Las ciudades del futuro estarán más habitadas que nunca, pero también deberán ser más limpias y sostenibles. Un reto para Yamaha, referencia indiscutible en el sector de las motos y que también aspira a serlo aún más en el de las bicis. Sus diseños y tecnología aterrizan en el ciclismo urbano a través de dos nuevos modelos, que no sólo sintetizan los más de 65 años de experiencia de la marca de los diapasones sino que, además, culminan una larga trayectoria en el campo de las e-bikes.
Aunque algunos no lo sepan, Yamaha es pionera al hablar de bicicletas eléctricas, ya que en 1989 presentó un prototipo de e-bike con asistencia eléctrica al pedaleo bautizado como PAS (Power Assisted Bicycle) que, en 1993, fue lanzado al mercado japonés convirtiéndose en todo un éxito. Un hito respaldado desde entonces por cifras imponentes: se han fabricado más de cuatro millones de bicicletas eléctricas equipadas con sistemas eléctricos Yamaha y más de dos millones de e-bikes de la marca se han vendido sólo en Japón.
El primer prototipo de e-bike de Yamaha se presentó en 1989.
Booster: acelera tu ciudad
Un enorme bagaje que, ahora, culmina con el lanzamiento de la Booster, una gama de e-bikes con una estética inconfundible, fabricada en Europa (lo que redunda en su sostenibilidad) y para dos tipos de público: aquel que busca una bicicleta eléctrica al uso, con asistencia al pedaleo hasta los 25km/h (la llamada Booster Easy) o hasta los 45km/h (la Booster, una speed e-bike con detalles como el retrovisor o el portamatrículas).
Además de una estética muy similar, ambas equipan el mismo sistema eléctrico. El motor es el Yamaha PWseries S2, que pese a su ligereza (apenas pesa 2,85kg) y tamaño compacto proporciona un llamativo par de 75Nm, entregados con total naturalidad (algo a lo que contribuye, sin duda, la tecnología Zero Cadence) y un silencio absoluto. En cuanto a la batería, es una Yamaha de 630Wh y 36V: integrada en el cuadro, es muy fácil de extraer y posibilita una autonomía, según la marca, de hasta 120 km en el caso de la Booster Easy y 110 en el de la Booster speed e-bike.
Pisada fuerte. Frenada eficaz
Otro de los aspectos más destacables de la Booster está, por supuesto, en sus ruedas: las dos versiones calzan unos llamativos neumáticos de 20 pulgadas de diámetro y 4 de anchura, con un dibujo especial para alcanzar un mayor agarre.
Las dos e-bikes transmiten una sorprendente deportividad que las identifica con sus hermanas, las motocicletas Yamaha.
En marcha, y combinados con la horquilla delantera de 80mm de recorrido, ofrecen una amortiguación magnífica: los hemos probado en muy distintas superficies en Ámsterdam y, en efecto, aúnan la comodidad con el dinamismo. En cada pedalada la Booster transmite aplomo y agilidad, y una sorprendente deportividad que, desde luego, la identifica con sus hermanas, las motocicletas Yamaha de altísimo rendimiento.
Esa diversión se ve refrendada, a la hora de detenernos, por el magnífico rendimiento del conjunto de frenos. Hablamos de unos frenos de disco de 180mm de diámetro delante y detrás, que como hemos comprobado no sólo aseguran progresividad y, llegado el caso, contundencia, sino que además son muy resistentes y permiten un uso intensivo sin mostrar síntomas de cansancio.
A la vista
La presencia de un sistema eléctrico no se refleja en un cableado que enturbie el diseño de la bici o complicaciones para el usuario. Para manejar la asistencia contamos en la Booster con el Display C de Yamaha, una gran pantalla TFT a todo color situada en el centro del manillar que muestra, de manera muy intuitiva, todos aquellos datos que necesitamos conocer en nuestros desplazamientos diarios. Por supuesto, basta conectar nuestro teléfono a través de Bluetooth para, a través de una app, acceder a mucha más información y hasta aplicaciones de fitness.
En el caso de la Booster Easy, contamos con unDisplay A de Yamaha, una pantalla LCD situada en la parte izquierda del manillar. Es igual de fácil de manejar, y también nos muestra toda la información (velocímetro, nivel de asistencia, carga de la batería, cuentakilómetros total y parcial o autonomía estimada) de un simple vistazo.
La heredera
La Booster tiene mucha, mucha historia detrás: su nombre procede de un ciclomotor legendario, que fue vendido con dos denominaciones: Yamaha BW y MBK Booster. Creado como prototipo en 1985 con el objetivo de ofrecer un vehículo eficaz y divertido a un público juvenil, se transformó en un enorme éxito en Europa, con más de 1,1 millones de unidades vendidas durante 27 años. Además del nombre, la e-bike actual ha heredado su tamaño compacto, las ruedas anchas, un diseño minimalista y, por supuesto, una enorme agilidad y dinamismo en la ciudad.
Personalizable
El cuadro de aluminio en forma de V o el guardabarros delantero, muy "motero", ya harán reconocibles las Booster. Pero hay opciones para personalizarlas. Están disponibles en dos colores (Cyan Solid Aqua o Dark Gray Metallic), y también hay elementos adicionales como mochilas y cestas delanteras y traseras, alforjas laterales, accesorios para el móvil y cubiertas delanteras de colores. Accesorios como las luces delantera y trasera o el portabultos posterior vienen siempre de serie.
Omnicanal
Por primera vez, podrás comprar una Yamaha desde cualquier parte: la marca ha desarrollado un sistema de distribución que, conectado a la nueva red de centros de experiencia de bicicletas eléctricas (YEEC) ya existentes en determinados concesionarios oficiales, permiten ver, informarte y probar la e-bike para después confirmar su compra y concertar la entrega a domicilio (en el caso de la Booster Easy) o la recogida en el concesionario (para ambos modelos).
Europea y sostenible
Yamaha quiere contribuir a un mundo con menos emisiones, y por eso ha decidido que la gama Booster, orientada al mercado europeo, se fabrique en Bolonia (Italia). ¿Por qué ahí? Yamaha compró en 2020 la fabrica de Minarelli a Fantic, uno de sus colaboradores, y es ahí donde se fabrican las Booster: un detalle clave para acortar la cadena de suministro, reducir de manera notable las emisiones generadas en el transporte y ayudar a alcanzar el objetivo de neutralidad climática que Yamaha aspira a alcanzar en 2035.
Precio y disponibilidad
¡Ambas ya están disponibles! La Easy cuesta 3.299€, un precio MUY RECOMENDABLE para una e-bike con tanta personalidad. Y la Booster también tiene un precio llamativamente accesible para ser una speed e-bike: 3.699€. En nuestra opinión, podrás encontrar pocas urbanas mejores a ese precio.
¿En resumen? Dos máquinas sorprendentes, con un rendimiento fantástico y que, recorriendo Ámsterdam, nos parecieron perfectas para los desplazamientos diarios. ¡Buen trabajo, Yamaha, y ojalá veamos muchas Booster en nuestras ciudades!
