Prueba de la Btwin E Fold 500: plegable, eléctrica y para cualquier bolsillo

Por fortuna (y, también podríamos decir, por lógica), cada vez más personas se están planteando comprarse una bicicleta eléctrica para sus desplazamientos. Si ésta es, además, plegable, su practicidad se puede disparar: puede ser mucho más cómoda de "aparcar" en un piso pequeño o en una oficina, podemos transportarla en el maletero de un coche si viajamos o, en definitiva, reducir su tamaño si nos movemos en transporte público o muchas otras situaciones.

Sin embargo, no siempre es sencillo encontrar el modelo perfecto para buena parte de los usuarios. El primer escalón de acceso sigue siendo, para muchísima gente, el precio: es muy difícil de asumir el tener que pagar 4.000, 3.000 o incluso 2.000 euros por un vehículo que para mucha gente sigue siendo sinónimo de ahorro y modestia. Pero es que, además, y aunque haya muchas opciones por precios por debajo de los 2.000 euros, muchas veces no resulta sencillo encontrar una máquina fiable y que a ese precio contenido le sume un comportamiento agradable o, en el caso de una plegable eléctrica, un chasis decente o una batería de calidad.

Para ocupar ese hueco, como tantas otras veces, aparece el gigante francés Decathlon, que sigue siendo para una enorme parte del público el lugar donde encontrar accesorios deportivos de calidad y a un buen precio, y que desde hace un tiempo aspira a representar lo mismo en el ámbito de la movilidad urbana y, por supuesto, las e-bikes. Y en este campo, el de las bicicletas eléctricas urbanas y, para colmo, plegables, su mayor apuesta para presupuestos reducidos es esta Btwin E Fold 500, una e-bike plegable con un precio muy, muy llamativo: 1.099,99€.

Decathlon aspira a ofrecer una eléctrica plegable con el equipamiento básico, un plegado sencillo y un comportamiento correcto por poco más de mil euros... ¿Lo habrá conseguido?

En un momento en el que, debido a distintos factores, es habitual hablar de bicicletas por encima de los 2.000 euros, presentar un modelo que apenas supera los mil (ojo, una cifra que sigue siendo prohibitiva para -por desgracia- buena parte de la sociedad) bien merece un análisis en profundidad. Si además viene de una marca como Decathlon, con decenas de establecimientos por todo el país y con un tránsito de visitantes apabullante, la curiosidad se duplica, ya que consideramos a la marca como un inmejorable escaparate para animar a un gran público a cambiar sus hábitos de vida y subirse a la bicicleta. Ya nos pasó con, por ejemplo, la deliciosa bicicleta de carga (en este caso long tail) Elops R500: cualquier nuevo lanzamiento de Decathlon que implique una apuesta por el ciclismo urbano y, en concreto, por alguno de sus "nichos" más eficientes (las cargo bikes, las plegables eléctricas) es bienvenido por lo que significa popularizar y democratizar este tipo de vehículos. Así que vamos con la Btwin E Fold 500: repetimos, una bicicleta eléctrica, plegable y que apenas supera los mil euros, pero que (se supone) aporta la fiabilidad y solvencia de cualquier otro producto Decathlon. ¡Vamos con ella!

Apariencia y primera impresión

Desplegada, la Btwin E Fold 500 llama la atención, aunque resulte paradójico decirlo en una bicicleta de precio accesible, por su elegancia. Pese a reunir "muchas" cosas en un tamaño compacto (el hecho de ser plegable, el transportín trasero, la necesidad de equipar un motor y una batería al tratarse de una máquina con asistencia eléctrica) el conjunto es bastante armonioso, y transmite cierto refinamiento. Mucho tiene que ver con el color elegido por la marca, ese verde "caqui" que, de manera ineludible, nos hace pensar en un coche clásico británico o en otras bicicletas plegables como la ineludible Brompton (a la que, claro, haremos mención varias veces durante este texto, al tratarse de la bicicleta plegable de referencia) o las Bickerton, también de origen británico y que tienen entre sus colores más vendidos este verde oscuro también llamado muchas veces 'British Racing Green'. A la Btwin, desde luego, le sienta muy bien, algo a lo que contribuye también el trazo sencillo pero bonito del cuadro, que culmina con una parte frontal "muy Decathlon" (y que coincide con el ya visto en la gama Tilt o, claro, otras opciones de la gama Fold) y disimula muy bien la parte del plegado.

Estéticamente, la E Fold 500 es bonita y elegante, con una sobria combinación de verdes y marrones y una batería y motor muy bien disimulados.

A la hora de empezar a probarla o, mejor dicho, tocarla, resulta desde el primer momento evidente que hablamos de una bicicleta con un precio reducido, como demuestran detalles como, sobre todo, el joystick con el que controlamos el nivel de asistencia o la llamativa presencia de la batería en la parte trasera (una solución que ya sólo emplean e-bikes de precio bajo, aunque es verdad que es una ubicación bastante cómoda y que, en el caso de la Btwin, no resulta en absoluto desagradable a la vista). Sin embargo, y sobre todo para un público no demasiado experto (a la postre, la mayoría de las personas, precisamente el tipo de cliente que suele acudir a Decathlon para encontrar su producto perfecto) la bicicleta tiene todo lo que se necesita: una apariencia no sólo agradable sino incluso bonita (es más: cuánto más la vemos, más nos gusta), un tacto razonablemente bueno y, esto es importante, buena parte de los accesorios que necesitamos para rodar cada día.

Plegado y desplegado

Tratándose de una bicicleta plegable, no podemos dilatar ya mucho más este aspecto: ¿cómo es el proceso de plegado y desplegado? ¿Hasta que punto resulta cómodo, sencillo y rápido de hacer, y que sensaciones transmite? Por supuesto, este es un detalle crítico en cualquier plegable, y más para nosotros, que desde hace muchos, muchos años somos usuarios y propietarios de este tipo de bicis. En el caso de la Btwin, y como ciclista urbano que se sube casi a diario a una Brompton, la primera impresión es, evidentemente, que tanto el sistema como el resultado final (la bicicleta plegada) están muy lejos de los de la plegable inglesa. Pero seamos claros y razonables: es absolutamente normal, considerando que esta Btwin apenas supera los 1.000 euros y la Brompton eléctrica (que también hemos tenido la suerte de probar) arranca en los 3.450€. Son, por lo tanto, precios y por ende opciones casi incomparables, por lo que inmediatamente nos obliga a hacer un ejercicio de realismo y analizar el plegado y desplegado de esta Btwin como algo particular, o mejor dicho comparable a precios de un similar precio (como podrían ser, a bote pronto, la Flebi Supra Lite 3.0 -desde 1.199€-, la Legend Monza -desde 1.399€- o su hermana, la Legend Siena, todavía más parecida a la Btwin pero notablemente más cara -1.499€-).

Sí: el plegado es sencillo, rápido y eficiente. No está en el 'top' de las plegables, claro, pero considerando el precio de la bici es mucho más que aceptable y práctico.

¿Entonces? Pues lo cierto es que el plegado de la Btwin E Fold 500 es muy sencillo, rápido y eficiente. No podemos decir hasta qué punto es también fiable (la hemos plegado y desplegado muchas veces, pero desde luego no tantas como lo hará la persona que la compre y, esperemos, la use casi a diario), pero a priori parece también de fácil mantenimiento y que no dará demasiados problemas. El proceso es, desde luego, muy sencillo, basta tirar de una pieza para quitar la seguridad de la bisagra central para que la bicicleta se doble en dos mitades, y después de doblar la potencia del manillar (otro proceso muy fácil que nos exigirá unos segundos) y los pedales (son, también, muy fáciles de plegarse) tendremos la bicicleta lista para, usando una cincha de goma (según el fabricante, "ha sido sometida a pruebas de resistencia: 2400 ciclos (1200 tracciones/1200 contracciones) con una fuerza de tracción de 13 Nm"), sujetarla a la altura de la potencia y dejarla reducida a aproximadamente la mitad de su tamaño. Las medidas oficiales de ese tamaño plegada son 84 centímetros de anchura, 73,5 centímetros de altura y 46 centímetros de profundidad (84x73,5x46), lo que implica que una vez plegada no hablemos de la bici más pequeña del mercado, pero sí de una digna rival de las bicis antes mencionadas (la Flebi, por ejemplo, está en 62x65x33 con ruedas de 16", mientras que la Legend Siena se va hasta los 87x80x46, aunque es cierto que lleva ruedas de 24" en lugar de los 20" de la Btwin).

No, no es la bicicleta más pequeña ni fácil de meter en el maletero de un coche o un autobús repleto de gente, pero desde luego sí supone un bulto notablemente más reducido que cualquier bicicleta convencional y, sobre todo, se maneja con bastante comodidad. Eso es gracias al diseño que permite llevarla, con el manillar extendido, como una especie de maleta trolley, rodando sobre la rueda trasera con facilidad y estabilidad. Plegada se mantiene también de manera muy fiable (apoya sobre un caballete muy bien integrado a nivel de diseño, y que permanece sorprendentemente "escondido" cuando la bici está desplegada), por lo que podemos decir (y esto es lo más importante) que sí, que es una plegable de verdad, y que no debemos tener ningún miedo a usarla como tal porque siempre nos resultará sencillo y el conjunto de bisagras parece bastante fiable.

En marcha

Cuando nos subimos a la bicicleta, esas buenas impresiones se corroboran con una postura bastante cómoda y adaptable a cualquier ciclista. El manillar, por ejemplo, es fácilmente regulable en altura, al igual que el sillín (aunque el sistema para subir y bajar la tija del sillín no termina de gustarnos del todo, sí es cierto que, por ejemplo, tiene un tope de seguridad para que no se pueda extraer y nos quedemos sin sillín), lo que nos va a permitir encontrar la medida perfecta para pedalear erguidos y muy a gusto. El mencionado sillín es bastante mullido y agradable, de espuma sin costuras, y los puños del manillar son ergonómicos (parecidos a, por ejemplo, los Ergon, una de las referencias del sector) y muy cómodos para realizar kilómetros. ¿En resumen? Que en muy pocos segundos y ajustando alturas y ángulos con mucha facilidad vamos a encontrar la postura perfecta para hacer muchos, muchos kilómetros por la ciudad.

Antes de entrar en el sistema eléctrico, quiero pararme en otro elemento importante de cualquier bicicleta urbana, y más en el caso de una plegable con ruedas no demasiado grandes: el cambio. Aquí los creadores de la E Fold 500 han querido apostar por lo seguro, equipándola con un Shimano Tourney de seis velocidades, que activamos con un puño giratorio. Este sistema de cambio con puño giratorio no es nuestro favorito, pero sí está muy probado y resulta relativamente práctico para la ciudad, así que lo consideramos un elemento razonable dentro de una e-bike con este precio, y desde luego asegura una buena fiabilidad (lo han equipado decenas de miles de bicis de muy distintas marcas) siempre que dediquemos un mínimo tiempo a cuidarlo (lo que asegurará un rendimiento agradable). ¿Algo más? Sí: echamos de menos un par de piñones más, para poder ir todavía más desahogados (y rápidos) en las cuestas abajo.

Motor y batería

Vamos ahora con el motor y la batería, parte (evidentemente) fundamental a la hora de hablar de una bicicleta eléctrica. Esta Btwin lleva el motor en la rueda trasera, con una potencia máxima (la habitual por temas legales) de 250W que procuran hasta 35Nm de par, una potencia más que suficiente para un modelo de estas características y que nos va a permitir desplazarnos con mucha alegría por la ciudad, por muchas cuestas a las que debamos enfrentarnos. La asistencia eléctrica se "corta" al alcanzar los 25km/h (como en cualquier otra e-bike "normal"), y en esta Btwin contamos con tres niveles: 'Eco' (asistencia mínima, lo que implica mayor autonomía y la necesidad de un esfuerzo casi similar al que realizaríamos en una bicicleta convencional), 'Normal' (limita la autonomía, oficialmente, a unos 40 kilómetros y permite rodar con mucha más "alegría") y 'Boost', que compromete notablemente la autonomía (que, con mediciones realistas, difícilmente superará los 20-25 kilómetros) pero que supondrá una agilidad mayúscula, reduciendo los tiempos de trayecto de manera sorprendente y, claro, dando al usuario la máxima diversión.

Estos niveles de asistencia (y el nivel de batería, de la cual hablaremos en el siguiente párrafo) se controlan con un rústico joystick, uno de los elementos menos satisfactorios de esta bicicleta a nivel estético tanto por los colores elegidos como, en general, por los materiales empleados y textura y ergonomía alcanzados (no siempre sentimos que los botones nos responden bien). Sin embargo, es un pequeño peaje que debemos asumir al tratarse de una e-bike con un precio tan razonable, y lo cierto es que cumple adecuadamente su función y, a la postre, nos permite rodar con naturalidad y ofrece la información básica necesaria (no incluye, eso sí, datos muchas veces interesantes pero realmente prescindibles como la velocidad a la que circulamos o la distancia recorrida).

En cuanto a la batería, cuenta con 252 Wh (36 V/7 Ah) y, como hemos dicho, está integrada en el portaequipajes trasero. A su favor, decir que cuenta con llave para impedir su robo y que es muy fácilmente extraible, lo que resulta muy práctico a la hora de, por ejemplo, dejar la bicicleta aparcada en el trastero o en el aparcamiento de la oficina y subir sólo la batería para aprovechar ese tiempo de descanso (o de trabajo) para volver a cargarla por completo y disponer en cada trayecto de la máxima autonomía. Según Decathlon, podremos realizar ese proceso de carga completa hasta 500 veces sin que la batería vea mermada su capacidad, y a partir de esos 500 ciclos de carga tendremos que asumir que empezará a perder capacidad. La garantía, en todo caso, es de tres años, y un detalle interesante es que podemos adquirir otro modelo de batería adicional con más capacidad (en este caso, una de 36 V y 11,6 Ah, capacidad 417 Wh, que aumenta la autonomía máxima hasta los 70 kilómetros), totalmente compatible.

Una vez en movimiento, el comportamiento de la Btwin es más que satisfactorio. El empuje del motor es suficiente para asegurar la comodidad e incluso la diversión, y en general la bicicleta ofrece un buen balance entre comodidad y diversión. Para ser una plegable el chasis trabaja muy bien, y en ningún momento hemos sentido crujidos o indicios de inestabilidad, y por ejemplo nos han sorprendido gratamente los frenos, un sencillo sistema V-Brake de pastillas suficientes para detenernos en distancias razonables y sin ningún ruido ni comportamiento extraño. Evidentemente, tampoco contamos con algo parecido a una suspensión, pero la sencilla horquilla delantera trabaja con bastante solvencia y, en general, el cuadro (de acero, el mismo material que la horquilla delantera) transmiten nobleza y bastante solidez (pese a que las dos personas que hemos probado la bicicleta superamos los 80 kilos de peso).

Es probable que buena "culpa" del buen comportamiento general de la bici también la tengan las ruedas, con medidas 20 x 1,75 y distintos detalles interesantes: bandas reflectantes para obtener mejor visibilidad con poca luz, tecnologías para prevenir (en la medida de lo posible) los pinchazos y hasta unas bandas marrones "vintage" que van muy bien con el verde de la bicicleta para transmitir la elegancia y hasta sofisticación antes reseñadas.

Equipamiento básico

Ya para terminar, mencionar (y destacar) el buen equipamiento que ofrece la bicicleta, que nos van a permitir "salir" del Decathlon (o de casa, si preferimos que nos la entreguen a domicilio) pedaleando sobre ella al contar con todos los elementos necesarios para circular con normalidad y seguridad. Es decir: contamos con una luz delantera y trasera (se activan a través del display de control, y aunque no sean las más potentes ni complejas del mercado servirán perfectamente para salir del paso, e incluso podríamos decir que la delantera ofrece una luminosidad destacable), con una pata de cabra robusta que nos permitirá aparcar con confianza y seguridad la bici sin miedo a que se caiga, guardabarros delantero y trasero para protegernos del agua y posible suciedad del suelo y, nos encanta este detalle, un práctico transportín trasero, que además de envolver y proteger la batería de posibles caídas (muy, muy buen detalle) nos permite llevar todo tipo de objetos (siempre, claro, que no supongan un peso excesivo), para lo que también contamos con unas cintas elásticas que nos van a permitir sujetar la carga con bastante seguridad.

En cuanto la tengas, podrás salir a rodar con ella, porque esta E Fold 500 tiene todo (luces delantera y trasera, pata de cabra, portaequipajes trasero...) lo imprescindible para un buen paseo.

Pero, si el equipamiento de serie ya nos parece interesante, la marca ofrece bastantes accesorios para personalizarla a nuestro gusto y hacerla todavía "mejor". Así, como opciones, están una bandolera de 25 litros que se integra directamente a la zona delantera del cuadro o unas bolsas para instalar en el portaequipajes, además de la opción ya mencionada de contar con una batería de mayor capacidad. Por desgracia, en cambio, la marca dice que es incompatible el uso de una silla de bebé (imaginamos que por temas de peso y estructura) o de un remolque infantil (si queremos o necesitamos usar alguno de esos maravillosos accesorios, la gama de urbanas de Decathlon dispone de varios modelos que sí permiten usarlos).