Ciudades

Ciclotimia: bici pública, pros y contras

Para muchos, un elemento fundamental para popularizar la bici. Para otros, un despilfarro que a menudo está mal gestionado. En el Ciclotimia del nuevo número de Ciclosfera debatimos sobre la bici pública. ¿Tú qué opinas?

A FAVOR

Los servicios de alquiler de bicicleta pública han llevado a pedalear a infinidad de personas que, de otra manera, jamás se habrían planteado usar la bici como medio de transporte habitual. Es una idea limpia, eficiente y barata. Es, ante todo, un servicio que contribuye de manera esencial a pacificar el tráfico de nuestras ciudades. España es uno de los países del mundo con más sistemas de bicicletas públicas de alquiler, lo que en términos económicos se traduce en una experiencia exportable a otros lugares que quieran mejorar su movilidad urbana. El objetivo es que las bicicletas lleguen a todos. Cuantas más, mejor.

EN CONTRA

Bicis para todos… pero no como se está haciendo. La bicicleta pública es, para empezar, bicicleta privada: un servicio gestionado por una multinacional privada, otro “agujero negro” sinónimo de desperdicio del herario público, intereses egoístas y corrupción. Bicicleta pública es, en España, hablar muchas veces de ineficiencia, vandalismo, delincuencia y enormes inversiones económicas, de las que al final sólo sacan partido grandes multinacionales con muy poco que ver con la sostenibilidad. Millones de euros al año gastados de manera poco transparente y clara. ¿No podría, con ese mismo dinero, crearse un tejido ciclista, industrial y laboral que fuese duradero y local?