Cuando uno piensa en Moscú, la capital rusa con más de 12 millones de habitantes, no le vienen a la mente bicicletas. Pero las hay, y cada vez más. Por eso este fin de semana (viernes y sábado) se celebra allí el Congreso Internacional de Ciclismo, un evento que aspira a crear una plataforma común para todos los organismos interesados en promocionar la bicicleta como medio de transporte.
Vladimir Kumov es uno de los responsables de que la bici tenga cada vez más presencia en Rusia a través de Let’s bike it!, y es también uno de los creadores del Moscow International Cycling Congress. “Hicimos el primero en 2016”, explica, “y fue allí donde por primera vez pudieron reunirse los líderes de distintas asociaciones cicloactivistas”.
A 28 grados bajo cero
Sin embargo, todo empezó a más de 13.000 kilómetros de distancia. En 2010 Kumov visitó por primera vez Buenos Aires. “Viví allí tres meses”, cuenta, “y me impresionó cómo, a base de infraestructura ciclista, estaban cambiando la ciudad. Cuando regresé a Moscú tardé cuatro horas en llegar en coche del aeropuerto a mi casa, y me di cuenta de que nosotros también necesitábamos cambiar las cosas. Era periodista, trabajaba en publicidad y estuve dándole vueltas a cómo ayudar a lograrlo… Con una amiga que trabajaba también en publicidad cogimos las bicis, desde San Petersburgo a Lisboa, e hicimos una película. La presentamos en todo el país, inspiramos a mucha gente a hacer cosas y, después, preparamos el primer bicipaseo de Moscú”.
El primer Bike Parade, en 2012, llamó la atención de las autoridades sobre la bicicleta
En Rusia no existe la Masa Crítica: está prohibido hacer eventos con más de determinadas personas sin permiso de las autoridades. Kumov y su amiga lo intentaron, y finalmente en 2012 celebraron el primer Bike Parade de Moscú (sí, el mismo evento que se celebró el pasado enero, causando el estupor en múltiples medios de comunicación de todo el mundo al reunir a ciclistas… ¡a casi 30 grados bajo cero!), que reunió a 8.000 personas. “Fue todo un acontecimiento”, reconoce Kumov. “No esperábamos a más de 2.000, pero se extendió por todas las redes sociales y empezó a aparecer en todos lados. Sirvió para que el gobierno moscovita empezara a prestarle algo de atención a la bici: desde entonces hacemos un paseo ciclista en cada estación, y el de invierno es, en efecto, particularmente atractivo”.
Mirando al mundo
El éxito del Bike Parade trajo más actividades. Desde 2014, por ejemplo, se celebra otro evento llamado ‘Al trabajo en bici’, en el que las asociaciones ciclistas colaboran con empresas tan importantes como el coloso Gazprom. Más de cien ciudades forman parte de esta actividad, en la que, durante un día, los ciclistas tienen descuentos en distintos comercios. “Las empresas que se han sumado”, explica Kumov, “están pendientes de lo que está pasando en EE UU y partes de Europa. Quieren que sus empleados lleven una vida más saludable y activa, y por eso están apoyando el evento”. La próxima edición será el 19 de mayo, apenas 9 días antes de otra tradición ciclista local, el Bicipaseo del último domingo de mayo (será el 28), en el que Kumov espera que se reúnan hasta 60.000 personas (el año pasado fueron 42.000).
“El ciclismo urbano es una tendencia mundial”, dice Kumov, “y no podemos quedarnos fuera”
“Moscú no es tan grande como muchos dicen”, asegura Kumov, al que le recuerdo que la ciudad se extiende por una superficie, aproximadamente, unas cinco veces mayor que la de Madrid. “Puede parecerlo, pero casi todo el mundo trabaja por el centro. Lo que complica el uso de la bici no son las distancias, sino la velocidad de los coches y la abundancia de túneles o puentes por los que es muy peligroso circular. Además, hay pocas plazas de aparcamiento, y mucha gente no sabe qué hacer con su bici. Los políticos no contemplan la bicicleta con un medio de transporte, pero hay cosas que están cambiando: van construyendo carriles bici, el centro se está peatonalizando y estamos intentando que la policía evite que los coches circulen a tanta velocidad. Hay demasiadas cosas ancladas al pasado en Rusia, pero el ciclismo urbano es una tendencia mundial y nosotros no podemos quedarnos fuera”.