Para salvar Valencia, pedaleamos
El 29 de octubre de 2024 los relojes se pararon en La Terreta. Como un enfado bíblico o un castigo de la Madre Naturaleza los ríos del interior de Valencia se desbordaron, desdibujando los límites entre tierra y agua, asfalto y barro, peligro mortal y calma. Pasadas unas semanas, poco se puede añadir sobre la catástrofe. O sí. Porque podemos intentar compartir el lado bello de la historia y, así, resurgir y reconstruir. Una belleza que a veces tuvo que ver con ciclistas que, por amor, solidaridad e instinto, salieron pedaleando a ayudar a las víctimas. (fotos: Jorge Borja / ilustraciones: Hugo Costa)