Cultura ciclista

Grupeta Bar: a vueltas con la pasión

En el bullicioso Madrid, y en concreto en el ámbito de la movilidad, la bicicleta no ha encontrado aún el lugar que se merece. Pero eso no impide que surjan apasionantes proyectos como Grupeta Bar, un nuevo rincón donde se reúnen la cultura ciclista con el placer de la buena mesa y el café bien servido. Hablamos con Manu Verdejo, uno de sus creadores y responsables, sobre un proyecto muy emparentado con la conocida tienda Dog Days.

Un espacio donde compartir el amor por las dos ruedas. Un punto de encuentro en el que los ciclistas de Madrid se relajen, charlen, disfruten de buena comida y, por supuesto, empiecen y terminen cada una de sus salidas. Todo esto quiere ser Grupeta Bar, la segunda fase de un proyecto nacido hace tres años con Dog Days, la tienda de bicicletas que, en la actualidad, ya tiene dos locales, uno en la propia capital (Alonso Cano 99) y otro en Majadahonda (tras adquirir Bizzis Majadahonda).

“La aventura de Grupeta”, nos cuenta uno de sus responsables, Manu Verdejo, “nació al ver la oportunidad de ampliar la oferta para nuestra comunidad ciclista, a través de un espacio más cómodo para reunirse y disfrutar”.

En septiembre el local abrió sus puertas en la calle Raimundo Fernández Villaverde 30 (a apenas 300 metros de Dog Days), con la filosofía de ser una extensión natural de la tienda y ofrecer un rincón para apasionados ciclistas y, de paso, atraer a un nuevo público. “Desde que abrimos Dog Days”, explica Verdejo, “teníamos en mente sumarle una cafetería o un bar, y cuando la tienda tuvo estabilidad avanzamos con el proyecto”.

Espíritu madrileño

Grupeta ofrece comida y bebida, pero sobre todo un acogedor ambiente donde ciclistas y no ciclistas se sientan igualmente a gusto. Un lugar en el que encontrarán una gran barra central, paredes forradas de madera y una atmósfera idónea para charlar y descansar tras una buena ruta. O, claro, para disfrutar de un buen café o tapas como la muy recomendable ensaladilla rusa.

Aunque es obvio que el nombre de Grupeta es muy, muy ciclista, y remite a ese espacio de camaradería donde esfuerzo, pedaladas y satisfacción son compartidos en grupo, el bar también se inspira en las clásicas tascas castizas, aportando un toque moderno con la bici en un papel protagónico. “Queríamos un bar con una barra prominente, buenas mesas y una zona con sofá”, comenta Manu, “pero también un sitio donde nuestras monturas se sintieran a gusto”.

De ahí el espacio para colgar bicis a la entrada, la decoración con fotos de leyendas como Eddy Merckx o guiños como las tres grandes vueltas bautizando a las tablas de embutidos. “Sí, los ciclistas reconocerán pronto esos detalles, tanto en la decoración como en el menú”.

Hora de comer

Importante. Fundamental. Decisivo. ¡La comida! ¿Qué podemos comer en Grupeta? Una carta hecha para complementar el estilo de vida ciclista. Entre las opciones para desayunar o merendar tortitas y tostadas variadas, zumos naturales y cafés muy especiales para cargar o reponer energías. Y, para quienes necesitan aún más, opciones sustanciosas y variopintas de sándwiches, quesos internacionales y la fondue como plato estrella, en un guiño a los Alpes y, cómo no, a las épicas batallas libradas en sus picos más altos.