Ciudades

Los ciclistas madrileños piden una apuesta firme por la bicicleta

Los ciclistas madrileños piden al Ayuntamiento un modelo de ciudad más pensado para ciclistas y peatones.

Madrid se ha caracterizado, tradicionalmente, por ser una de las ciudades españolas en las que menos extendido está el uso de la bicicleta. Algunos lo achacan a las grandes distancias. Otros, a las cuestas. Pero los que se mueven cada día por la ciudad certifican que hacerlo es perfectamente posible. Quizá el gran problema fue que, durante décadas, sus gobernantes desterraron la bicicleta del planteamiento urbanístico para darle absoluta prioridad al coche. No quedan tan lejos las palabras de José María Álvarez del Manzano (alcalde desde 1991 a 2003), quien llegó a decir que “la bicicleta no es para Madrid” mientras destinaba inmensas partidas presupuestarias a ampliar las infraestructuras para el vehículo privado.

La situación parece haber dado un vuelco significativo en los últimos tiempos. Con la llegada del servicio público de alquiler de bicicletas eléctricas, BiciMad, muchos madrileños se han animado a probar las bondades de moverse en bicicleta. Al mismo tiempo, la llegada al consistorio de Manuela Carmena y Ahora Madrid vino precedida de una campaña en la que la bicicleta fue protagonista. Y sin embargo, cuando se acerca el primer aniversario de aquel triunfo electoral, muchos se preguntan si esa apuesta por parte del Ayuntamiento no debería ser más decidida.

Así lo creen los ciclistas madrileños constituidos en el Observatorio de la Movilidad Urbana Sostenible de Madrid (OMUSM), quienes han firmado un pacto para pedir al Consistorio una política de transporte basada más en las bicicletas y peatones y una mejor gestión de la movilidad.

Reducir el uso del vehículo privado

El pacto, presentado este miércoles bajo el nombre ‘Pacto por la Movilidad Urbana’, tiene el objetivo de lograr una gestión más eficiente del transporte público y establecerse como una herramienta de consenso para el Ayuntamiento y los principales partidos políticos. La propuesta pretende abordar los problemas de movilidad y solventar las dificultades que desde 2010 se vienen dando en la gestión del transporte público, así como disminuir la utilización del vehículo privado ligado a un aumento de la contaminación atmosférica, el ruido, la escasez de espacio público, los problemas de accesibilidad o la marginación de determinados colectivos o barrios.

“Queremos hacer ver al Ayuntamiento de Madrid que los ciudadanos necesitan una ciudad con un transporte público más eficiente, con más bicicletas y peatones, más habitable, con un aire menos contaminado y más accesible”, explicó Javier Burrieza, miembro de OMUSM. “Necesitamos una ciudad más saludable, amable, próxima, habitable, que cuide, segura, próspera y participativa”.

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