Todos fuimos niños... Y quizá llegaremos a viejos algún día. Veremos entonces la vida con otros ojos: los de la experiencia y el balance. Los de la serenidad y, esperemos, también los de la sabiduría. Pero, por qué no, sabremos también disfrutar de otra manera de existir y degustar las pequeñas cosas.
A esa etapa tan especial le dedicó Marius Van Dokkum una ilustración. Una paradoja, tal vez. Una oda a la temeridad y el desenfreno que parecen ligados a la juventud. Un canto a la alegría y a las ganas de vivir. A la determinación de mantenernos siempre en movimiento. De seguir pedaleando por muchos años que pasen.
Este Ultimátum, como este número de Ciclosfera al completo, está especialmente dedicado a nuestros mayores, los que más han sufrido la pandemia. En la soledad de los hogares o en las castigadas residencias. Por ellos, y gracias a ellos, estamos aquí. Siempre con el turbo puesto.