Analizamos la situación de los talleres de bicicletas en nuestro Ciclodiario de hoy, ¡no te lo pierdas!
En estos tiempos de crisis sanitaria mundial, derivados de la pandemia de la Covid- 19, muchos usos y costumbres se están viendo trastocados. También en lo que se refiere a los modos que utilizamos para los desplazamientos diarios. En algunos casos, algunas tendencias se están acentuando o acelerando, mientras que otras están cambiando radicalmente.
En cuanto al uso de la bicicleta como medio de transporte en nuestro país, el último Barómetro de la Bicicleta en España 2019, hecho público en diciembre del pasado año, ya arrojaba datos que revelaban un constante crecimiento, anterior a la crisis sanitaria, de la bicicleta para ir al centro de estudios (8,6% de incremento) o al trabajo (2,2% de incremento).
Con la pandemia, muchos países han experimentado una explosión de la demanda de bicicletas
Con la pandemia, los confinamientos generalizados y las posteriores fases de desescalada de estas medidas contra los contagios, se produjo una explosión de la demanda de bicicletas a nivel mundial. El crecimiento no sólo estuvo propiciado por la necesidad de disfrutar de actividades recreativas o deportivas al aire libre, sino también como respuesta a la necesidad de mantenimiento de la distancia física para evitar contagios en los desplazamientos cotidianos.
El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario celebrado el 10 de abril, enumeró una serie de consejos de cara a la reanudación de algunas actividades tras el primer confinamiento. En línea con lo que se había recomendado en otros países con mayor tradición en ciclismo urbano, el ministro subrayó que es importante mantener la distancia interpersonal tanto en el trabajo como en el transporte. Por ello, resaltó que es recomendable ir andando o en bicicleta al trabajo.
Desde entonces, han sido cientos de miles de personas en España las que comenzaron a cambiar sus hábitos de desplazamiento en favor de la bicicleta, ya sea utilizando servicios de bicicleta pública, servicios de bike-sharing o su propia bicicleta recién adquirida o recuperada del trastero. Se experimentaron crecimientos de la demanda de nuevas bicicletas de hasta un 400%, llegando a agotar las existencias de bicicletas en todo el país, así como en Europa y el resto del mundo. Si ya en 2019 el Barómetro de la Bicicleta en España revelaba que 1,5 millones de Españoles entre 12 y 79 utilizaba la bicicleta diariamente para ir a trabajar o estudiar, a día de hoy es fácil que esa cifra ronde ya los 2 millones de personas.
Dos millones de personas que, en esta segunda ola de la pandemia, tienen que seguir desplazándose a su lugar de estudio o trabajo y que, como es lógico, en algún momento pueden necesitar los servicios de un taller de reparación de bicicletas para poder seguir usándola a diario.
Una segunda ola de la pandemia que no está afectando por igual a todas la Comunidades Autónomas y ciudades y que está derivando en diferentes medidas de restricción de los movimientos y actividades económicas.
De este modo, se observa cómo algunas CCAA están optando por el cierre total de la hostelería, mientras otras comienzan a hablar de confinamiento domiciliario salvo causa justificada, cierre de todo tipo de locales en algunas ciudades, salvo los declarados como esenciales, o toques de queda nocturnos, así como confinamientos perimetrales tanto de municipios como de Comunidades Autónomas.
Ante esta situación, distintas asociaciones (más en concreto, Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), Asociación Española del Comercio Minorista Especializado en la bicicleta (ATEBI), Coordinadora en Defensa de la Bici (ConBici), Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP), Asociación Ciclo-juristas, Red de Ciudades por la Bicicleta, Mesa Española de la Bicicleta, International Mountaing Bicycling Assocation España (IMBA) y la Real Federación Española de Ciclismo), han querido llamar la atención de las Autoridades y Administraciones Públicas, sobre el sinsentido que supondría que, por un lado, la autoridades sanitarias recomendaran el uso de la bicicleta como mejor modo de desplazamiento, junto al caminar, para evitar aglomeraciones y contagios, a la vez que uno se desplaza de forma activa, potenciando su sistema inmune, mientras que por otro lado, los talleres de reparación de bicicletas no sean considerados, el caso más extremo de cierre de todo tipo de comercios y confinamiento de la población, como un servicio esencial.
Puesto que, de no considerar a los talleres de reparación de bicicletas como servicio esencial, mientras que se permita acudir al centro de estudios o al puesto de trabajo, se estará abocando a casi 2 millones de personas que utilizan la bicicleta para sus desplazamientos diarios, a dejar de utilizarla ante una eventual avería, teniendo que decantarse por modos de transporte como el transporte público o el vehículo privado a motor, con todo lo que conlleva.
Por todos estos motivos, desde las Asociaciones y Entidades que han firmado el escrito, solicitan a los Ministerios de Transporte y Sanidad, así como a la Consejerías de Transporte y Sanidad de las Comunidades Autónomas, que ante la difícil decisión de tener que decretar cierres del comercio, tengan en cuenta que los talleres de reparación de bicicletas prestan un servicio esencial, precisamente en uno de los ámbitos más delicados de esta situación, la movilidad de las personas, como por otro lado, ya hicieron y están haciendo el resto de países de nuestro entorno europeo tanto en los confinamientos de primavera como en los que se están produciendo en esta segunda ola.