Primero vinieron los carriles bici en algunas de las más importantes calles de la ciudad, y ahora toca hacer cumplir la ley para que puedan ser usados correctamente: una doble línea en el suelo los separará del resto del tráfico, y distintas señales y avisos en el suelo informarán a los automovilistas de que serán multados si estacionan allí sus coches.
Las multas serán de unos 150 dólares (110 euros, aproximadamente). El objetivo es, por supuesto, mantener estas vías libres de coches detenidos, lo que por extensión aumentará la seguridad de los ciclistas al no tener que hacer maniobras imprevistas al encontrar un coche en su camino.
La multa pasa a ser de 60 dólares (44 euros) a 150 (110 euros)
Según informa el diario Metro, la multa hasta ahora era de 60 dólares (44 euros), pero el responsable local de infraestructuras ciclistas, Daniel Egan, dijo al periódico que “harán un fuerte esfuerzo para hacer cumplir las normas (…). Tomaremos buena nota del número de multas impuestas, porque siempre hemos tenido una información anecdótica de este asunto sin ninguna base científica”.
En España, aparcar un vehículo motorizado en un carril bici es una “infracción leve”, que puede ser castigada con una multa de tráfico de, como máximo, 100 euros.