No podía ser en otro lugar: la capital danesa se encuentra a la vanguardia en todo lo que tenga que ver con bicicletas y por eso allí se diseñó y construyó la rampa conocida como Cykelslangen (literalmente, "La Serpiente Ciclista"), situada en el histórico barrio de Christianshavn.
"Tiene 230 metros de longitud y salva un desnivel de 5,5 metros", cuenta desde su oficina Steen Savery Trojaborg, socio del estudio de arquitectura danés Dissing+Weitling, diseñadores del Cykelslangen. "Conecta de forma fluida y natural el popular barrio de Vesterbro con el reciente puente Brygge, que cruza el puerto de Copenhague y llega al barrio de Islands Brygge. El resultado es una nueva conexión entre dos zonas antes inconexas, y que ha contribuido enormemente a la activación del barrio de Islands Brugge, una zona industrial en plena transformación".
Cruzar Cykelslang es una delicia, y fue recibida con entusiasmo por los ciclistas locales. "Nuestra intención era que la rampa se convirtiera en algo más que una mera solución a un desnivel. Quisimos desdoblarla, alargarla, curvarla… Crear una experiencia agradable con un gradiente más amable y una curvatura suave. A la vez, nos interesaba convertirlo en un elemento que ligase la multitud de edificios incoherentes de la zona. Representa la viva imagen de Copenhague como ciudad ciclista y, sobre todo, la alegría de montar en bici", explica Trojaborg.
Pese a que pedalear por Copenhague es como hacerlo en el paraíso, Trojaborg insiste en que hay que seguir trabajando y crear infraestructuras como Cykelslangen. "En 2011 Copenhague publicó su plan estratégico para convertirse en la Mejor Ciudad del Mundo para Ciclistas en 2015: hace 5 años el 36% de los ciudadanos usaba la bici como medio de transporte para ir a trabajar, y ahora se espera que sea el 50%. Se trata de conseguir que la ciudad sea un mejor lugar donde vivir, con menos ruido y un aire mas limpio".