Salvo contadísimas excepciones en todo el planeta, el uso del casco para los ciclistas que circulan en la ciudad no es obligatorio. Y sin embargo, la gran mayoría de los ciclistas reconocen que llevarlo es más que recomendable.
Uno de los motivos para no hacerlo es el engorro que supone tener que llevarlo contigo en tus desplazamientos urbanos. Por ello, cada vez son más las marcas y diseñadores que optan por modelos plegables que faciliten un transporte más cómodo.
Ese es, precisamente, el principal punto fuerte de Cyclo, un casco plegable con una original forma que recuerda a una colmena, y que se pliega en cuestión de segundos. Pero no es el único: Cyclo está, además, fabricado con plástico reciclable, lo que convierte a este accesorio en una opción sostenible.
Tras Cyclo se encuentra un equipo de diseñadores que han trabajado en empresas como Boeing o Aston Martin
Los creadores de Cyclo encontraron inspiración en estudios como el llevado a cabo en la ciudad estadounidense de Seattle, que desveló que el 90% de los usuarios de bicicletas compartidas no utilizaban casco por la incomodidad de tener que llevarlo a todas partes. No se trata de unos advenedizos: tras Cyclo se encuentra un equipo de diseñadores punteros que han trabajado anteriormente en empresas como Boeing o Aston Martin.
La elección de las celdillas que imitan un panal de abejas no es casual. “Esa forma es extremadamente buena para disipar la fuerza de un hipotético impacto, que se distribuyen en muchas direcciones”, ha explicado uno de los creadores de Cyclo, Dominic Cotton, en una entrevista con la web Fast Company.
Un mundo más sostenible
En cuanto a los materiales, los desarrolladores de Cyclo han descartado la utilización de diversos tipos de plástico, como es frecuente en la fabricación de cascos, para optar únicamente por plástico reciclado. Buena parte de él, procedente de los océanos, atestados de residuos que ponen en grave peligro la biodiversidad.
Esa simplicidad se traduce en un precio más que competitivo: 52 dólares (unos 46 euros). “Nuestro objetivo era crear un producto pensado para el mercado masivo, de manera que pueda ser accesible para cualquier persona que quiera sentirse segura cuando monta en bicicleta”, añade Cotton. Por el momento, Cyclo se encuentra en fase de desarrollo y búsqueda de mecenas en la plataforma indiegogo. Las perspectivas no pueden ser mejores: a falta de una semana para que venza el plazo, ya han superado el objetivo de 22.000 euros que se habían fijado inicialmente. Quizá, porque adquiriéndolo en esta fase del proyecto los compradores se benefician de un sustancial descuento del 40%.