El Ayuntamiento de Madrid está dispuesto a hacer la guerra a la contaminación. Al menos, así se desprende de las palabras de su concejala de Medio Ambiente, Inés Sabanés. Según ha anunciado, se va a endurecer el protocolo de actuación y se prevé aplicar medidas de restricción al tráfico motorizado.
“No vale solo con informar: hay que empezar a tomar medidas antes”, ha apuntado Sabanés. “En episodios de alta contaminación, en los que se pone en riesgo la salud de la gente, hay que intervenir con restricciones al tráfico, al aparcamiento, en la zona interior de la M30 y algunas otras zonas”. La edil ha avanzado que pretenden “intervenir con limitación de velocidad en los accesos con altos episodios de contaminación, es decir, límite de velocidad a 70 kilómetros por hora”.
Actualmente, el nivel que obliga a informar a la población está fijado en 180 microgramos de concentración de ozono por centímetro cúbico, mientras que Sabanés apunta a la posibilidad hacerlo al llegar a los 100 o 120 microgramos. En su opinión, cuanta más información disponible haya para el ciudadano “seguramente más se entiendan todas la medidas restrictivas que hay que tomar”.
Hacia una ciudad sostenible
Sabanés ha declarado que su objetivo es que Madrid pase de ser “una ciudad compulsiva a una ciudad sostenible”. En palabras de la concejal, eso se consigue “con una gran reducción del uso del vehículo privado y otros vehículos contaminantes”. Un cambio en el que creen “firmemente”, pero al que también están “obligados”, dado que tienen que enviar “en breve” un avance para cumplir directivas europeas sobre la calidad del aire que “se están incumpliendo” sistemáticamente en la capital de España.
En todo ese proceso de cambio, el Ayuntamiento de Madrid quiere fomentar del transporte público, la bicicleta, los circuitos peatonales y el incremento de las áreas de prioridad peatonal. * Todo ello, a través de un *nuevo plan de movilidad que prepararán desde su área en colaboración con la Concejalía de Desarrollo Sostenible.