Lo mas llamativo
En cuanto a los productos, me quedé perpleja con la “lancha-cargo bike” que mostró la marca BeTRITON. Es algo único que no había imaginado ni que pudiera existir. También me resulto muy interesante que, además de la exhibición de cargo bikes, tuvieran tanto protagonismo los espacios de debate, algo que a buen seguro también tendrá cabida en la próxima edición de Ciclosferia.
La ciclologística afecta a necesidades básicas del ciudadano e impacta de forma directa en el espacio público, por lo que no debería dejarse toda la iniciativa a empresas privadas.
Fue en uno de estos debates donde escuche un comentario sobre la ciclologística que me hizo reflexionar: el sector del reparto de mercancías se deja casi en su totalidad en manos privadas, cuando es un servicio que afecta a necesidades básicas del ciudadano y que impacta, de forma directa, en el espacio público. Sin embargo, no se le presta demasiada atención a la hora de diseño urbano o de la planificación de la movilidad, cuando precisamente ellos son las personas que mas tiempo y kilómetros recorren cada día en la ciudad. La reflexión vino de la mano de Freightmatters, una consultora de movilidad local.
Las bicicletas de carga en los Países Bajos y en España
Aquí, en los Países Bajos, el uso de las cargo bikes familiares se ha disparado: hace unos tres años había solo dos marcas en el mercada y ahora se ven mucha mas cantidad y variedad de marcas.
Además han aparecido también proyectos con bicicletas de carga familiares en modalidad de sharing, como Cargoroo, que estuvo presente en el International Cargo Bike Festival. En cuanto a la parte de logística, me parece curioso, no haber detectado un crecimiento demasiado llamativo de bicis de carga ni en su cantidad ni en su variedad en Ámsterdam.
Respecto a España, creo que el mercado está inmaduro para las bicicletas de carga familiares. Y uno de los motivos es porque su público objetivo es, principalmente el de las mujeres (son las que más se ocupan del cuidado de los niños); pienso que, si actualmente ya les cuesta moverse en bicicleta por motivos de seguridad, veo improbable que lo comiencen a hacer con toda su familia en una bicicleta de carga. De todos modos, en pueblos o ciudades pequeñas y menos transitadas por vehículos a motor, las bicicletas de carga sí que podrían funcionar inmediatamente. Ya he conocido a gente que tiene una y la usa con toda su familia.
Es complicado que, ahora mismo, las bicicletas de carga sean una opción para las mujeres. Si ya temen por su seguridad en bici, ¿cómo van a hacerlo transportando, además, a sus hijos?
En ciudades donde hay una infraestructura segura para bicicletas, lo que se tendría que ocurrir es una ampliación del espacio de los carriles bici, porque estas bicicletas son más anchas. En Países Bajos se han actualizado las medidas de ancho del carril bici y la “etiqueta A” ha pasado de 2,3 metros a 3 o 4 metros de anchura. Y este cambio ha venido precisamente para dar cabida a las cargo bikes.
Y por dar un apunte sobre la logística en España, creo que la buena climatología lo convierte en el lugar perfecto, y estoy segura que casi cualquier negocio se beneficiaría, sobre todo, por un ahorro de tiempo. Además creo que aumentaría exponencialmente la eficiencia en el uso del espacio de carga.
La Década de las Cargo Bikes
Esta es la etiqueta que ha usado este año el Festival. Aunque estoy de acuerdo, yo añadiría que esta es la Década de las Bicicletas de Carga Familiares. Durante el International Cargo Bike Festival la mayor parte de expositores se centraban en ciclologística y me hubiera gustado ver más opciones de bicis familiares. Aunque entiendo que el carácter del Festival es más profesional que para público general.
Pero insisto, creo que las cargo bikes son una maquina extraordinaria para las familias. Ahora que se habla tanto de la situación económica y la subida del precio del carburante, una bicicleta de carga puede evitarle a una familia a destinar un 20% de su presupuesto a comprar, mantener y usar un coche. Por aproximadamente 6000 euros (unas cuestan algo más, otras algo menos), puedes moverte con tus hijos sin tener que sumar ningún otro gasto adicional.
Tener una bicicleta de carga puede evitar a una familia el destinar un 20% de su presupuesto a comprar, mantener y usar un coche.
Por otro lado, para los niños es una aventura. No van sentados aburridos en la parte de atrás del coche, sino que interactúan con lo que ven durante el recorrido y la padre o madre. Lo veo cada día en Ámsterdam y como ejemplo de la situación contraria, el otro día viajaba con mi sobrina de nueve años en el asiento trasero del coche y ella no podía fijarse en el maravilloso paisaje rodeado de pueblos de cuenta que el resto estábamos disfrutando porque no llegaba a mirar por la ventana.
Por supuesto, otra ventaja es que al moverte en bicicleta puedes llegar hasta la misma puerta de tu destino ocupando mucho menos espacio. Esto evita esas colas y dobles aparcamientos de coches en la puerta de los colegios que estamos tan habituados a ver.
Por supuesto además de varios niños, puedes combinar llevar carga con ellos porque hay espacio suficiente y, no quiero dejar de mencionar el tema de la salud: ya no solo la madre o el padre mejoran su estado físico, además están evitando a sus hijos el respirar el humo del coche que ellos mismos van generando.
Seguros pendientes
Por último, debemos reflexionar sobre la seguridad de las bicis de carga y el riesgo de robo. Los productores deben mejorar los sistemas de seguridad, pero también debemos hacer algo para que las empresas de seguros entren y apuesten por este sector con fuerza.
Por lo que parece, en España, al no tener suficientes datos de uso de este tipo de bicicletas, el cálculo de primas puede ser complicado, pero los datos existen en Países Bajos. No sé si la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) está trabajando en este punto específicamente, pero si no es así, los animo a tomar la iniciativa en la Década de la Bicicleta de Carga.