Su perfil de Twitter roza los 50.000 seguidores. Cuenta con la simpatía y el apoyo de toda la comunidad ciclista y ahora, también ha contestado a las preguntas de Ciclosfera.
¿Hace cuánto vives en los Países Bajos?
Desde agosto de 2011. Compré una 'Omafiets', la clásica bici de paseo holandesa a los pocos días y al nacer mi hija, Zena, empecé a moverme con ella. Pero cuando cumplió cuatro años vi que tardaba mucho llevándola al cole en esa bici, y como freelance no puedo perder el tiempo.
Y elegiste una cargo bike…
Filmé con Kate Vandy un documental, Europe's Cycling Revolution, y conocimos a familias que las usaban. Vi su potencial, la compré y fue una de las mejores inversiones de mi vida. Es una herramienta revolucionaria para empoderar a las mujeres, por eso intento transmitir su potencial y el alivio vital que me genera a diario.
¿Cómo vives ser una 'influencer'?
¡Me hace reír, porque suena a algo absolutamente alejado de mi día a día como madre trabajadora y súper ocupada! No me considero una persona influyente, pero espero que con mi primer libro de no ficción, Historias del carril bici, sí pueda transmitir todo lo que esconde este viaje excepcional.
¿Qué implica técnicamente grabar en una bici de carga?
El clima en los Países Bajos no suelen ser bueno, así que tengo una capota de lluvia que también es útil para tapar el sonido del viento. Por lo demás, es un desafío parecido al de cualquier retransmisión: las cámaras no se llevan bien con la nieve, pero los teléfonos con los que grabo son sorprendentemente resistentes.
¿No te resulta embarazoso grabarte mientras montas por la calle?
Hacer cosas raras en bici es habitual aquí, y la gente está demasiado ocupada como para prestarme atención. Pero cuando, por ejemplo, comento una noticia violenta o sobre sexo y me paro en un semáforo con alguien al lado, a veces me cohibo y bajo la voz para ajustarme al refrán holandés “doenormaal”, o “actúa normal”.
“Hace poco me dijeron: puedo pasarme horas predicando sobre los beneficios de la bici, pero bastan unos minutos de tus vídeos para convencer, al instante, a todo el mundo” (Anna Holligan)
Y los activistas, ¿Cómo lo llevan?
Es un enorme honor que me acojan tan bien, sobre todo porque no me considero una ciclista en sí. Hago muchas cosas en bici porque las circunstancias así lo aconsejan (sé cuánto tiempo tardaré en llegar a los sitios, no pierdo el tiempo buscando aparcamiento), pero no me paro a reflexionar mucho más allá. Eso sí, me sorprende generar reacciones tan positivas. Alguien, en el último Velocity, me dijo: “Puedo pasarme horas predicando sobre los beneficios de la bici, pero bastan unos minutos de tus vídeos para convencer, al instante, a todo el mundo”. No sé si es cierto, pero me hace sentir bien el aportar algo inspirador a este mundo.