Visitar en noviembre Altenberge, un pueblo al noroeste de Alemania, quizá no parezca demasiado estimulante por el frío asegurado y la más que probable lluvia. Pero la cosa mejora si amas el ciclismo: estarás muy cerca de Münster, la “capital alemana de la bicicleta”, pero sobre todo podrás recorrer la sede de Velo de Ville, una marca alemana especializada en ciclismo urbano y con una propuesta muy original por la opción de personalizar sus bicis, su relación con las tiendas y, a la postre, la filosofía de toda la empresa.
A tu medida, crea la bici de tus sueños
Empecemos por su fábrica, de la que salen cada año casi 80.000 bicicletas para Alemania y en menor medida Francia, Bélgica, Países Bajos o, cada vez más, España. Bicis orientadas al día a día, pero con gamas distintas que coquetean con el trail, el gravel o la ciclologística. “Si tengo que destacar algo de Velo de Ville”, nos explica Christof Reitemeier, su responsable de marketing, “sería la diversidad de modelos y personalización, pero también comercial a través de una propuesta donde las tiendas pueden acompañar al cliente en el proceso de crear su bicicleta perfecta, eliminando así el stock y haciendo de la fabricación de cada unidad algo único y especial”.
Mientras hablamos, Reitemeier nos muestra el showroom de la marca, unos doscientos metros cuadrados donde decenas de bicis resumen el catálogo de Velo de Ville. La gama Allround, por ejemplo, es la más vendida: bicis para el día a día y muy personalizables, en las que además del color es posible elegir puños, ruedas, manillar, horquilla o portaequipajes.
También está la familia SUV, con una geometría más deportiva y una apariencia y componentes que, directamente, nos invitan a subir en ellas. Y así se suceden las pequeñas y versátiles Compact, las Confort, las Fully Tour o, por supuesto, la cada vez más numerosa familia Cargo, donde brillan la Loady (longtail) y la FR8 (carga delantera), los dos modelos que serán nuestros vehículos los días que estuvimos aquí.
“Hay una propuesta básica de cada modelo”, dice Reitemeier, “para que después cada cliente pueda ajustarlo a su gusto a través de unas casi infinitas opciones de personalización. Eso, a la postre, es lo que marca realmente la diferencia”.
De la mano de las tiendas
Unas horas después nos sentamos a cenar con Alain Thiemann, CEO de la compañía. Es curioso que el primer espada de una multinacional comparta su tiempo libre con dos periodistas de España, pero es un ejemplo más del compromiso total de cada uno de los trabajadores con el proyecto. “Fabricar e-bikes con tal grado de personalización”, analiza Thiemann, “exige una relación especial con el cliente y la tienda: a veces la gente no tiene claras sus propias necesidades, por lo que nuestra estrategia es crear sinergia a través de los distribuidores, porque son quienes mejor conocen y entienden a su clientela.
Es un reto apasionante: en la tienda hacen las preguntas exactas a cada ciclista para encontrar su solución perfecta, y nosotros la hacemos realidad. ¿Lo ideal? Que cada persona configure su bici en nuestra web y después vaya a la tienda a terminar de crearla, para que una vez encargada la fabriquemos en un proceso transparente y perfecto”.
En Velo de Ville creen haber encontrado así la forma de satisfacer al cliente, pero también a las tiendas. “La industria ciclista sufre un exceso de stock y una caída de precios”, explica Thiemann. “Por eso, queremos transformar la forma de vender eliminando el stock, personalizando la oferta con nuestro configurador y, así, reduciendo el riesgo para los distribuidores.
Es simple: la tienda vende lo que quiere comprar el cliente. El comerciante no arriesga, no compra por adelantado ni le faltan ni sobran unidades. Se integra en un sistema que optimiza el proceso de extremo a extremo. Si vende cien bicicletas, sólo tendrá que comprarnos cien”.
Máquinas y personas
El primer día de visita sirve para empaparnos de la filosofía de la marca y conocer a sus responsables. En el segundo, nos abren las puertas de par en par y recorremos los pasillos de la fábrica, hablamos con los trabajadores e, incluso, se nos desvelan sorpresas y secretos. Es asombroso recorrer la línea de fabricación y ver cómo robots y trabajadores ensamblan piezas que dan como resultado máquinas únicas.
Como sacado de una película de ciencia ficción un robot pinta un cuadro del irresistible color French Lavanda que hizo furor en redes sociales y ahora es seña de identidad de la marca. A unos pocos metros, mientras tanto, concentrados trabajadores confirman que todo encaja, cada paso es correcto y que al final del proceso habrá una e-bike perfecta.
“Somos una empresa con un elevado compromiso social”, concluye orgulloso el CEO, Alain Thiemann. “El 12% de nuestros trabajadores tiene capacidades distintas, cuando en Alemania el promedio es un 2,5%. Es parte de nuestro desafío, una cuestión personal. Mi primo, por ejemplo, es ciego, y es inspirador comprobar como eso no le ha impedido recorrer el mundo y vivir experiencias increíbles.
Ese tipo de historias, esa inspiración, esos ejemplos de convicción y fuerza son muy importantes aquí. Está claro que la personalización define el ADN de Velo de Ville, pero no es nuestro secreto: el equipo humano que hay detrás de la marca es el que logra la diferencia. Eso es, en realidad, lo que hace única a Velo de Ville”.
Para tiendas... ¡sin stock!
Además de la personalización, los escrupulosos procesos de fabricación o la especial idiosincrasia de la empresa, uno de los aspectos que distingue a Velo de Ville es su relación con las tiendas. “Para trabajar con nosotros no necesitan tener stock”, nos cuenta su responsable de marketing, Christof Reitemeier, “sino que pueden hacer una preorden en función de lo que quieran sus clientes.
Eso implica un exhaustivo trabajo a la hora de explicar nuestras opciones de personalización, pero supone una gran ventaja: al final de la temporada no tendrás ni una sola Velo de Ville sin vender”.
EspañaVille
“No definiría a España como un mercado difícil”, asegura convencido el CEO de la compañía, Alain Thiemann, “sino que simplemente se encuentra en un momento de desarrollo distinto.
La mentalidad española es diferente a la alemana, algo que respetamos sabiendo que debemos adaptarnos y viendo cómo en Barcelona, Valencia o Sevilla avanzan la infraestructura y la cultura ciclistas. El ciclismo urbano crecerá en España, exigiendo un catálogo más amplio de productos donde nuestra oferta y filosofía serán muy bienvenidas”.
La e-bike perfecta
Para el CEO de la marca, “nuestro sueño es que cada ciclista pueda crear su bicicleta soñada. Un modelo que, por ejemplo, le sirva para transportar dos niños pequeños, pero con la suficiente modularidad para que después pueda usarlo con dos niños más mayores o le permita transportar una carga más pesada.
Bicicletas modulares que se adapten a cada necesidad: la vida es demasiado corta como para tirar el dinero, y si inviertes varios miles de euros en una e-bike debes estar seguro de hacer la mejor elección posible”.
Capital Ciclista
Llaman a Münster la capital alemana de la bici, y lo confirmamos: para empezar, es posible ir de Altenberge a Münster por una autopista ciclista, y una vez allí hay bicis por todas partes. ¿Lo mejor? Que se integran con toda naturalidad, gracias a unas infraestructuras y a una cultura que ha puesto a la bicicleta como prioridad absoluta.
El futuro es hoy
Es obligatorio preguntar a los responsables de Velo de Ville por tecnología. Alain Thiemann se centra en dos proyectos: “El primero es Velo Mate, una App que funciona como un compañero que te cuida, y que además de orientarte por GPS te permite recuperar tu bici en caso de robo.
El segundo es Velo Wallet, un pasaporte digital único para hacer un seguimiento de las especificaciones técnicas o historial de mantenimiento de tu bici, y que también permitirá al distribuidor ver datos para que te recuerde tareas de mantenimiento”.