Todos sabemos que el ejercicio habitual es una garantía para tener mejor calidad de vida y una mejor salud, tanto física como mental. Pero si en lugar de ir al gimnasio nos desplazamos habitualmente en bicicleta, por ejemplo, hasta nuestro centro de trabajo o estudios, además de beneficiarnos a nosotros mismo y contribuir a tener una ciudad más amable, ese ejercicio será además un auténtico placer. Y no sólo eso: además, el llamado #biketowork nos alargará la vida.
Eso es lo que demuestra un nuevo estudio llevado a cabo en Nueva Zelanda y publicado por la Universidad de Otago, en Wellington, la Universidad de Melbourne y la Universidad de Auckland, que ha concluido que las personas que se mueven en bicicleta de forma habitual disminuyen de manera significativa el riesgo de morir de manera prematura. En concreto, los ciclistas que van en bici al trabajo reducen en un 13% la citada mortalidad.
La principal responsable del estudio, la Doctora Caroline Shaw, atribuye esta reducción de la mortalidad a los beneficios para la salud de la actividad física. Unos beneficios que no se aprecian al caminar o al utilizar el transporte público.
El estudio ha analizado datos del 80% de la población en edad de trabajar de Nueva Zelanda
Los datos recogidos son muchos. Muchísimos. Para llevar a cabo el estudio, Shaw y su equipo analizaron datos de 3,5 millones de neozelandeses. O, lo que es lo mismo, el 80% de la población en edad de trabajar de Nueva Zelanda. Y todo, durante un período de 15 años. “Se trata de un estudio muy representativo”, confirmó la propia Shaw en un comunicado de prensa hecho público por la Universidad de Otago. De todos los ciudadanos estudiados, sólo el 3% fue en bicicleta al trabajo. En comparación, más del 80% de las personas en Nueva Zelanda lo hicieron en automóvil.
Diferencia por edad y sexo
El estudio ha encontrado importantes variantes entre sexos. “Hemos encontrado diferencias de género en el modo de desplazarse hasta el trabajo: en concreto, el 2% de las mujeres frente al 4% de los hombres”, señala Shaw. “Por el contrario, ellas se desplazan más a menudo caminando (7%) frente a los hombres (5%)”. Asimismo existe unna mayor proporción de ciclistas jóvenes que usan la bicicleta en bicicleta, caminan o utilizan el transporte público en comparación con las personas de mayor edad.