
La DANA como punto de inflexión: una historia de resiliencia y crecimiento
El episodio de la DANA del 29 de octubre marcó un antes y un después para nuestra empresa. Situados en pleno epicentro del desastre, en el Polígono Industrial La Mina (Paiporta), junto al barranco del Poyo, nuestras instalaciones, al igual que las del resto del polígono industrial, se vieron afectadas por la inundación.
Afortunadamente, en el momento de la inundación no había personal trabajando en la nave, por lo que no tuvimos que lamentar daños personales. Sin embargo, el barro sí que llegó al piso inferior de nuestra nave, afectando a parte de nuestras instalaciones.
Somos un equipo joven y con una mentalidad resiliente. Desde el primer momento, tuvimos claro que había que ponerse en pie y seguir adelante. No hubo dudas. A través del grupo de WhatsApp del equipo, la consigna era unánime: reconstruir y reactivar la actividad cuanto antes. Tan solo dos días después de la riada, ya estábamos todos implicados en las labores de limpieza y rehabilitación. Con esfuerzo colectivo conseguimos reunir el material necesario —botas de agua, ropa, palas, cepillos— y nos pusimos manos a la obra. En apenas dos semanas, estábamos listos para retomar la actividad con bastante normalidad.
El problema se nos presentaba de puertas hacia afuera, dado que las empresas logísticas de transporte no podían acceder a nuestra zona y había constantes cortes de agua, luz y comunicaciones.
No obstante, la verdadera reconstrucción ha sido la que hemos vivido en los meses posteriores. La DANA nos obligó a redefinir nuestro rumbo, a dar pequeños giros de timón que han desembocado en un crecimiento empresarial del que hoy nos sentimos profundamente orgullosos.
Con 17 años de trayectoria como empresa de ingeniería, en los cuatro años anteriores al desastre nos habíamos especializado en la manufactura y distribución de baterías para bicicletas eléctricas. Tras la DANA, retomamos esta actividad, pero decidimos ir más allá y diversificar nuestros servicios.
"La DANA nos obligó a redefinir nuestro rumbo" (Volabike)
Muchos de nuestros clientes también se vieron afectados por la riada y acudieron a nosotros para reparar sus bicicletas eléctricas dañadas. Esto nos llevó a abrir una nueva línea de negocio centrada en la reparación de motores, para lo cual incorporamos y formamos a técnicos especializados a nuestro equipo.
Hoy en día, somos un referente en mantenimiento y reparación de motores para e-bike, y contamos con la confianza de varias marcas para actuar como servicio técnico oficial.
Además, este proceso de reconstrucción nos brindó la oportunidad de acercarnos aún más a nuestros clientes. Reformamos nuestras instalaciones y habilitamos una zona de exposición y atención al público, donde ahora ofrecemos venta directa de nuestros productos.
La DANA fue un duro golpe, pero también el catalizador de una transformación positiva. Gracias al compromiso de nuestro equipo y al apoyo de nuestros clientes, hoy contamos con unas instalaciones renovadas, una plantilla ampliada y un catálogo de servicios más completo. Lejos de debilitarnos, la adversidad nos ha hecho más fuertes.
Fdo. Volabike