El reparto de última milla es uno de los aspectos más relevantes a la hora de gestionar el tráfico y los gases de efecto invernadero que se generan en los centros de las grandes (y no tan grandes) ciudades de todo el mundo. Aunque ya lo sabíamos, ahora podemos comprobar con datos que las cargo bikes están llamadas a transformar la logística comercial.
Cubren rutas un 30% más cortas y son más del doble de rápidas en comparación con las furgonetas en un centro urbano.
Un estudio realizado en Bruselas por la empresa de logística Kale AI y publicado por Larry vs. Harry ha concluido con datos muy alentadores, al menos si son tomados en serio por los responsables de las empresas encargadas de gestionar pedidos, grandes o pequeños, en entornos urbanos.
Las bicicletas de carga han demostrado ser el doble de eficaces en la entrega y hasta 10 veces más económicas en comparación con las furgonetas convencionales. Además, su utilización reduciría significativamente la congestión del tráfico mejorando considerablemente la calidad del aire que, al fin y al cabo, es lo que respiramos todos.
Más efectividad
Los datos de la investigación no dan lugar a dudas: las bicicletas de carga eléctricas cubrían rutas un 30% más cortas al entregar mercancías en el centro de Bruselas.
A una velocidad de 16km/h, superaron con creces a las furgonetas, que se limitaron a unos lentos 11 km/h por tanto atasco. En una ruta media de 8,5km en el centro urbano de Bruselas, las bicicletas de carga demostraron ser más del doble de rápidas, con un tiempo de 48 minutos en comparación con los 99 minutos de las furgos.
Las bicicletas de carga son el doble de eficaces en la entrega y hasta 10 veces más económicas que las furgonetas convencionales.
A lo largo de un mes y medio (lo que duró el estudio), las bicicletas de carga lograron entregar un promedio de 10,1 paquetes por hora, mientras que las furgonetas solo alcanzaron los 4,9 paquetes en el mismo período y con los mismos destinos.
Las bicis evitan sin pestañear atascos, eligen atajos libremente y llegan mucho más cerca del lugar concreto de entrega, (una distancia media de 30 metros), minimizando los tiempos que los repartidores emplean en caminar desde el vehículo hasta el destinatario. En comparación, las furgonetas pueden llegar a perder hasta 25 minutos por parada buscando dónde aparcar.
Entregaron un promedio de 10.1 paquetes por hora, en comparación con los 4.9 paquetes de las furgonetas.
Hablando en plata
Si atendemos al coste, las conclusiones del estudio dejan también muy por encima a la ciclologística. Empezando por el coste inicial de compra. La cargo bike más cara sigue siendo infinitamente más asequible que cualquier furgoneta.
Si sumamos gastos de seguro, mantenimiento, depreciación y energía, las furgonetas presentan costos por cada paquete hasta 10 veces mayores. Considerando también los gastos fijos y los variables, cada envío en una bicicleta de carga apenas llega a los 0,10€. En furgoneta suben a 1,05€ si es eléctrica y a 1,10€ si es diésel.
El coste por paquete es hasta 10 veces mayor en furgoneta.
Calidad del aire
Además de su eficiencia económica, las bicicletas de carga eléctricas reducen las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 96% a 98%, en comparación con las furgonetas diésel y eléctricas.
Si tenemos en cuenta que hay cálculos que apuntan a que para 2025 las entregas de paquetes alcanzarán los 200 mil millones, habría que ir pensándose seriamente darle una vuelta a nuestros sistemas de reparto en última milla y parece que la bicicleta vuelve a erigirse como la solución más lógica.
”Sustituir las furgonetas diésel por furgonetas eléctricas no resuelve el problema del espacio ni el de la congestión” (Maria Sinziian, Universidad IT de Copenhague)
Aún muy desconocido
A pesar de todas las ventajas, la eficiencia de la entrega en bicicleta aún no es muy conocida entre los profesionales de la logística, grandes responsables de este posible cambio, al fin y al cabo.
Nicolas Collignon, cofundador de Kale AI y autor principal del estudio, comentaba que "hoy en día, muchos operadores aún no comprenden el potencial de las bicicletas de carga. Las decisiones actuales se basan en suposiciones y conceptos erróneos. Es importante contar con estos datos y estudios para acelerar la transición hacia métodos más sostenibles y eficientes".
"Las decisiones actuales se basan en suposiciones y conceptos erróneos" (Nicolas Collignon, Kale AI)
A pesar de ser un sector en el que, a priori, se valora la velocidad de los repartos, hay estudios que revelan que más del 50% del tiempo de los conductores de reparto tradicional es empleado en buscar aparcamiento y caminar desde el lugar de estacionamiento hasta el punto de entrega o recogida.
Maria Sinziian, experta en datos de movilidad de la Universidad IT de Copenhague, ya ha advertido en numerosas ocasiones que el comercio electrónico, el tráfico y la congestión en las principales ciudades continúan en aumento y "sustituir las furgonetas diésel por furgonetas eléctricas no resuelve el problema del espacio ni el de la congestión".
La bicicleta de carga, más pequeña, más ágil en el tráfico y más versátil para el aparcamiento cerca del destino, se presenta como una alternativa real y mucho más eficiente. Ya no es sólo una cuestión medioambiental, razón, por otro lado, más que suficiente para provocar el cambio, sino que, económicamente es mucho más rentable.
Esperemos que, echando un vistazo al bolsillo, las empresas que deben gestionar pedidos de todo tipo (ojo, no sólo las de logística) entiendan pronto que el próximo vehículo que adquieran, quizá tendría que ser una bicicleta de carga.