¿En qué ha cambiado Barcelona en los últimos cinco años en lo que a ciclismo urbano se refiere?
Lo resumiría en que se ha convertido en algo tipo… ¿un desmadre-colapso? Desde luego, nadie se imaginaba que en este tiempo se multiplicarían de esta manera los desplazamientos en bicicleta en la ciudad. Hay algo muy positivo: cada vez somos más, y cada vez se habla más de la bici. Pero también una parte mala: hay mucho incivismo, y se está metiendo a todos los ciclistas en un saco que no nos interesa.
¿Cómo definirías ese “saco”?
En confundir al ciclista con alguien desaprensivo, que no cumple las normas, que no respeta a los demás. No viajo tanto como antes, pero las cosas que veo en Barcelona no las veo en ningún otro sitio. Hay varias fuentes del problema: la gente que se mueve en bici, pero que desconoce las reglas del tráfico; la gente, casi diría la tribu, de ciclistas que reivindican la libertad, que no quieren tener normas, pero que ponen en peligro su vida y la de los demás…
Algo que se justifica argumentando que las bicis, el ciclismo urbano, ya está incrustado y tiene su lugar hecho en la ciudad.
Algo que no es así… Los que van en bicicleta desde hace poco tiempo se creen que siempre ha habido bicis aquí, pero no. El fenómeno es más reciente. Yo lo ubicaría en el Velocity de 1998: es ahí cuando se empieza a construir infraestructura. También fue muy importante la llegada de muchos extranjeros, que primero alquilaban una habitación o un piso y después conseguían una bici. Pero no es algo que esté, tanto, en nuestra cultura, pensamos que lo llevamos en el ADN pero no es así. Es bueno que los adolescentes, los jóvenes, se interesen más por una bici que por un coche o una moto, pero no lo es que, hasta que no se dan un golpe o les ponen una buena multa, muchos vayan haciendo el capullo.
“Es bueno que los jóvenes prefieran tener una bici a un coche o una moto, pero no que muchos vayan haciendo con ella el capullo”
¿Y Cap Problema? ¿Cómo ha cambiado en este lustro?
Para bien… Desde 2013 tiene una filosofía más empresarial, y es cuando ha empezado a funcionar como tal. Antes probaba muchas cosas, experimentaba, me movía más por egocentrismo e ilusión. Desde 2013 creo que no tuve las bases para tomar una dirección más concreta.
¿Cómo defines esa dirección?
No todo vale. No puedes hacer que todo el mundo esté contento y llueva a gusto de todos. En vez de ofrecer 1500 productos ofrecemos 400. Seleccionamos más. Sólo vendemos lo mejor, lo que mejor funciona, lo garantizado. Sólo lo que nos gustaría tener a nosotros o necesitamos. Empezamos a funcionar cuando aprendimos a decir que no.
Cap Problema sólo vende una marca de bicis: Brompton. ¿Qué momento viven las Brompton en Barcelona?
Hay una cifra importante: una de cada diez bicicletas moviéndose en Barcelona es una Brompton. Si cada día se hacen 150.000 desplazamientos en bici, el 10% es en Brompton. Hay 15.000 Brompton, aproximadamente, circulando en la ciudad.
“Hay 15.000 Brompton, aproximadamente, circulando en Barcelona: en ella se hacen el 10% de los desplazamientos en bici en la ciudad”
¿Y cuántas pasan por Cap Problema?
En nuestra base de datos constan más de 5.000 clientes activos, por lo que aproximadamente una tercera parte de los usuarios de Brompton de Barcelona pasan por aquí. Para ellos, poder trabajar con nosotros supone hablar con amigos, y saber que somos los más apropiados para cualquier cosa concreta.
En abril de 2016 abrió el Brompton Junction de Barcelona. ¿Hasta qué punto os ha afectado?
Mucho, porque no se han seguido las políticas del proyecto Junction que diseñó la fábrica. Junction significa unión, implica abrir mercados fuera del mundo de la bicicleta, promocionar la marca para que se vendan, globalmente, más unidades, algo que en Barcelona no se ha hecho. El objetivo de abrir un Junction es que suban las unidades vendidas en una ciudad, y en Barcelona han bajado. ¿Por qué?
¿Qué futuro tiene, a corto plazo, la marca?
Para la marca, el futuro es bueno. Sus cambios son muy buenos, la marca avanza, las bicicletas son cada vez mejores y sin errores. Pero los consumidores finales empiezan a preocuparse. Cualquier persona sabe que, cuando produces más, los precios bajan, pero con Brompton ha sucedido todo lo contrario: con la nueva fábrica se ha pasado de 10.000 a 50.000 unidades fabricadas al año, pero los precios no paran de subir. ¿Quién se está haciendo rico? Yo no, desde luego…
“Creo que la Brompton eléctrica llegará en 2018. El diseño es muy bueno, pero esperaba una bici más revolucionaria”
¿Cuándo llegará la tan esperada Brompton eléctrica?
Brompton trabaja en ella desde 2005, y cada año parece que va a salir. Yo la he visto hace poco: creo que estará lista para 2018. Williams está participando en el desarrollo, llevará el motor en la rueda delantera y, la verdad, esperaba algo diferente. Está bien, el diseño es muy bueno, pero confiaba en una solución más revolucionaria: el diseño original de la Brompton iba 30 años por delante de su tiempo, y esperaba que pasara algo parecido con la eléctrica.
¿Por qué Cap Problema sigue vendiendo sólo Brompton?
Porque no hay nada parecido en el mercado. Lo más cercano sería una Dahon, que cuesta la mitad, pero ocupa casi el doble plegada y a los pocos años empieza a dar problemas con el cuadro (desgastes). Nuestra filosofía es dar lo mejor, y eso sólo me lo puede dar Brompton.
¿El cliente entra en la tienda con la Brompton ya vendida?
Es un objeto de culto, hay mucha información y funciona el boca a boca, por lo que suelen entrar muy bien informados. Muchos saben el manillar que mejor les viene, el cambio de marchas que necesitan… Lo que está claro es que cada vez más personas saben que vale la pena: sólo el seguro y el aparcamiento de una moto cuestan, al año, lo mismo que una Brompton. Si la vas a usar a menudo, no hay nada mejor, y eso la gente lo sabe. Lo que no termino de entender es que en los últimos años haya subido de precio tantas veces, y que se venda más cara en España que en otros países vecinos con mucho más poder adquisitivo.
¿Y tu marca, Milian Parts?
Quiero desarrollarla todavía más, y me gustaría ofrecer, además de productos concretos, piezas específicas para Brompton. Voy descubriendo cosas, viendo qué piezas necesitan los usuarios de Brompton. Y, además, sigo puliendo lo que tengo. La Brompton de 2017 trae pequeños cambios técnicos en el manillar y las manetas de cambio, por lo que he tendré que cambiar, por ejemplo, el Bryan, el adaptador de silla delantera infantil.
¿Qué futuro le espera a la bicicleta urbana?
La bici no tiene vuelta atrás. No caben más coches, la gente está cada vez más informada y, da igual quien gobierne, seguirá avanzando. Pero también tenemos que ser pacientes, y no compararnos tanto con otros: hay ciudades europeas, por supuesto, que tienen más y mejor infraestructura, pero empezaron antes y tienen, desde hace mucho más tiempo, inculcada la bici en su filosofía. Hay que corregir cosas, eliminar los comportamientos incívicos, y veo más interesante fijarnos en todo lo que nos dan, en lo que se construye y facilita, que en lo que nos quitan. El mundo no se hizo en dos días, y una ciudad perfecta para la bicicleta tampoco puede construirse en cinco años.