No recordamos cuándo nos cruzamos por primera vez con un vídeo de Ruina Bike, pero como a casi todo el mundo no nos dejó indiferentes. Frente a nuestros ojos no solo aparecía una bici radicalmente original, sino que también conocíamos a su propio creador, un tipo desenfadado, apasionado y muy, muy carismático que nos detallaba (con un tono humorístico pero también honda seriedad y franqueza) el proceso de concebir, fabricar e ir puliendo sus criaturas.
No te pierdas la entrevista que mantuvimos con César Calero, el creador de Ruina Bike, Crazy Partner de Ciclosferia 2025 by Clover.
Personalidad funcional
Ese tipo es César Calero, responsable junto a Miracle García de Ruina Bike y de Generador Coworking, un espacio en Valencia al que desde hace años acuden soñadores que quieren poner en marcha proyectos industriales. “Nos han llegado bastantes personas queriendo fabricar bicicletas”, recuerda César, “pero es más difícil de lo que parece. Necesitas conocimientos y buenas máquinas, por lo que me terminé implicando tanto que, al final, pensamos en crear algo propio, que pudiese competir por precio con lo más barato del mercado aunque, con el paso del tiempo, hemos visto que a la gente no le importa pagar un poco más por algo mucho más especial”.
Estudiante de ingeniería mecánica y experto en diseño y fabricación de máquinas, César ya había inventado una silla de ruedas capaz de rodar por la arena de la playa. El proyecto descapitalizó a su familia y casi le causa la ruina (lo explica en un maravilloso vídeo en sus redes), pero también le facilitó los conocimientos y máquinas necesarias para hacer una bicicleta. Así, durante la pandemia, construyó una minimoto de aire sesentero, una bici estilo Super 73 y, finalmente, un modelo más sencillo, con un cuadro que pudiese soldarse en media hora y que, a la postre, fuera rentable: Ruina Bike.
Lo maravilloso de esa bici de belleza picassiana y mucho, mucho carácter es, además, lo bien que va. “La Ruina es totalmente funcional”, explica su inventor, “una máquina inspirada en las bicis de los ochenta pero todavía más sencilla y perfecta para tus desplazamientos cotidianos. Lleva ruedas de 20”, los mínimos componentes posibles, no tiene holguras y, como atestiguan sus usuarios, apenas se avería”. Pero, además, es emocional y emocionante también por su comportamiento. “Cuando pienso en una bici o un patinete”, dice César, “no veo solo una forma de transporte sino también algo radical, divertido, con lo que puedas divertirte haciendo piruetas. Esa es la filosofía de la Ruina: aunque la uses para ir a trabajar o a comprar el pan, vas a divertirte con ella”.
Fenómeno viral
Algo tendrá el proyecto Ruina que, además de vender bicis, enamora a miles de seguidores en redes, que no solo ven, preguntan y comentan sus vídeos sino que también piden instrucciones para fabricar su propia bici (cosa que Cesar y Miracle no solo permiten, sino que fomentan). “Pensábamos que eso de explicar una bici era cosa de influencers”, recuerda César, “pero cuando me atreví a dar la cara para hablar de Ruina a la gente le gustó mucho.
"Los haters disfrutan viendo cómo alguien se estrella lanzando el enésimo producto fracasado, mientras que los creyentes apuestan por alguien que lanza algo tan personal. Los primeros nos dicen que la bici parece hecha por un niño de cinco años, pero la realidad es que tiene mucha ingeniería detrás y una geometría y un diseño que los expertos han apreciado y valorado”.
A tope en Ciclosferia
Sí: Ruina Bike estará en nuestra feria de Valencia como Crazy Partner. Así que podrás conocer a sus creadores, descubrir todo el proceso de fabricación, probar sus bicis y hasta llevarte una Ruina en nuestra habitual Ciclotómbola.
Y algo más: podrás participar en el Concurso de Caballitos Ruina Bike que estamos preparando con César: ¡Permanece muy atento a las redes sociales de Ruina y Ciclosfera porque será algo muy especial y divertido!
