Todo empezó con una llamada. "¿Puedo ir a ver tu estudio y me enseñas en qué estás trabajando?" Javier Chapa fue mi profesor de pintura en Bellas Artes y con los años he seguido teniendo contacto con él como artista y como persona. Sabía que su estudio, situado en pleno barrio de Ruzafa en Valencia, no me iba a defraudar y por eso fui acompañada de mi Canon EOS 5DsR.
Hice bien, porque fue llegar y encontrarme con él sumido en su obra dentro de un espacio espectacular. El techo, la luz, las formas… el artista en la lejanía… y cómo no, su inseparable bicicleta. Hace años que dejó de hacer windsurf y snowboard, y ahora disfruta con la bici de carretera y de montaña, subiendo a la Sierra Calderona a buscar inspiración.