No me llames cargo bike, llámame ‘Carrier’. La variedad de modelos, usos y tipos de usuarios han llevado a algunas voces de la industria a llamar a estos vehículos Carrier, al considerar que el término cargo bike se les quedaba pequeño. Lindsay Broadwell, de la Universidad de Ámsterdam, aseguraba en su ponencia en el ICBF que “es hora de ampliar nuestras perspectivas al hablar de bicicletas de carga. Constantemente surgen nuevos modelos y tipos, aplicaciones, experiencias y usuarios y, sobre todo, no tenemos idea de lo que sucederá en el futuro más próximo”.
No le falta razón. El conocimiento e interés de industria y consumidores es cada vez mayor. Y las cargo bike, desde luego, hacen muy bien su su trabajo. Así lo atestigua un informe de Larry vs. Harry, creadores de las Bullitt, presentado en el ICBF y que demuestra que las cargo son el doble de rápidas en el centro de las ciudades que las furgonetas: mientras que éstas necesitan unos 99 minutos para recorrer 8,5 kilómetros, una buena bici de carga exige apenas 48. Pero hay más: los sistemas de ciclologística cubren un 30% más rutas y entregan el doble de pedidos que los modelos de reparto clásico, con una media de 16km/h frente a los 11km/h de las furgonetas. De costes, contaminación o satisfacción de los trabajadores, mejor hablamos otro día.
Leasing
“Las bicicletas de carga son muy caras”, dicen algunos que, eso sí, obvian los disparatados costes de una furgoneta nueva, y ya ni hablamos si se trata de un modelo eléctrico. Para contestarles, también abundaron en el festival distintas soluciones. Por ejemplo la empresa alemana JobRad ofrece leasing de carriers para profesionales o particulares y ya cuenta con más de un millón de vehículos. Ofrecen bonos, servicios y descuentos a fruterías, tiendas de ropa, ferreterías o, claro, tiendas de bicis.
Pero hubo mucho más. “Durante estos tres días", nos cuenta Tom Parr, uno de los organizadores, “hemos tenido ponencias, curiosidades, novedades y miradas al futuro. Destacaría el triciclo Carro FS2, con doble motor (uno por cada rueda trasera) y doble batería para transportar hasta 200 kilos de carga y 1.700 litros. O el stand de la tienda Dr. Beyk, con las nueve marcas que distribuye. Las bicicletas de carga plegables de la marca AVNSON. RevolGo, que vino desde India con su modelo long-john. Los cuadros de madera de Rethink. Los remolques frontales de Snappy. La creciente internacionalización de la feria… ¡Muchas cosas en muy poco tiempo!”
Su compañero Jos Sluijsmans también destaca la presencia de “asociaciones nacionales de ciclologística, que presentaron sus esfuerzos conjuntos para promover y profesionalizar el sector en Europa". En efecto, los pasillos eran un hervidero de sensaciones y personas llenas de ilusión y ganas de trabajar.
Gente que, desde hace años, lucha por popularizar las bicicletas de carga: una forma de reparto, vehículo familiar o muchísimas más cosas pero siempre de un modo más sostenible, limpio, económico, rápido, saludable, divertido y lógico. Ahora que los esfuerzos empiezan a dar frutos la alegría era palpable. Sí, podemos decirlo: esta es ‘La Década de las Cargo Bikes’ (o, si así lo prefieres, las Carriers).