Amenazaba lluvia, pero la cosa quedó en apenas unas gotas. Este domingo fue el día escogido por el Ayuntamiento de Madrid para presentar los 32 nuevos kilómetros de itinerarios ciclistas de la ciudad, entre carriles bici segregados y ciclocarriles compartidos con los vehículos a motor. Una fiesta para la que estaba prevista la participación de la alcaldesa, Manuela Carmena, que sin embargo anunció en el último momento que no acudiría por recomendación médica.
Como ya contamos en* Ciclosfera,* los nuevos itinerarios ciclistas son los siguientes:
– El carril bici Santa Engracia-bulevares-prolongación Madrid Río (desde Aniceto Marinas hasta el puente de los Franceses) transcurre a lo largo de 10,63 km por las calles de Marqués de Urquijo, Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Santa Engracia, Aniceto Marinas (ciclocarril) y una senda ciclable en zona verde por el distrito Moncloa-Aravaca.
– El itinerario Pintor Rosales-Puerta de Toledo – Antonio Leyva – Avenida Oporto consta de 11,49 km repartidos en tres tramos. El primero, entre Pintor Rosales y Bailén conecta el Intercambiador de Moncloa, Ciudad Universitaria, la calle Bailén y Plaza España a través de Bailén. El segundo entre la calle Toledo y Antonio Leyva une ambas vías a través del puente de Toledo. El tercero, y último, es el tramo comprendido entre Avenida Oporto y Eugenia de Montijo, que sirve para conectar por el este con el Anillo Verde Ciclista.
– El carril Gran Vía de Hortaleza-Avenida de los Toreros cuenta con 9,70 kilómetros y discurre por las calles Ayacucho, Arequipa, Gran Vía de Hortaleza, López de Hoyos, Navarro Amandi, Domingo Párraga, Avenida de los Toreros, Montesa, Juan Bravo, Maldonado y Eduardo Dato.
Opiniones encontradas
En palabras de Adrián Fernández, del portal Ecomovilidad.net, “la construcción de itinerarios ciclistas en las grandes arterias de Madrid supone un paso más para la consolidación del uso de la bicicleta en la ciudad. Hasta ahora, estos espacios estaban ocupados por automóviles de forma hegemónica, obligando a las bicicletas a padecer los atascos que causa el coche y disuadiendo a ciclistas potenciales”.
“Hasta ahora, estos espacios estaban ocupados por automóviles de forma hegemónica”
“No obstante”, añade Fernández, “en los últimos itinerarios ejecutados resulta cuestionable la variedad de tipologías escogidas para cada tramo, muchas de las cuales son nuevas en Madrid. Un aspecto que contradice la necesidad de una red homogénea y fácil de leer para todos los usuarios, y ha generado no pocos debates sobre el carril bici eclipsando las otras mejoras asociadas. Es importante destacar que, al margen del carril bici, estos trabajos han servido para ampliar aceras, instalar nuevos avanzamotos/bicis, habilitar nuevos pasos de peatones y reducir la longitud de los existentes”.
Juanitez G. Alberdi, creador del Gato Peráltez y autor del libro Manual Ilustrado del Ciclante Urbano, también reflexiona para Ciclosfera sobre los nuevos itinerarios. “Los colectivos ciclistas vienen reclamando la construcción de carriles bici desde los años ochenta. Cuatro décadas después ,el Ayuntamiento de Madrid quiere saldar esa deuda con la mejor de las intenciones, pero 40 años dan para mucho y por el camino algunas cosas han cambiado. Al parecer, ni la administraciones ni algunos activistas se han dado cuenta de que no podemos persistir en querer ser daneses u holandeses en pleno centro de la meseta”.
“Las nuevas infraestructuras no son homogéneas y cada una tiene un diseño diferente a las otras”
“Estas nuevas infraestructuras no son homogéneas y cada una tiene un diseño diferente a las otras”, prosigue Juanítez. “Algunas ponen en serio peligro a los ciclistas por su estrechez y por dejarlos emparedados entre vías de tráfico rápido (como en la zona de bulevares); otras se han diseñado en lugares que no requerían intervención alguna y por los que ya se podía transitar en bicicleta sin problemas (Avda. de los Toreros), y el carril bici de Santa Engracia se ha hecho bidireccional en contra del criterio de los expertos en este tipo de soluciones. Si a esto le añadimos que todo se ha pergeñado sin un proceso participativo real, el resultado es bastante decepcionante si lo que se pretende es normalizar otros usos de transporte en la ciudad. Para muestra, el botón de la inauguración del pasado domingo, donde la gente acudió escoltada por SAMUR-Protección Civil, con el tráfico cortado por la policía municipal y todo el mundo pertrechado con chalecos reflectantes. De este modo lo único que se consigue es alterar la realidad al proyectar una imagen de que andar en bici es un ejercicio de riesgo y no un medio de transporte seguro.
“Madrid sigue teniendo un problema de exceso de coches, de velocidad y de ruido, y estas infraestructuras ni reducen esta lacra ni van a atraer por sí mismas a miles de nuevos ciclistas”, concluye Juanítez. “Como aspecto positivo sí quiero destacar que, al menos, se han construido en calzada y esto supone el punto y final a la época horrible de las aceras bici y al daño que estas han hecho en muchas de nuestras ciudades y a sus peatones”.
Las obras de los nuevos itinerarios ciclistas han durado seis meses y han contado con un presupuesto de 7.982.064 euros. De cara al año que viene se prevén otras actuaciones como el itinerario ciclista de Camino de Vinateros (distritos de Moratalaz y Retiro), otro en la avenida Burgos-plaza de Castilla (distrito Fuencarral-El Pardo y Chamartín). Además, está previsto remodelar el Anillo Verde Ciclista, muy deteriorado. Y por supuesto, la que será una de las obras estrella de la legislatura: la de la nueva Gran Vía.