Ver es fundamental a la hora de desplazarse en bicicleta. Y, por supuesto, también lo es el ser visto. Por eso es imprescindible, al pedalear, contar con unos buenos accesorios lumínicos que nos permitan rodar con la máxima seguridad, por la noche y, muchas veces, también durante el día. Quizá puede debatirse sobre qué otros elementos son vitales en el ciclismo urbano, pero respecto a las luces, no hay duda: tanto por ley como por sentido común, son necesarias.
Bien lo saben en Bookman, una marca sueca con la que hablamos en exclusiva hace unas semanas para saber más sobre su filosofía y catálogo actual. Pues bien: queríamos saber más y, sobre todo, contároslo, y para eso les pedimos una amplia selección de sus productos para poder recorrer todo tipo de opciones, siempre relacionadas con la visibilidad ciclista (o como peatones). Dicho y hecho: durante estas semanas hemos probado ocho opciones Bookman, desde luces delanteras y traseras hasta varios reflectantes. Para la bicicleta, para colgar en una mochila o en la ropa, para poner en la pernera de un pantalón... Accesorios de todo tipo, que analizamos de forma pormenorizada e individual a continuación. Si buscas rodar con total seguridad cuando haya poca luz, y estás buscando accesorios ciclistas para hacerlo... ¡has encontrado el lugar perfecto!
Luz trasera Bookman 'Curve Rear Light'
Hablamos de una luz trasera curva de alta potencia, con un brillo superior a 37 lúmenes. El tiempo estimado de duración de la batería es de 32 horas. Hemos probado la luz Bookman Curve Rear Light en azul y en negro, pero la marca sueca la ofrece hasta en cinco colores más (blanco, naranja, verde, gris y beige). Con un simple clic puedes cambiar entre cinco modos de iluminación disponibles: dos fijos con distinta intensidad y tres intermitentes (con distintos juegos de luces). En la posición fija más brillante la duración de la batería es de, aproximadamente, dos horas y media, y en los otros modos puede durar hasta las 32 horas antes mencionadas. Según hemos podido comprobar, apenas se necesitan dos horas para cargar la batería por completo, estando completamente descargada. El proceso de carga se realiza con un cable MicroUSB, incluido en el paquete.
La luz trasera Bookman, que pesa 46 gramos (es bastante ligera) se engancha a la tija del sillín, y viene preparada para barras con diámetros comprendidos entre 22 y 42 milímetros. El enganche es de silicona, y se engancha y suelta con un simple clic. El enganche es muy resistente, y el puerto de carga viene protegido con una tapa de silicona para resguardarlo de la suciedad y las inclemencias metereológicas.
La luz está compuesta por tres LEDs. Uno, el central, es super brillante y nos hace ser muy visibles desde lejos. Los otros dos LEDs, uno a cada lado, son algo menos brillantes, pero nos permiten ser visibles desde los laterales, ofreciendo así en conjunto una visibilidad de 180 grados. El precio de esta luz es de 39€: nos parece que, para la calidad que tiene, la duración de la batería, los distintos modos de luz, acabado y diseño, es un precio muy competitivo.
Luz delantera Bookman Block Light
La luz delantera Bookman Block Light es, según la marca, "fuerte, compacta y recargable". Es uno de los productos más inconfundibles de la firma sueca: desde su origen, hace unos diez años, este diseño reducido a la mínima expresión es todo un clásico Bookman. Pero, según los suecos, "en el interior es todo nuevo". ¿Por qué? Porque incorpora tecnología LED de última generación y una batería de iones de litio que convierte a su luz en superbrillante y, pese a ello, poco "gastona" en cuanto a la batería.
La Bookman Block Light (la hemos probado en naranja, pero está disponible en otros cinco colores, blanco, azul, verde, negro y beige) ofrece 50 lúmenes. La batería dura unas 25 horas, y se tarda en recargar de cero a cien algo menos de dos horas (por nuestra propia experiencia). Tiene dos modos fijos (de distinta potencia) y dos intermitentes. Bookman la recomienda tanto para la ciudad como, incluso, para carretera, aunque hay que reconocer que en este segundo caso quizá sea más interesante buscar una luz más potente, porque el haz de esta Bookman nos parece algo corto y estrecho.
La luz lleva integrada una anilla de silicona para engancharla al manillar. Dicho proceso es fácil: basta estirar la anilla para engancharla al manillar y, una vez hecho, engancharla a una ranura de sujección. El diámetro que abarca está entre 22 y 42 milímetros, y todo el conjunto es resistente al agua. El precio de esta Bookman Block Light es de 25 euros: en este caso, el precio es razonable, especialmente para aquellos que valoren el diseño y minimalismo. La carga también se realiza también por Micro USB, y el cable viene incluido.
Luz trasera Bookman Block Light
¿Buscas pareja para la luz delantera Bookman Block Light? Está claro: la has encontrado. Hablamos de la Bookman Block Light (rear), a simple vista indistinguible de su "hermana" salvo por el detalle, claro, de que al ser concebida para usar en la parte trasera es roja. Como decíamos antes, su diseño es inconfundible de Bookman: un pequeño rectángulo (en concreto, sus medidas son 35x23x14 milímetros), con un botón central y la anilla para colgarlo.
En este caso, el color que hemos probado es un precioso azul oscuro, pero también disponemos de cinco opciones más, en concreto en blanco, naranja, verde, negro y beige). La potencia de la LED roja es de 18 lúmenes, ya que necesitamos menos visibilidad al tener que ser vistos y no necesitar tanta claridad frontal para saber hacia dónde nos dirigimos. Esa potencia inferior no hace que la batería dure más, ya que la marca la estima en unas 25 horas en el caso de usar un modo de ahorro máximo (en nuestro caso, efectivamente, está en torno a eso), y el tiempo de carga es también de dos horas. Aquí también tenemos dos modos intermitentes y dos modos fijos: cuando usamos el más potente, y fijo, la luz aguanta algo más de una hora (algo escaso, la verdad), mientras que cuando usamos el modo intermitente más intenso (que, quizá, sea lo más habitual) la batería debería durar tres horas aproximadamente.
Eso nos va a obligar a tener que recargarla casi a diario, algo que haremos con el cable Micro-USB que viene incluido en el conjunto. Como en el caso de la luz delantera, la anilla para enganchar la luz abarca una medida de manillar de tija trasera de entre 22 y 42 milímetros, se asegura con una ranura para que quede bien agarrada y es 100% resistente al agua. Su precio es también de 25€: es verdad que hay luces más baratas, pero hay que considerar que, por un total de 50€, puedes personalizar tu bicicleta con estas dos luces Bookman, lo que le dará a tu máquina un aire muy especial. Eso, claro, si te gusta el minimalismo y la simplicidad.
Clip luminoso Bookman Eclipse
Cambiamos completamente de tercio, y nos vamos con el Bookman Eclipse, un clip luminoso recargable que, según sus creadores, "nos hace más visibles en cualquier actividad nocturna". Es decir, en este caso hablamos de un producto recomendado para la bicicleta pero también para cualquier otra actividad al aire libre, como correr o caminar.
El Eclipse se engancha de forma sencilla y segura a cualquier bolsa, mochila o prenda que llevemos con nosotros. Eclipse cuenta con LEDs blancos y rojos, para que puedas cambiar entre sus seis modos de iluminación fija o intermitente. Obviamente, las opciones blancas serían para enganchar en la parte delantera (por ejemplo, en una alforja delantera, o en la parte frontal de una chaqueta o gorro), mientras que las rojas serían para la parte trasera (transportín, mochila o similar). Los modos se alternan con un solo botón, situado en una de las dos mitades frontales del clip. El tacto del botón nos parece mejorable: es algo ruidoso y no transmite una calidad total.
El clip Eclipse incluye cinco luces LED, tres blancas y dos rojas. La batería es de polímero de litio recargable, con una duración de hasta 60 horas (obviamente, en el modo de intermitencia roja más suave). La carga completa de la batería nos lleva, aproximadamente, una hora y media, y en como en todos los anteriores se realiza por una toma MicroUSB y a través de un cable que viene de serie. Bookman no declara la potencia de las luces, pero tras usarla sin ningún tipo de iluminación nos parece más que suficiente para ser visibles desde mucha distancia, especialmente cuando optamos por la blanca. Su precio es de 29 euros: es razonable pero, en este caso, quizá algo elevado, sobre todo debido a, como hemos dicho, un botón de encendido/apagado que creemos mejorable, aunque es cierto que es resistente al agua y, como de costumbre en la marca, con una estética muy acertada.
Luz Bookman Lightstick
Es, quizá y a simple vista, el producto más original y "especial" de todos los probados en este artículo. El Bookman Lightstick es una barrita luminosa, con forma rectangular, luz blanca y con un propósito algo parecido al Eclipse anterior: ser vistos en cualquier circunstancia. Aquí la marca, además de en ciclistas, corredores o peatones, también parece haber pensado en nuestras queridas mascotas. El Lightstick tiene un diseño irresistible: minimalista y elegante, ha merecido por ejemplo un premio European Products Design Awards.
El Lightstick es resistente al agua, su batería tiene una duración de hasta 13 horas y un tamaño muy contenido (7 centímetros de largo y 1,5 de ancho). Aquí la marca tampoco especifica la potencia de su luz (que, en este caso, es solo blanca), que cuenta con tres modos. Su precio es de 19,90€: eso sí, aquí no se incluye el cable microUSB de carga (por cierto: la tapa para hacer la carga, una vez abierta por primera vez, no vuelve a cerrarse del todo bien, cosa que no nos gusta). El Lightstick incluye un enganche metálico bastante robusto para, por ejemplo, colgarlo del tirador de una cremallera. El botón de encendido y apagado es duro y, parece, bastante resistente, y nos gusta mucho la opción 'Fadeout', que simula lumínicamente algo parecido al latido de un corazón.
Reflectantes Bookman
Por último, también hemos probado tres de los reflectantes Bookman: el Clip-on Reflectors, el Hanging Reflectors y el Reflective Pin. El propósito de estos tres productos es conocido: ser vistos cuando un vehículo se acerque a nosotros y nos ilumine con sus luces.
La diferencia entre estos tres productos es su sistema de anclaje a nuestra mochila o prenda de vestir. En el caso del Clip-on Reflectors hablamos de un reflector magnético, con un imán de sujección muy potente que, según Bookman, "nos da una unión muy segura a cualquier prenda". Lo hemos probado, por ejemplo, enganchado a los bajos de un pantalón y a la manga de una cazadora: se doblan por la mitad y, en cada extremo, encontramos un imán que, en efecto, asegura una sujeción muy potente. Estéticamente son muy elegantes y discretos: con el efecto reflectante ofrecen una estética metálica y sobria muy conseguida. Incluye dos unidades, lo que nos parece muy práctico para poner en cada manga/pernera o, si lo preferimos, combinar en la parte inferior y superior de nuestro cuerpo, y su precio es de 8€. Está disponible en ocho colores (menta, rosa, negro, blanco, verde, naranja, azul y beige), en nuestro caso era el negro, y no hay dudas: si estás buscando un accesorio de este tipo, el Bookman es una apuesta segura.
Respecto al Hanging Reflectors, cumple con el mismo cometido de hacernos más visibles en la oscuridad, pero en este caso en lugar de emplear un imán para sujetarlo contamos con un colgador. Solo viene una unidad, es un poco más grande que los anteriores, también está disponible en cuatro colores (blanco, negro, rosa y menta, que es el que hemos usado nosotros y nos parece irresistible) y tiene un PVP de 6 euros. Otro acierto de la marca sueca: ofrecer, por ese precio tan contenido, un accesorio tan útil y con tanto encanto nos parece digno de aplauso.
Y, para terminar, nos queda hablar del Reflective Pin. Son dos chapas reflectantes, que se enganchan a través del clásico imperdible. Evidentemente, hablamos de un producto más tradicional: es similar a las chapas de toda la vida (de grupos de música o similar), pero con el añadido de darnos visibilidad cuando somos iluminados por un vehículo por la noche. Su tacto es agradable, el tamaño considerable y el diseño... básico. Aunque, eso sí, cumple con su misión: es visible desde muchos metros de distancia. El precio es de ocho euros: quizá por su enganche es más seguro, aunque el tener que agujerear una mochila, una chaqueta, camiseta o chubasquero no nos parece que sea la mejor opción.