Milán no sólo es el punto de partida de la Milán-San Remo, la primera gran clásica de la temporada, uno de los cinco “monumentos del ciclismo”, una carrera que desde 1907 ha sido escenario de todo tipo de gestas (Eddy Merckx, con siete victorias, es el gran dominador de la prueba).
Milán no es sólo el lugar donde nacieron marcas como Cinelli, Passoni, Da Rosa o Castelli. No es sólo el escenario en el que en 1909 empezó el primer Giro de Italia. Milán es, también, una ciudad que lucha por integrar el ciclismo urbano. Que durante la pandemia pareció apostar por empoderar a la bicicleta, anunciando la construcción de cientos de kilómetros de carril bici. Que, sin embargo, parece haberse quedado a medio camino.
Y Milán es, desde luego, la urbe que desde 2013 acoge Upcycle Bike Café, una cafetería, un restaurante, un bistró, que aspira a ser “la casa de los ciclistas locales”. A "servir de inspiración para quienes no pedalean”. Y en definitiva, a ser testigo y herramienta de “una visión y transformación urbanos”.
En el barrio universitario
Barbara Bonori es uno de los miembros fundadores de Upcycle, un antiguo garaje de coches que en 2013 se transformó en el café ciclista de referencia en Milán. “Upcycle está en Città Studi”, nos cuenta Barbara, “la ciudad de los estudiantes, una zona cerca del Politécnico y de la sede de muchas universidades. Un barrio residencial, muy bien conectado por transporte público, cerca del centro y con grandes parques a tiro de piedra.... o de bici”.
"Queríamos crear un lugar donde quienes pedalean se sientan como en casa, y donde aquellos que no lo hacen sientan curiosidad e inspiración"
Si pequeñas y grandes ciudades del mundo tienen ya cafeterías, restaurantes o bares que difunden esa “filosofía ciclista”, Milán no podía ser una excepción. “Todos sus fundadores somos ciclistas urbanos o cicloturistas”, explica Bonori, “y nos encanta la bici. Por eso queríamos crear un lugar donde quienes pedalean se sientan como en casa, y donde aquellos que no lo hacen sientan curiosidad e inspiración. Según las horas, la clientela cambia. Por las mañanas hay gente teletrabajando, directivos y empresarios. Por las tardes, muchos vecinos del barrio. Y, durante todo el día, estudiantes”.
Bicicletas y eventos
"Beber, Comer, Montar" es uno de los mantras de este lugar. Y es verdad que en este bistró, en este bar de barrio donde refugiarse sin prisas, la bici es la protagonista. No sólo por las llantas que decoran las paredes, algunos maillots vintage o modelos de otra época. Es, también, porque desde 2023, celebrando el décimo aniversario del local, aquí también se venden bicicletas propias (llamadas Upcycle On-Off) fabricadas por la marca local Pelizzoli y orientadas a reciclar componentes y generar trabajo entre los jóvenes.
"Upcycle es sobre todo un punto de encuentro gracias a, por lo menos, dos eventos al mes"
Pero Upcycle es, sobre todo, un punto de encuentro. Gracias a “por lo menos un par de eventos al mes”, dice Barbara, “que quieren reflejar los muchos mundos que rodean al ciclismo”. Charlas para organizar viajes. Compra y venta de memorabilia. O, por supuesto, el Upcycle Trail Weekend, cuya tercera edición se celebrará en noviembre y que consiste en tres rutas (de 70, 120 y 200 kilómetros) para recorrer las mejores sendas de gravel que rodean la ciudad.
¿Y Milán? “El ciclismo urbano sigue siendo difícil”, reconoce Bonori, “pero eso sólo significa que habrá que seguir trabajando duro. Eso sí: tenemos una joya, AbbracciaMI, un itinerario que abraza, literalmente, la ciudad. 70 kilómetros que permiten ver incluso sus lugares más escondidos y espectaculares”.