Nació en La Habana, pero desde hace años vive en Valencia. Ha trabajado para medios el prestigio de The New York Times, The Washington Post, Los Angeles Times o Nature. Miguel Monkc es también el autor del irresistible cartel de Ciclosferia 2024.
Eres un cubano muy valenciano...
Nací en La Habana en 1991, y allí estudié Diseño Gráfico. Quería especializarme en cartelería e ilustración, encontré un Master en Valencia y justo entonces la ciudad fue elegida Capital Mundial del Diseño, lo que me llamó aún más la atención. Investigué sobre la ciudad, me gustó el programa del master, decidí venirme y, desde entonces, vivo aquí.
¿Por qué te quedaste en Valencia?
Al imaginar Cuba, casi todo el mundo piensa en el Caribe, en algo parecido a la selva, pero la verdad es que en La Habana casi ya no quedan árboles y Valencia en particular, y la costa española en general, me pareció muy verde. Además hablamos de una gran ciudad europea, con muchos avances y comodidades que no tenía en mi país. Podría haberme mudado a Madrid o Barcelona, donde hay más trabajo para los diseñadores, pero Valencia es muy agradable, más barata y un colchón perfecto para aterrizar.
Para aterrizar… y moverte en bici
Así es: me muevo a todas partes en bici. En Cuba la usaba muy poco porque es peligroso, apenas hay infraestructura, mientras que Valencia está llena de carriles bici. Lo he intentado también en Madrid o Barcelona, pero hay mucho más tráfico y los carriles bici están más desconectados.
¿Cómo definirías tu estilo?
Como concreto y muy gráfico. Antes era más detallista y añadía más texturas y patrones, marcando más los espacios. Con el tiempo me he vuelto más concreto y juego más con el minimalismo y la gráfica. Me gusta enfocarme en el tema, sin añadir demasiada decoración. Creo que me quedo con lo realmente importante y con el concepto final.
¿Cómo creas un cartel como el de Ciclosferia?
El diseño, al igual que la literatura, contiene una larga lista de herramientas semióticas. Hay también metáforas, hipérboles, elipsis… Así que fui buscándolas y cuando encuentras algo que encaja, como las ruedas redondas de una bicicleta y las naranjas, que simbolizan Valencia, las unes. Me gusta que el cartel juegue con la retórica, que haga sonreír o sorprenda al espectador, o incluso logre atrapar su atención a través de conceptos sencillos.
"Cuando encuentras algo que encaja, como las ruedas redondas de una bicicleta y las naranjas, que simbolizan Valencia, las unes" (Miguel Monkc)
¿Cómo se logra vivir del arte?
Cuando empecé a estudiar me apasionaba la tipografía, soñaba con diseñar tipos de letras, porque siempre me ha gustado ir por caminos raros, ser curioso, recorrer lo inexplorado. Amaba la tipografía, pero era imposible vivir de ella y menos en Cuba, donde no se puede vender tu trabajo a través de una tienda online. Así que abandoné ese camino (aunque sigo creando la tipo de mis carteles) y, al llegar a España a estudiar, mi estilo le gustó a Anna Goodson, una importante agencia de representación artística.
De ahí me llegaron trabajos como los de The New York Times, el Washington Post o un montón de encargos más. Además en España, y más en concreto en Valencia, también me ha contactado gente de festivales, eventos y cartelería diversa. Mi tercera fuente de ingresos es Elegant Clutter, una empresa británica relacionada con el mundo del arte.