Nacido en 1962 en Barcelona, Bartoll recuerda sus veranos infantiles subido en una BH plegable por Sant Cugat. Nunca en Barcelona, hasta que en 1985 su hermano volvió de un viaje por Europa con una máxima: “Hay que moverse en bicicleta”. A su hermano se la robaron el primer día, pero Jordi tuvo más suerte: conservó otra BH (de paseo, negra y con tres marchas) el tiempo suficiente como para subir cada día el Tibidabo, cruzar Balmes jugándose la vida y, ya trabajando, visitar clientes con chaqueta, corbata…y bici. “Al verme, alucinaban”, explica, “pero yo estaba encantado”.
Un autodidacta
Empezó a trabajar como ilustrador, se mudó de Barcelona a Sant Cugat, se casó y aparcó la bicicleta entre semana. Pero su curiosidad le llevó a hacer en 2005 sus primeros experimentos. “No conseguía encontrar la bicicleta que quería”, asegura, “porque en las tiendas no tenían lo que buscaba. ¿Que quería un manillar de paseo bonito? Me daban un palo recto y horroroso”.
Encontró en Internet Velo Orange, y empezó a comprarles productos. Cuando le llegaban, Bartoll se iba a montarlos al garaje de sus padres en Sant cheap mlb jerseys Just Desvern y se pasaba horas hablándole de sillines, pedales y componentes a su mujer.
“Así nació el blog, en 2009”, recuerda, “fruto de su desesperación. ¿Quieres estar todo el día hablando de bicicletas? Pues haz un blog. Y lo hice: poco a poco, solo, probando cosas”.
Probando cosas empezó a recuperar pegatinas antiguas. Y, aprovechando su experiencia como ilustrador, las empezó a hacer él. La gente, al verlas en el blog, le pidió precio. “Se me encendió la luz: tenía un curro frustrante. Acababa de ser padre. Tenía tiempo. Así que busqué recambios, sillines, timbres, luces, seguí con el blog y monté la tienda. He acabado dejando mi trabajo cutre y ahora me dedico sólo a esto”.
La edad de oro
Ahora, además cheap jerseys de un blog de referencia, tiene multitud de pedidos, acuerdos con Orbea, el Museo de Ciclismo de Menorca y, espera que se cierre pronto, BH. ¿El problema? “Me falta tiempo. Ir al taller, preparar paquetes, encargar ‘The planchas o development cuero, serigrafiar pegatinas, pintar chasis… Reciclone da mucho trabajo, pero dinero solo para una persona. Y, además, soy muy maniático: me gusta hacerlo todo yo, y lo puede hacer ! cualquiera: solo hacen falta manos y cerebro. Cabezonería”.Los comentarios del blog wholesale jerseys son positivos, “pero siempre hay alguien que te insulta o algún buitre que te copia cosas o, incluso, compra productos cheap jerseys reciclados para revenderlos”. Cree que el reciclaje de bicicletas es una moda, pero también que “vivimos una edad de oro. Cuando empecé éramos tres. Ahora hay decenas de blogs sobre el tema”.
¿Y la bicicleta? ¿Es también una moda? “Un poco”, afirma, “y gracias a la crisis. Pero iniciativas como Bicing ayudan.Yo no las usaría nunca, son horrorosas, pero me parece genial que se usen. ¿El problema de la bicicleta en España? Que no hay normas claras. Que algunos lugares, como Valencia, viven una ofensiva anticiclista. Que, siendo víctimas, nos echen la culpa de todo”.