodando sobre el asfalto, más de una excursión por asequibles vías de tierra y, claro, muchos parques en los que respirar aire puro. En cualquiera de esas circunstancias la Canyon se ha comportado: a lo largo de todos esos desplazamientos no hemos sufrido ni el más mínimo inconveniente, pese a que el uso fue tan intensivo como el que pueda darle cualquier usuario exigente. Todo ello habla muy bien de la robustez del conjunto, que podríamos resumir como absolutamente equilibrado.
La palabra que mejor describe a la Canyon Commuter Sport 5.0 es equilibrio: todo cumple y satisface en ella
Porque no, como denota su aspecto deportivo (subrayado por el bonito color, que la marca bautiza como Stealth -sigilo- y que es la única opción contemplada en este modelo), la Commuter Sport 5.0 no es una bicicleta de paseo, pero tampoco una máquina deportiva y radical. Una de sus grandes virtudes, creemos, es su perfecto balance entre comodidad, practicidad y diversión. El manillar es cómodo y muy manejable para circular con agilidad por la ciudad, el sillín Iridium Fitness nos ha parecido suficientemente cómodo para el día a día y, en general, el comportamiento de la bicicleta es más que apropiado para un ciclista urbano sin unas exigencias máximas.
Esas limitaciones, lógicas en una bicicleta de este rango de precios (la Canyon Commuter Sport 5.0 cuesta 999€) no impiden que, por ejemplo, podamos obtener unas muy buenas cifras de frenada. Los frenos de disco hidráulicos Shimano MT201, por ejemplo, responden a la perfección en un exigente uso urbano. El cambio Shimano Nexus C6000 ofrece ocho velocidades, funciona con mucha suavidad. Y, desde luego, las ruedas y neumáticos transmiten toda la seguridad que necesitábamos. La Commuter Sport 5.0 no es una bicicleta para ir al límite, pero sí para convertir cada desplazamiento en una experiencia agradable, cómoda, segura y, sin duda alguna, veloz.
¿Balance final? Más que recomendable. Es una bicicleta muy bonita (más de uno nos ha felicitado por ir en una máquina tan elegante y, al mismo tiempo, atractiva), que transmite solidez y en la que uno no se cansa nunca de pedalear. Su precio es también razonable: por esos 999€ obtendremos un vehículo perfecto para el día a día, que difícilmente nos traerá problemas y con un mantenimiento mínimo (detalles como la transmisión por correa, en este sentido, ayudan).
