La crisis del coronavirus nos ha pillado a todos por sorpresa. La situación se ha vuelto cambiante y confusa, hasta sumergirnos en una atmósfera de irrealidad que nos hace sentir como si estuviéramos protagonizando una película de ciencia-ficción. Los ciudadanos se enfrentan a algo sin apenas precedentes en las décadas recientes, y las autoridades tratan de contener, a toda costa, la propagación de un enemigo invisible cuyas consecuencias, sanitarias, sociales y económicas, aún están por ver.
Sí: es responsabilidad de todos cumplir con nuestro deber y seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias. El estado de alarma contempla una serie de sacrificios que nos toca hacer. Los medios de comunicación tenemos que hacer nuestra parte e informar de manera rigurosa y veraz, sin contribuir a extender bulos ni fomentar el miedo. Y sin embargo, también es responsabilidad de los medios, sobre todo los especializados en materias que se ven afectadas por esta crisis, explicar con claridad y datos por qué determinadas medidas pueden ser equivocadas, e incluso contraproducentes.
El Ayuntamiento ha querido fomentar los desplazamientos en coche
Con la entrada en vigor de citado estado de alarma, el Ayuntamiento de Madrid anunciaba el cierre de BiciMAD, el servicio de alquiler de bicicletas eléctricas de la capital, “en coherencia con las recomendaciones de las autoridades sanitarias”, según explicó de manera escueta el consistorio en Twitter. Al mismo tiempo, suspendía el servicio de estacionamiento regulado para fomentar los desplazamientos en coche. Todos los parquímetros de la ciudad dejaban de estar operativos desde las 09.00 horas del sábado 14 de marzo y hasta las 21.00 horas del 13 de abril.
Suspender BiciMAD es uno de los peores errores en materia de movilidad que ha cometido un Ayuntamiento que, hasta ahora, estaba actuando con firmeza, acierto y seriedad en la gestión de la crisis. El uso de la bicicleta como medio de transporte no sólo no entraña riesgo alguno de contagio, sino que además se ha demostrado más seguro que el coche y, por supuesto, que el transporte público. Las autoridades de otros países, desde el Ministro de Salud de Alemania al Alcalde de Nueva York, han recomendado su uso como herramienta clave para frenar la pandemia. En Ciclosfera llevamos varios días diciéndolo: nosotros, y también lo expertos: si por lo que sea has de desplazarte, mejor en bicicleta. Porque una vez más toca recordarlo: la bicicleta es un medio de transporte, aunque muchos sigan viéndola sólo como un deporte.
“Una vez más toca recordarlo: la bicicleta es un medio de transporte, aunque muchos sigan viéndola sólo como un deporte”
Con todo, el mejor ejemplo de que la bicicleta puede ser un arma poderosa en la lucha contra el virus lo encontramos en la propia Wuhan, epicentro de esta crisis sanitaria. Alí, y pese a la contundencia de las medidas adoptadas por el gobierno chino, en ningún momento se prohibieron los desplazamientos de ciudadanos en bicicleta. De hecho, durante el periodo de cuarentena se multiplicaron por tres las personas que utilizaron este medio de transporte a diario.
Desde Ciclosfera queremos mandar un mensaje, tanto a nuestros lectores como al conjunto de la ciudadania, pasando por las autoridades: la bicicleta puede convertirse, una vez más, en un aliado perfecto para afrontar mejor la situación en la que nos encontramos. No sólo porque con ella llegaremos de manera rápida y eficiente a cualquier destino, contribuyendo a descongestionar el transporte público para quienes tengan que desplazarse de un lugar a otro de la ciudad, sino porque, además, pedalear puede suponer un oasis de bienestar entre tanta angustia. Un soplo de aire fresco más necesario que nunca entre tanta confusión.