Vehículo de crecimiento y satisfacción. Un billete sin escalas a nuevos rincones y gentes, atmósferas y lugares. Montar en bicicleta y, en nuestro caso, trabajar con gente ciclista nos ha regalado muchas historias y todavía más amigos. Como Fernando, un arquitecto que pinta, un pintor que proyecta. Pedal y pincel, cuadros que plasman momentos como este romántico paseo por Chicago. Una pareja, ya inmortal, que comparte con nosotros colores, sudores y risas desde un pedestal: su sillín.