Cultura ciclista

Cinecicleta: magia ambulante

Dos jóvenes españoles cruzan África en bicicleta proyectando películas a pedales. Hablamos de Cinecicleta, o de cómo mezclar arte, ciclismo y generosidad.

Ecología y cultura. Aventura y solidaridad. Todo ello y mucho más es Cinecicleta, un proyecto puesto en marcha por Carmelo López e Isabel Segura, dos jóvenes residentes en Madrid que recorren África de norte a sur proyectando películas… sin necesidad de enchufes. Tan sólo es necesario pedalear para que se produzca electricidad y, con ella, la magia del cine, ante un público que en muchas ocasiones no ha visto nada parecido.

“Ver la cara de la gente y, sobre todo, de los niños viendo cine y pasándoselo bien es una de las imágenes más reconfortantes que hemos podido ver nunca”, cuentan Carmelo e Isabel a Ciclosfera. ​​”Nuestro objetivo es entretener, hacer pasar un buen rato. No queremos dogmatizar ni educar. Sabemos que el cine, por sí mismo, ya te lleva a otro mundo, te abre la mente y te hace reflexionar sin explicar nada más. Sólo nos apetece que dentro de unos años haya alguien que se acuerde que por su pueblo pasaron ​dos personas en bici con un cine, en el que había que pedalear para hacerlo funcionar”.

De Marruecos a Madagascar

La bicicleta es, además del mecanismo con el que hacen funcionar su proyector, el medio de transporte con el que planean cruzar el continente entero. “La bicicleta es la mejor manera de viajar”, cuentan. “Te aporta la velocidad perfecta para conocer los lugares, la gente y la naturaleza. Te da tiempo a conocer las costumbres, absorber parte de la cultura y, de alguna manera, integrarte. ​Además, la gente es muy hospitalaria con los ciclistas: te abren sus casas, comparten su comida y te hacen un hueco en su hogar”.

Sin duda, necesitarán esa hospitalidad. Por delante tienen dos largos años de un viaje que apenas acaba de empezar. “Más que un ​viaje, es un cambio de vida. Lo hemos dejado todo: trabajos fijos, casa… desprenderse de las comodidades y salir de tu zona de confianza da cierto vértigo, pero una vez lo haces te sientes libre y abierto. Te das cuenta de las cosas que de verdad importan”.

Carmelo e Isabel han ahorrado durante años para conseguirlo. “Es un proyecto autofinanciado”, cuentan. “Tenemos gente y empresas que nos han ayudado, como Astucas, Proyector 24 o Asolo, y directores que nos han cedido sus películas para que las proyectemos: Javier Fesser, Isabel Coixet, Santiago Alcantud… Además del cine local que vayamos recopilando por el camino llevamos cortos, documentales o largos de ficción. También cine universal o películas mudas y, por supuesto, mucha animación infantil. Familia, amigos y gente interesada en el proyecto también está poniendo su granito de arena para hacer este sueño realidad. Cualquier mínima aportación nos empuja a seguir adelante y nos permitirá estar un tiempo más en África”.

De cara a esas posibles aportaciones, han puesto en su web un número de cuenta (ES87 1491-0001-27-2131147221) por si cualquier persona quiere echarles una mano, por modesta que sea. El proyecto, sin duda, lo merece.