No es, desde luego, la primera vez que os hablamos de un accesorio para pasear en bicicleta con perros: en los últimos tiempos, sin ir más lejos, han desfilado por aquí remolques, cestas delanteras o, como es este caso, cestas traseras para mascotas. Y es que el último "juguete" que ha caído en nuestras manos es la cesta trasera Basil Pasja, orientada a perros pequeños, ligeros y, eso se da por supuesto, amantes de las bicicletas. Como nuestra querida Monda cumple con todos los requisitos... ¡la hemos subido durante muchos paseos a la cesta, y estas son nuestras conclusiones!
¿Qué es?
La Basil Pasja es una cesta de mimbre, con un acabado de laca de color natural. Sus medidas son muy compactas (45 centímetros de larga, 35 centímetros de ancha y 33 centímetros de alta), y está concebida para ser enganchada al remolque trasero de una bicicleta. Hay otras versiones (por ejemplo, un modelo llamado L, con un tamaño de 50 centímetros de larga, 36 centímetros de ancha y 38 centímetros de alta, con un volumen de carga de 38 litros), pero la que hemos probado es idónea para transportar perros pequeños, como es el caso de Monda, el que hemos utilizado en esta prueba, un bichón maltés toy de apenas dos kilos y medio (el peso máximo recomendado para la cesta es de diez kilos). La cesta viene con una base MIK para enganchar a la bicicleta (de eso hablaremos ahora), incluye un cojín (también lo detallaremos) y puede incorporar, como opción, una "cúpula de alambre" (así lo define la marca) para que nuestro pasajero (en este caso, pasajera) no tenga la tentación de arrojarse en marcha y esté más "controlado" en la cesta.
Estética y tacto
La Pasja es de mimbre, una fibra natural que se obtiene a partir de un arbusto de la familia de los sauces y muy frecuente en, por ejemplo, muebles de exterior. ¿Por qué? Se trata de un material muy resistente y ligero, lo que permite transportarlo casi sin esfuerzo y resistir bien un uso habitual. Además, claro, el resultado a nivel visual es muy bueno, y combinado con una bicicleta de estética clásica (hemos usado la cesta con una Capri Berlín, una bonita eléctrica de paseo), queda muy elegante. El hecho de estar realizado con un material natural y trenzado a mano nos parece muy interesante, claro, a nivel medioambiental, al ser mucho más respetuoso que una cesta hecha con plástico (uno de los pilares de la filosofía de Basil, y que menciona en casi todos sus comunicados, es la sostenibilidad). Y, en cuanto a su mantenimiento y limpieza, no es muy exigente: por supuesto, no es tan fácil de mantener como una cesta de plástico, pero basta un poco de cuidado y pasarle un paño de vez en cuando para mantenerlo en perfectas condiciones.
El que la cesta esté hecha de mimbre le da un aspecto agradable y es más sostenible que si fuese de plástico, aunque dificulta algo más su limpieza.
El tacto es rugoso y áspero pero, al menos por lo que hemos intuido con nuestra perra, para nada desagradable para un pasajero canino. Como decíamos, la cesta incluye un cojín que parece muy cómodo, se adapta perfectamente a la cesta y puede lavarse en la lavadora.
Instalación, montaje y desmontaje
Este proceso es a nuestro entender una de las grandes claves a la hora de recomendar o no un accesorio de este tipo. Por supuesto, la seguridad es lo primero: la cesta debe estar perfectamente enganchada a la bicicleta, tanto como si llevásemos, por ejemplo, una sillita infantil. Para conseguirlo, la Basil Pasja esta fuertemente sujeta a una base MIK que, a su vez, se engancha a la bicicleta a través de un adaptador universal. Este adaptador es una base de plástico negro equipado con cuatro agarraderas que podemos aflojar o apretar con sus respectivos tornillos (se giran con una simple llave Allen). El proceso, aunque bastante sencillo, exige algo de paciencia, sobre todo si como era nuestro caso el portabultos de la bicicleta es corto y hay que conseguir que la cesta quede bien instalada sin chocar con el sillín. Nos equivocamos varias veces pero finalmente, y en aproximadamente un cuarto de hora, conseguimos que las cuatro agarraderas quedaran perfectamente enganchadas. Eso sí: si lo conseguimos fue gracias a que la cesta instalada era la de 45 centímetros de longitud... Tenemos serias dudas de que lo hubiésemos logrado con la más larga, por lo que recomendamos a los interesados comprobar bien que, en este caso, el portabultos tiene suficiente tamaño (más de cincuenta centímetros).
La instalación es algo compleja, aunque con un poco de voluntad y mucho cuidado conseguiremos que la cesta quede perfectamente fijada a casi cualquier portabultos trasero.
Una vez instalada la base adaptadora, la cesta entra con gran facilidad. Basta manipularla con un poco de habilidad para que los enganches entren a la perfección, momento en el que se producirá un click que nos asegurará de que todo está puesto de manera correcta. En caso de que queramos desmontar la cesta (algo que, probablemente, haremos con cierta frecuencia, aunque es cierto que además de para transportar un perro la cesta nos será muy útil para llevar otros objetos), hay una ranura trasera que, al ser presionada, hace saltar el accesorio. Basil incluye en el adaptador una especie de "llave" que se adapta perfectamente a esa ranura, lo que es un detalle de buen gusto, aunque es cierto que también podríamos aplicar casi cualquier otra llave o destornillador para obtener un resultado parecido.
Es habitual en los productos de Basil el uso de estos enganches MIK, y lo cierto es que siempre nos parecen tan cómodos como confiables y resistentes. En el caso de esta cesta Pasja no tenemos ningún reproche: la bicicleta está bien protegida (las abrazaderas tienen hasta una pequeña tira pegada que protege el portabultos), y la solidez del conjunto es excelente. No hay la más mínima vibración, y aunque tiremos de él con cierta fuerza no detectamos ningún movimiento.
En movimiento
Hemos usado durante estas semanas la cesta Basil Pasja, y desde el primer día nuestra compañera, Monda, pareció encantada. El hecho de viajar en la parte trasera incluso parecía transmitirle más confianza que en la delantera, aunque esto no sea "científicamente" demostrable. Lo cierto es que como usuario quizá viajes más tranquilo sabiendo en todo momento qué hace tu perro, y en ese sentido el que viaje a la vista es muy cómodo, pero en muchos de estos paseos he ido como compañero, en otra bicicleta, para ver el comportamiento de la perra, y parecía viajar muy segura, tranquila y feliz.
Para que nosotros también viajemos más tranquilos la cesta tiene unas aperturas en la parte inferior de los dos lados que facilitan el "atar" la correa del perro para evitar que se arroje en marcha. Evidentemente, recomendamos por lo tanto que el perro vaya siempre en la cesta con arnés, y que dar suficientes vueltas a la correa como para que, en caso de que el perro se cayera, ni se ahogue ni llegue al suelo o a pasar cerca de la rueda trasera de la bicicleta. En realidad, no es nada complicado encontrar ese termino medio, y que el perro viaje con total seguridad. En cuanto a esas aperturas, son muy cómodas para ese proceso de hacer pasar la correa y alcanzar una fijación perfecta, pero al mismo tiempo nos van a imposibilitar transportar objetos pequeños cuando no usemos la cesta con perro sino para llevar otras cosas. Quizá habría sido mejor que las aperturas estuviesen en la parte superior: en todo caso, es un detalle sin demasiada importancia ya que el principal uso de esta cesta es transportar animales, y en ese sentido nos ha parecido muy recomendable.
El precio recomendado de venta es de 99€, por lo que nos parece una muy buena opción para pedalear con tu perro.
El precio de venta recomendado de esta cesta es de 99€: aunque se trate de un importe elevado, no nos parece descabellado si tenemos en cuenta la comodidad que ofrece, la seguridad que nos da y la elevada calidad que transmite, por otra parte habitual en una marca de la trayectoria y el prestigio de Basil. El caso es que la cesta para perros Basil Pasja nos ha parecido muy, muy recomendable si tienes un perro pequeño y quieres salir con mucha frecuencia a pedalear con él: ¡sin duda, el poder pasear acompañado por tu querido animal aumentará, todavía más, tus ganas de montar en bicicleta, y ese es y será siempre nuestro objetivo!
Prueba de la cesta trasera para perros Basil Pasja 30L (PVP: 99€)
La Basil Pasja es una cesta trasera, para enganchar al portabultos de tu bicicleta. Está hecha con mimbre de buena calidad, y su tamaño la hace adecuada sólo para perros pequeños. El proceso de engancharla a la bicicleta es algo delicado, pero con un poco de atención y cuidado se consigue y apenas hacen falta herramientas. La sujeción es muy buena, la cesta tiene un muy buen acabado y parece dura. ¿Y el perro? Cuenta con un cojín fácilmente lavable, y viajará con total seguridad a poco que lo enganchemos con su correa a las aperturas laterales. Conclusión: un accesorio de muy buena calidad y absolutamente recomendable para quienes quieran ir en bicicleta bien acompañados.
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Estética
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Instalación
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Acabados
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Ligereza
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Seguridad
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Calidad/ Precio