"Llevo ya 10 años moviéndome en moto y siempre me había resultado cómodo, asequible y muy práctico… hasta ahora" comenta Fernando, con quien hemos estado pedaleando por Madrid para conocer sus sensaciones. "Durante 7 días, me he movido con una bicicleta eléctrica Yamaha Booster Easy y me ha hecho replantearme muchas cosas".
Con su ayuda, hemos querido dividir las diferencias entre ir en moto o ir en bicicleta eléctrica por ciudad, en varios apartados, desglosados, para tenerlo claro. Primero, el punto de vista económico; también la practicidad en sí de moverse de una u otra manera; por supuesto, la seguridad, ya sea en cuanto a robos o durante los trayectos y, por último, pero no menos importante, la movilidad activa y lo que ha significado anímicamente, pedalear en vez de acelerar.
Punto de vista económico
"Mi moto tiene 80.000 kilómetros. Pago de seguro a terceros unos 190€ al año y de combustible, en torno a los 600€. De impuestos, unos 100€. En cuanto a revisiones periódicas y alguna que otra avería, al año suelo gastar unos 250€. La ITV me cuesta 35€. En total, la cifra asciende a 1.175€".
La moto cuesta al año 1.175€, la bicicleta eléctrica, poco más de 200€.
"Con la bicicleta eléctrica el gasto es muy cercano a 0. En revisiones podré gastar más o menos 100€ al año, y si le sumamos neumáticos, por ejemplo, serían unos 180€ anuales". No hay gasto de seguro, ni impuesto de vehículos de tracción mecánica y el gasto en electricidad, puede ascender, como mucho, a 30€ anuales. Si sumamos, la bici cuesta 210€ al año que en comparación con los 1.175€ anuales de la moto, supone un importante pellizco a final de año. "Aunque sólo fuera por el aspecto económico, ya merecería la pena".
Practicidad
"Me resulta más práctica que la moto en líneas generales, tanto en casa como en el día a día. Ocupa mucho menos y me cabe bastante bien en el ascensor y en el trastero de casa. Normalmente me subo la batería a casa y no tengo que pararme en ninguna gasolinera a la mañana siguiente, que es lo típico que te fastidia mucho hacer por las mañanas".
Si de algo nos olvidamos cuando empezamos a movernos en bicicleta, es del trámite de la gasolinera.
"Como voy más despacio en bici que en moto, también paso menos frío, que hay meses en Madrid donde se hace bastante difícil usar la moto. Aunque ir en moto es más rápido que ir en bicicleta, me he dado cuenta de que la diferencia no es muy grande. Normalmente, en un trayecto de 10 kilómetros de ciudad, tardo unos 20 minutos en moto. En bici quedan en 30, así que tengo que salir 10 minutos antes de casa, pero son 10 minutos que voy feliz montando en bici y me he quitado el estrés del tráfico" comenta Fernando en el vídeo.
Seguridad
Pero ¿es más seguro ir en bici que en moto? "Bajar de velocidad en mis trayectos diarios ha aumentado bastante mi seguridad. Soy capaz de detectar posibles sustos mucho antes de que ocurran y la bici, al pesar menos, me resulta más manejable que la moto. Reacciono mejor ante los imprevistos".
Y luego está el casco, claro. El de la bicicleta es mucho más ligero y cómodo de llevar, tanto puesto como colgado del brazo. "Lo primero es que no es obligatorio el uso del casco, pero aún así yo lo uso siempre y no tiene ni comparación lo poco que pesa el casco de bici. Sobre todo cuando lo llevo en la mano después de dejar la bici aparcada. Subirme el casco de la moto a la oficina siempre era un verdadero trasto y no sabía nunca donde ponerlo".
"En cuanto al aparcamiento, ahí es más o menos igual que en moto", comenta. "De hecho, creo que un poco mejor con la bici también. Tengo más opciones para dejarla candada en cualquier lado, eso sí, he tenido que invertir en un buen candado".
"Es verdad que ando un poco más preocupado por los robos en la bici que con la moto, pero con algunos consejos sencillos como no dejarla sola mucho tiempo en lugares poco concurridos, tener un buen candado y usarlo bien… Realmente son cuatro cosillas que, si las tienes en cuenta, no te robarán la bici nunca".
Movilidad activa
"Estoy mucho más feliz" asegura, y le creemos. "El sencillo gesto de pedalear al trabajo en vez de ir sentado sin más ha mejorado mi salud, que me encuentro mucho más en forma, y ha mejorado mi humor también. Tengo más ganas de hacer cosas y creo que es por esa actividad a la que me obliga la bici, incluso si voy con el tope de asistencia".
"Y esa es otra", reconoce, "he visto cómo, según van pasando los días, voy usando cada vez menos asistencia, eso ha aumentado considerablemente la autonomía de la batería y yo me encuentro aún mejor. La mayor parte de los días, cuando salgo de trabajar, los últimos kilómetros los hago sin asistencia, o en el mínimo. La verdad es que el cambio ha sido todo un acierto. Yo, personalmente, lo recomiendo".
Resumiendo
Las conclusiones son claras a favor de la bicicleta eléctrica en una ciudad, por muy grande que sea, como es el caso de Madrid. Y más con esa maravilla que es la Yamaha Booster Easy, una bicicleta que hemos probado en varias ocasiones y que siempre nos deja un gran sabor de boca.
En todos los aspectos sale ganando la bici menos en el de la velocidad, que, según nuestros cálculos, es un poco más rápido moverse en moto que en bicicleta eléctrica, pero son tantas las ventajas, que los 10 minutos que hemos creído "perder" en bici, los hemos ganado en "vida" y en "economía".