Porque una máquina como la Specialized Turbo Vado SL es eso: una decidida apuesta por una nueva forma de vida. Una forma de vida en la que recorrer cualquier distancia de forma veloz, sostenible, saludable y divertida. Una forma de vida en la que olvidarnos de atascos, problemas de aparcamiento y sedentarismo. Una forma de vida en la que cada viaje, cada trayecto, no sea solo un desplazamiento, sino también una experiencia, un declaración de intenciones. Un placer.
Porque máquinas como la Specialized Turbo Vado SL evidencian la importancia que deben tener las bicicletas en general, y las eléctricas en particular. Vehículos que se transformen en símbolos, en la muestra más indiscutible de que conceptos como ahorro, eficiencia, practicidad y placer pueden, y deben, ser cien por cien compatibles.
Una imagen vale más que mil palabras, y la Specialized Turbo Vado SL es, claramente, una belleza. Pero todavía lo es más después de usarla, descubrirla, probarla. Eso es lo que llevamos haciendo desde hace semanas sobre una Specialized Turbo Vado SL 5.0 EQ. Estas son nuestras palabras. Estas son nuestras verdades.
¿Qué hay de nuevo, viejo?
Aunque la Turbo Vado SL se haya lanzado hace apenas tres semanas (tuvimos el honor de presentarla, en exclusiva y a nivel mundial, en nuestro reciente festival Ciclosferia), no es una recién llegada. Pertenece a la familia de las Specialized Turbo Vado, gama de e-bikes orientadas a un uso urbano pero con un enfoque deportivo, a diferencia de las Turbo Como, concebidas más como bicicletas “de paseo” donde prima la comodidad. Como dice el eslogan de la marca, con una Specialized Turbo (bici de pedaleo asistido) “Eres tú, pero más rápido”. Máquinas que nos permiten pedalear a un ritmo frenético por la ciudad, multiplicando así muchas de las ventajas de desplazarnos en bicicleta.
La Turbo Vado SL supone, sobre todo, una convencida apuesta por la ligereza
Respecto a sus hermanas y antecesoras la Turbo Vado SL supone, sobre todo, una convencida apuesta por la ligereza. De ahí su nuevo apellido, esas siglas SL cuyo significado es Super Light. Una Súper Ligereza que no se queda en definición ‘marketiniana’: la Turbo Vado SL 5.0 EQ que estamos probando pesa apenas 15 kilos (en concreto, 14,9kg), casi siete kilos y medio menos que una Turbo Vado y que gran parte de las e-bikes similares. Una reducción de casi el 33% de su peso, lo que propicia una máquina muy distinta.
Distinta… en todo. Porque ese (muy) inferior peso transforma a la Turbo Vado SL en una bicicleta mucho más parecida a una bici convencional. Parecida por comportamiento. Dinamismo. Inercias. parecida, sobre todo, por manejabilidad y comodidad, términos muy relevantes en el ámbito urbano. Porque cualquiera que se mueva en bici por ciudad sabe lo que ese ahorro de peso supone al enfrentarnos a escaleras, introducirnos con la bici en otro medio de transporte, meterla en un ascensor o incluso candarla. Es en esas situaciones cotidianas, especialmente, cuando se agradece la espectacular “dieta” a la que Specialized ha sometido a su bicicleta, y que propicia un modelo mucho transportable, cómodo y polivalente.
Otro corazón
Al hablar de una bicicleta de pedaleo asistido es obligado empezar hablando de su motor. En este caso se trata del Specialized SL 1.1, ya visto en modelos de última generación como la Turbo Creo SL (carretera) o la Turbo Levo SL (MTB). Un motor muy distinto al visto hasta ahora en las Turbo Vado, especialmente en lo que respecta al peso, que ahora es de 1,95kg frente a los 3,4kg anteriores. Una diferencia abismal, que también se refleja en un tamaño muy inferior que ha permitido diseñar una bicicleta mucho más “fina” y, por extensión, con una estética mucho más cercana a la de una bicicleta “muscular”.
Aunque luego hablaremos del comportamiento, dicha reducción del tamaño y peso del motor implica también unas menores prestaciones. Si el anterior motor 1.3 (todavía usado en las Turbo Vado) entregaba una potencia máxima de 560 watts, con un torque máximo de 90NM, el nuevo SL 1.1 se “queda” en 240watts con 35NM de torque. ¿Qué significa eso? Sí, menos potencia. Pero sobre todo un comportamiento y una filosofía completamente distintos. Ni mejor ni peor. O sí, me voy a atrever: mucho mejores.
La ubicación del motor, en la parte inferior del centro del cuadro, implica un excelente reparto de pesos con un bajísimo centro de gravedad. La batería, “escondida” en la barra descendente del cuadro, también ha sido sometida a dieta. Su capacidad de almacenaje es también inferior (de los 500Wh ó 700Wh hemos pasado a 320Wh) lo que paradójicamente implica… ¡una mayor autonomía! ¿El milagro? La tan repetida reducción de peso (“acarrear” menos kilos siempre exige una menor energía) y una entrega de potencia más sutil y eficiente, que, como en cualquier otra e-bike (no speed e-bike) se corta al alcanzar los 25km/h. Conclusión: una autonomía de hasta 130 kilómetros (que puede llegar a ser de 195 kilómetros si compramos una segunda batería adicional) y un tiempo de carga muy rápido (en menos de tres horas podemos recargar la batería al 100%.
Empecé a rodar con la Turbo Vado SL sin descargarme la aplicación Mission Control (que permite gestionar y personalizar el rendimiento del sistema eléctrico, y que también es novedad en la familia Vado), por lo que no sé con exactitud los kilómetros recorridos. Pero sí sé que, el primer día, me lancé a pedalear (dentro de los límites impuestos por el confinamiento) hasta quedarme sin batería (considerando que venía con algo menos de la mitad de la carga y que usé la asistencia al máximo, calculo que recorrería unos 40-45 kilómetros). He de decir que, creo que por primera vez en una e-bike, no me supuso un drama: el comportamiento, ligereza y poca fricción de la Vado SL me permitieron rodar hasta casa con bastante normalidad, casi como en una bicicleta convencional.
Último apunte en este sentido: la batería auxiliar, bautizada como ‘SL Range-Extender Battery’. No venía con la unidad a mi disposición, pero por lo que veo en la web de la marca tiene el tamaño y la estética de un bidón, con una capacidad de carga de 160Wh (exactamente la mitad que la batería principal), un indicador de carga con tres niveles y un precio de 369,90€. ¿Su ventaja? Permite transformar los 130 kilómetros de autonomía en casi 200.
Asistencia… La justa
Además de su irresistible estética (ese negro degradado que se transforma en azul, exclusivo de la versión tope de gama), una de las cosas más llamativas de la Turbo Vado SL es su particular entrega de potencia. De algún modo, la definirla como “la menos eléctrica de las eléctricas” que he probado, porque exige al ciclista que se aplique en el pedaleo. Para empezar, decir que solo hay tres rangos de asistencia. El primer nivel (llamado ECO) es muy suave, entregando un 35% de la potencia máxima. El nivel intermedio (TRAIL, 60%) es más que suficiente en casi todas las circunstancias. Y el máximo (TURBO, 100% de la asistencia disponible), directamente… Nos transforma en una máquina de devorar kilómetros. Dichos niveles de asistencia pueden controlarse de dos formas: con el clásico pulsador (+/-) en la parte izquierda del manillar o con un bonito botón, iluminado de azul, en la zona superior del cuadro, justo encima de las barras también luminosas que indican la carga de la batería (en una de las zonas más logradas estéticamente de una bici logradísima). En el manillar, junto al mencionado pulsador +/-, también hay un botón con la ’S’ del logo de Specialized, que automáticamente nos entrega la máxima asistencia posible.
Olvídate del clásico “empujón” de otras e-bikes, y prepárate para pedalear
Dicha asistencia es, por definirla de algún modo… suave. Olvídate de la clásica sensación de “empujón”, “acelerón”, “patada” o como quieras llamarlo de otras eléctricas. Y ríete de los que sigan insistiendo en que “eso no es una bici, es una moto”. Prepárate para pedalear. Porque la Specialized exige la participación activa de su jinete, tanto por su geometría deportiva como por su inherente agilidad y, claro, por la gestión de ese motor, que hace real el mencionado lema de “eres tú, pero más rápido”. La Vado SL transmite la idea de que, efectivamente, son tus piernas las que empujan. Y serán los 240watts (o los que le pidas) los que, a la postre, marcarán la diferencia con una bici “normal”.
Componentes: el equilibrio
Vaya por delante: la bicicleta de la que estamos hablando cuesta 4.199€ (aunque hay dos opciones más baratas y menos equipadas). Mucho de ese presupuesto, por supuesto, se dedica a uno de los sistemas eléctricos más refinados del mercado. ¿Y el resto? A construir una bicicleta excelente. El cuadro, de aluminio, es más que adecuado para las necesidades de un urbanita exigente. Ojo, punto fuerte: la horquilla de carbono equipa el sistema Future Shock 1.5, un amortiguador muy eficaz a la hora de suavizar irregularidades bajo cualquier circunstancia, todavía más notorio al salirnos del asfalto y aventurarnos por pistas no demasiado complejas (donde la Turbo Vado SL ofrece un comportamiento sorprendentemente divertido, deportivo y seguro). Dicho sistema Future Shock 1.5 es, eso sí, exclusivo del tope de gama SL 5.0 EQ). Los frenos en este nivel de equipamiento son los irreprochables Tektro HD-R510 de disco hidráulico. El cambio Shimano SLX con desviador XT, de doce velocidades, invita a un uso constante, no da el más mínimo error y permite exprimir las cualidades deportivas de la bicicleta. Y el resto… Calidad, ligereza y equilibrio. Llantas DT Swiss R500, neumáticos Nimbus II Sport Reflect… Mejor pasar por la web de Specialized y consultar el largo listado técnico. Un conjunto acorde al elevadísimo nivel general y que nos permite rodar, desde el primer minuto, con confort, seguridad y diversión absolutos.
Por último, cabe hablar del equipamiento. La Specialized Turbo Vado SL 5.0 EQ viene con todo lo que se le puede pedir a una buena bicicleta urbana. Pata de cabra para evitar caídas accidentales y no tener que apoyar (y quizá rayar) nuestra preciosa montura. Un transportín trasero capaz de cargar hasta 15kg, y en el que para algún que otro desplazamiento he acoplado unas alforjas para disparar la practicidad del conjunto. Y unas luces frontales y traseras Lezyne de 310 y 11 lúmenes, respectivamente, perfectamente integradas y más que suficientes para el tráfico nocturno.
Balance final
Tras tres semanas de uso muy, muy intensivo, solo caben halagos para esta bicicleta. Las altas expectativas se han visto, una a una, satisfechas. La Specialized Turbo Vado SL 5.0 EQ transmite calidad por los cuatro costados: desde el maletín que la acompaña, con las instrucciones y el cargador, hasta el último de sus detalles. Todo nos hace sentir que estamos frente a una bicicleta top. El hecho de, nada más empezar a usarla, sentir que estamos a los mandos de “algo nuevo y diferente” es muy estimulante. Y también cierto: por comportamiento, sensaciones, tacto y practicidad, la Vado SL pertenece (o mejor dicho, crea) una nueva categoría. La de las e-bikes de la era pos-covid19. Las de la movilidad urgente, inmediata, futura.
Asume que, en una Turbo Vado SL, cada desplazamiento será una inyección de optimismo
¿El precio? Insisto: el del modelo probado es de 4.199€. A muchos les parecerá altísimo, pero para alguien que vaya a usarla los 365 días del año, que quiera disfrutar de cada metro surcado en muy diferentes terrenos y que quiera usar, casi sin parar, una bici insuperable, le parecerá razonable. Porque todos los argumentos que solemos esgrimir para defender la compra de una bicicleta son válidos también para la Specialized Turbo Vado SL 5.0 EQ. Pon en la balanza el dinero que te ahorrarás respecto a otros medios de transporte. Piensa que no necesitarás gimnasio ni, probablemente, ningún otro deporte para mantenerte en forma. Asume que cada desplazamiento será una inyección de optimismo. Apuesta porque cambiará tu vida. Con todo eso, y muchísimas más cosas… ¿sigue pareciéndote tan cara?