Se ven aún muchos ciclistas por la acera, y no les culpamos: si lo hacen es por miedo. El mismo motivo por el que muchos más no se atreven todavía a ir en bicicleta por ciudad. La culpa es de todos: de los gobernantes por no facilitar las cosas, de los automovilistas por su creencia de que las calles son suyas y los ciclistas por no respetar las normas, no defender nuestros derechos y no demostrar, con valentía, que cada vez somos más.
Pero no es ese el único miedo que se huele en la calle: las malas noticias nos rodean y nos pintan el futuro cada vez peor. La bicicleta no es la solución a todo, pero ayuda a pelear: con ellas se ahorra y, más importante, se vive y se respira distinto. Por eso * Ciclosfera#3* quiere hablar esta vez de dinero, del que cada uno puede ahorrarse moviéndose en bicicleta a diario.
Son tiempos de apuros pero seguimos, eso sí, viajando. A Valencia. A Nueva York. Y, sobre todo, a vuestras manos. Porque ni es fácil ni es barato, pero queremos sacar adelante el proyecto y no pararemos hasta conseguirlo. Hasta llenar las calles de bicis. Hasta vencer el miedo sobre las dos ruedas y que, entre todos, salgamos de esta situación rodando.