A favor
Pedimos que multen a los coches que no respetan la distancia de seguridad. Pedimos que multen a los coches que superan la velocidad permitida. Algunos piden, incluso, que se multe a los peatones que “se atreven” a andar por nuestros carriles bici. Pero… ¿Nosotros queremos rodar por donde nos dé la gana?
Si queremos hacernos respetar, respetemos nosotros primero
Seamos serios: si queremos hacernos respetar, respetemos nosotros primero. Al peatón, por supuesto, pero también a los otros ciclistas, porque cada ciclista más en la acera es un ciclista menos en nuestro campo de batalla, la calzada. Encontrarse bordillos, árboles, peatones y, para rematarlo, multas: quizá así todos aprendamos dónde está nuestro verdadero lugar.
En contra
Hay cuestiones que no tienen que ver con la aplicación de las leyes, sino con el sentido común. En países como Japón y Finlandia, donde en materia de civismo nos llevan algo de ventaja, lo saben bien. Por eso permiten a las bicicletas circular por las aceras y se convive perfectamente. Porque allí todos los ciclistas urbanos entienden cuál es su sitio: los que se mueven deprisa, a la calzada; los que optan por una velocidad reducida y razonable, junto a los peatones.
Quizá hiciera falta, más que multar, educar a los ciudadanos en el sentido común
Quizá hiciera falta, más que multar, educar a los ciudadanos para que se extienda ese sentido común tan necesario para la buena convivencia. Pero claro, eso es más costoso y no reporta beneficios inmediatos a las arcas municipales a golpe de sanción.