Quedan ya lejos los días en los que ostentaba el dudoso honor de ser considerada la ciudad más peligrosa del mundo: Medellín, capital de la región de Antioquia y segunda más poblada de Colombia, es una urbe de enorme belleza, clima acogedor, vibrante cultura, exuberante gastronomía y donde, en especial, brilla la calidez y simpatía de sus habitantes. ¿Y la bicicleta? Eso… ¡mejor descubrirlo con nuestros tres anfitriones, que nos llevan a pedalear por la también llamada "ciudad de la eterna primavera" o "ciudad de las flores"!
La ciudad
Aunque el cono urbano aloje a más de 2,5 millones de personas, la metrópolis supera los cuatro millones. Surcada por el río Medellín que la divide de norte a sur, es elevada (a partir de 1.500 metros sobre el nivel del mar), húmeda y templada, con una temperatura media en torno a los 22 grados y un clima bastante uniforme. Ubicada entre montañas, las lluvias son frecuentes, los vientos suaves y la vegetación abundante, aunque el hombre ha dejado huella a través de un urbanismo irrespetuoso y, por supuesto, la desenfrenada construcción de infraestructura para el tráfico motorizado.
Ciclismo urbano
Pese a los esfuerzos de los colectivos locales, Medellín nunca ha sido demasiado amable con el ciclista. La propia orografía no lo pone fácil: situada en el Valle de Aburra, en la cordillera central de Los Andes, Medellín está rodeada de montañas y buena parte de sus barrios se sitúan en lomas elevadas. El uso de la bici es escaso, en torno al 1% de los desplazamientos, y los reyes de la movilidad son la moto (un millón) y el coche (600.000), lo que según Mauro Mesa genera "un descontrol absoluto". "La mayor parte de los conductores renuevan sus licencias sin examen ni formación, por lo que carecen de educación vial", añade el portavoz de SiClas, "y la moto sigue siendo un objeto aspiracional para buena parte de los jóvenes".
Infraestructura ciclista
Hay unos 120 kilómetros de carriles bici, aquí llamados 'ciclorutas' o 'ciclovías', y aunque se instalaron decenas de kilómetros provisionales con la llegada de la pandemia muchos se han eliminado. Los conservados siguen en la provisionalidad, mal trazados y poco protegidos, por lo que según Manu Chavarría "se han vuelto muy peligrosos al volver de forma masiva el tráfico motorizado". Para Laura Palacios, la mejor cicloruta de Medellín es la que discurre por la Avenida de Las Vegas: "Está muy bien conectada, segregada y tiene abundante vegetación", afirma Laura, "con intersecciones bien señalizadas y la sensación de rodar con seguridad".
EnCicla, la bici compartida
Nacida en 2011, EnCicla llegó a tener casi ochenta estaciones y unas tres mil bicicletas en uso, convirtiéndose en uno de los sistemas de bici compartida más aplaudidos de Latinoamérica. Ahora no vive su mejor momento: problemas de licitaciones (en los que, por cierto, estuvo implicada una empresa española de software) paralizaron el sistema, aplazaron la ampliación y renovación de estaciones y flota y, para colmo, el estallido social de abril de 2021 hizo que muchas máquinas fueran vandalizadas. Para Mesa, "el sistema ha empeorado, desilusionando al usuario", mientras que Palacios considera que EnCicla "vuelve a funcionar bien y es un referente".
Ciclologística
Pese a las dificultades, el reparto de mercancías en bici está creciendo. La celebre empresa de entregas Rappi ha comenzado a sustituir algunos de sus servicios en moto por bicis, aunque siempre en zonas próximas al río y, por tanto, llanas como Laureles o El Poblado. También es posible cruzarse con algunas Pargal, marca colombiana que fabrica bicis de carga, y la empresa Lola te mueve hace a diario hasta 120 entregas sobre alguno de sus ocho triciclos.
De tiendas
Gracias al auge de la bici de montaña, carretera y el gravel, el número de tiendas ha crecido en Medellín. En la zona del Estadio Atanasio Girardot, cerca del cruce de la carretera 73 con la Avenida San Juan, hay muchos pequeños talleres donde conseguir accesorios y reparaciones baratas. Al sur, en la zona de El Poblado, abundan las tiendas más lujosas, como las de Giant Liv y Specialized o las prestigiosas Bikexperts y BikeHouse.
'Trancón' ciclista
Si quieres cruzarte con ciclistas urbanos lo mejor es que madrugues y, a las siete de la mañana, pases por el cruce de la Carrera 65 y la Avenida San Juan. Ahí confluyen varias ciclovías, está en pleno centro físico de la ciudad y, como corrobora Manu Chavarría, "no da abasto para tanto ciclista: las bicis se quedan atascadas en la mitad del camino".
La noche es nuestra
Manu Chavarría lo sabe: "a los bicicleteros de Medellín nos gusta mucho bailar". La salsa es la reina, y uno de los hitos es el Son Habana. Pero también puedes ir hasta la carrera 70, un bulevar "de mucho ruido, agite y abundantes sitios de rumba", según el propio Chavarría. Los amantes de la electrónica disfrutarán en el Calle 9+1 y, sobre todo, en Salón Amador, y si quieres divertirte al aire libre puedes acercarte al skate park junto al Estadio, donde abundan los ciclistas nocturnos, los improvisados conciertos y el aroma a cualquier cosa que se pueda fumar. Eso sí: si de verdad quieres ver a mucha gente "rumbear" pedaleando, Laura nos invita a Amalfi, un pueblo a 145 kilómetros donde "las puertas de los lugares nocturnos están llenas de bicis parqueadas".
En la zona del Estadio abundan los ciclistas urbanos, pero una de las mecas para la bicicleta es Amalfi, un pueblo a 145 kilómetros de Medellín.
Comer rico
Medellín es un deleite para los sentidos y eso incluye, por supuesto, el paladar. El bonito restaurante Ajiacos y Mondongos, abierto desde 1991, es perfecto para probar esos dos platos típicos locales: el primero una sopa con pollo, maíz y patatas, y el segundo muy similar a los callos. Los carnívoros disfrutarán mucho en las parrillas callejeras en torno a la Estación Metro Hospital y el cruce de la Avenida Guayabal y la calle 10, y los que busquen variedad (y buena conexión con las ciclorutas) deben ir al Mercado Del Río, donde encontrarás cervecerías, comida internacional y todo tipo de opciones culinarias, aunque para Laura Palacios, el mejor asiático de la ciudad es el Cuon. ¿Más platos imprescindibles? No lo dudes: las carimañolas (una especie de croqueta con todo tipo de rellenos), la arepa de huevo o las suculentas empanadas de iglesia, llamadas así porque, tradicionalmente, las hacían y vendían las mujeres que vivían cerca de una parroquia para ayudar a recolectar fondos. El apoteosis culinario llega, definitivamente, al aparcar la bici en la Plaza Minorista o la todavía más grande Plaza Mayorista, donde desde la madrugada hay un incesante trajín de productos y puestos de comida callejera. En la primera está Aquí paró Lucho, un legendario restaurante donde la especialidad es… ¡la paella!
El mejor café
Medellín y, en general, el departamento de Antioquía tienen una enorme tradición cafetera, y en los últimos años se ha disparado el número de opciones donde probarlo. Manu Chavarría cuenta la historia del barrio de La Sierra, una zona al oeste de la ciudad antes célebre por su violencia y, desde hace años, famosa por intentar reinventarse a través de la economía circular en torno al café. Además, siempre es un placer sentarse junto a tu bici en el Naturalia, el Cariñito Mío o, por supuesto, el Al Alma Café, con dos locales concurridos y repletos de vegetación.
Con niños
Por desgracia, no siempre es fácil pedalear (incluso por las ciclorutas) con niños por la ciudad, así que lo mejor es ir a Parques del Río, un parque lineal en el centro de la ciudad que discurre a ambos márgenes del Río Medellín. Estrenado en 2017, para construirlo fue necesario soterrar varios kilómetros de autopista, en una inversión millonaria muy criticada al considerarse que había asuntos mucho más urgentes en la ciudad. El resultado, eso sí, es muy agradable, aunque lo será todavía más cuando se completen los otros nueve tramos previstos. Cerca podréis encontrar el Parque de los Pies Descalzos y, un poco más al norte, el Planetario o el Parque Explora.
Seguridad
Pese a los avances, Medellín sigue siendo una ciudad algo complicada, y tanto Mauro como Laura o Manu insisten en que, con el crecimiento del ciclismo (y por tanto, la compra de máquinas más caras), cada vez son más los asaltos a ciclistas. El consejo es obvio: es mejor no volver a casa pedaleando sin compañía y, en especial, si la cicloruta está oscura o en mal estado será mejor rodar más rápido por la vía principal.
¡La SiCleada sigue!
En cuanto la situación médica lo permitió la SiCleada, la cita que cada miércoles reúne a cientos (y hasta miles) de ciclistas para recorrer juntos pedaleando la ciudad volvió a celebrarse. "Apenas nos dejaron", recuerda Mauro, "corrimos despavoridos a celebrarla, y ya vamos por la 494 edición. Es un espacio perfecto para volvernos a encontrar y conversar, para romper con la rutina de la semana y para disfrutar de la ciudad y la bici. El equipo logístico se ha consolidado y unido todavía más, y desde el colectivo SiClas queremos promover más iniciativas como la biciescuela o acompañamientos en bici al trabajo”.
Antioquia en Bici
Es uno de los programas bandera del gobierno de la región, y aspira a fortalecer las conexiones ciclistas, el uso de la bicicleta y el auge del cicloturismo entre los 125 municipios de Antioquia. Pueblos como el mencionado Amalfi, La Ceja o Chigorodó ven como cada día muchos de sus desplazamientos se hacen pedaleando, y desde Antioquia en Bici se trabaja en fomentar la movilidad sostenible, crear sistemas de bicicleta compartida, celebrar eventos que difundan la cultura ciclista o exploten la economía ciclista, bien a través de la formación y la creación de empleo o ayudando a desarrollar industria e iniciativas económicas en torno a la bicicleta.