Cultura ciclista

Ai Weiwei: las bicis en el cielo

Según Picasso “el arte es la mentira que nos permite comprender la verdad”, y así lo demuestra ‘Forever Bicycles’, la imponente escultura de Ai Weiwei que, además de hacernos reflexionar sobre el sometimiento y la falta de libertad de la sociedad china, también homenajea a una máquina que durante muchos años fue fundamental en el país, pero que con el paso de los años se ha visto arrinconada por el consumismo.

Desde hace varios años Ai Weiwei, nacido en Pekín en 1959, vive en una retirada finca del Alentejo, en Portugal. Dejó atrás su etapa en Berlín, que abandonó por parecerle “demasiado oscura y triste para alguien emocionalmente débil como yo”, y aún más lejos su China natal, cuyos gobernantes no le perdonan las incesantes denuncias que, a través de su arte y declaraciones, han desnudado la censura, corrupción y nulo respeto a los derechos humanos que hay en el país.

Entre 2011 y 2015, el artista fue retenido allí y se le prohibió exponer. Pasó meses encarcelado e incomunicado por una falsa acusación de evasión fiscal. Y, finalmente, se mudó a Europa, donde vive desde hace una década.

'Forever bicycles' de Ai Weiwei en Austin.
'Forever bicycles' de Ai Weiwei en Austin.

Bicis para siempre

Siempre combativo y en movimiento, Ai Weiwei tiene una larga relación con la bicicleta. Durante su infancia, ese era el medio de transporte habitual en una sociedad donde millones de familias usaban la bici como vehículo familiar. En 2008, en la obra Very Yao, Ai Weiwei mostraba en el museo berlinés Martin-Gropius-Bao unas 800 máquinas arremolinadas en una instalación circular, colgada en el escenario principal de la galería para homenajear a la máquina, y también en Stacked, desvelada en 2012, las soldaba en una especie de laberinto por el que caminar entre pasillos de ruedas tumbadas.

Pero el culmen de la relación entre artista y bicicletas es Forever Bicycles, monumental instalación que ha recorrido medio mundo. El proyecto nació en 2003 con Forever, un homenaje a la Rueda de Bicicleta de Marcel Duchamp de 1913 y, también, un homenaje a la bici en China y al fabricante local Yong Jiu (que significa Forever, Para siempre), famoso por su bajo precio y durabilidad.

Un camino que Weiwei culminó con Forever Bicycles, el imponente conjunto que fuera exhibido en Tokio, Taipei, Berlín, Londres, Sao Paulo, Buenos Aires o distintas ciudades de EEUU.

'Forever bicycles' en Buenos Aires.
'Forever bicycles' en Buenos Aires.

Libertad castrada

Con una estructura cambiante (la obra varía según la instalación reúna un distinto número de bicicletas y, por lo tanto, diferente tamaño), Forever Bicycles no sólo nos deja boquiabiertos apilando máquinas, sino que nos invita a reflexionar sobre distintos asuntos.

Entre ellos el poder colectivo del ahorro o la armonía y la belleza de la sincronización, pero sobre todo cuestiona la falta de autonomía individual cuando formas parte de una multitud. Especialmente, si consideramos que esas bicicletas (hasta 3.000 en la instalación de Taipei, siempre más de mil en el resto) carecen de cadenas, pedales o manillares, lo que transforma un símbolo de autonomía y libertad en una acumulación de máquinas impersonales constreñidas a una masa.

'Forever bicycles' en Londres.
'Forever bicycles' en Londres.
La escultura ha sido exhibida en Tokio, Taipei, Berlín, Londres, Sao Paulo, Buenos Aires y distintas ciudades de EEUU.
La escultura ha sido exhibida en Tokio, Taipei, Berlín, Londres, Sao Paulo, Buenos Aires y distintas ciudades de EEUU.
'Forever bicycles' en Winnipeg, Canadá.
'Forever bicycles' en Winnipeg, Canadá.

Del tamaño de un edificio, Forever Bicycles invita al espectador a caminar por debajo encontrando así infinitas perspectivas. De día, bajo el sol de Austin, Texas, parece cobijarnos en una especie de bosque metálico. En Londres, junto al edificio Gherkin (el célebre “pepinillo” proyectado por Ken Shuttleworth y Norman Foster), esos cientos de bicis se transforman en algo pequeño y frágil, una desenfocada instantánea que parece flotar entre modernidad, asfalto y presunto progreso.