Si decimos que las Brompton son una de nuestras debilidades no descubrimos nada nuevo… Lo hemos contado miles de veces, pero aquí va una vez más: el origen de Ciclosfera está muy ligado a esta marca de plegables inglesa, ya que fue sobre una de ellas, hace más de 11 años, cuando decidimos crear la revista.
Por eso vamos a hablarte de esta Brompton: en concreto, de la Electric C Line, un modelo que reúne todas las virtudes de cualquier plegable Brompton pero que le suma la asistencia de un pequeño eléctrico.
No exagero: en mi casa hay dos Brompton convencionales y he hecho miles de kilómetros con ellas, por lo que me considero un experto en la materia. Pero es la primera vez que uso con regularidad la Brompton eléctrica, así que este es uno de los vídeos que más ganas tengo de hacer: un BiciTest para RACC HolaBICI de la Brompton eléctrica. Por cierto, echa un vistazo y piensa muy mucho unirte a RACC HolaBICI porque está lleno de ventajas.
Un poco de historia
Para los recién llegados a esto del ciclismo urbano, es obligatorio presentar un poco la Brompton. Y lo voy a hacer acompañado por algo muy especial: esta es mi Brompton, que llevo usando desde 2010. Fue la primera bicicleta con la que me moví con regularidad por la ciudad, con ella me hice ciclista urbano y, gracias a ella, me entusiasmé tanto con esta forma de movilidad que un tiempo después decidí crear la que ahora es la gran revista en castellano de ciclismo urbano. Te quiero mucho, Brompton, aunque no te haya puesto nombre nunca, y no pienso separarme jamás de ti.
¿Quieres saberlo todo sobre ciclismo urbano? Regístrate gratis en RACC HolaBICI y tendrás consejos, actualidad y muchas más cosas en torno a la bicicleta.
O sí… Porque no te pongas celosa, pero voy a pedirte que nos demos tiempo. Estoy en la crisis de la mediana edad, y ya sabes lo que nos pasa a algunos: tengo necesidad de cambiarte por una más joven. Una muy parecida a ti, pero recién salida del horno. Y muy importante: con asistencia eléctrica. Para darle un nuevo impulso a mis piernas y sentir que, de golpe, me quito un montón de años de encima.
Como somos gente moderna, voy a presentaros: Brompton M6L negra, de 2010, te presento a la Brompton Electric C-Line Explore color Flame Lacquer. La de 2010 me costó, por aquel entonces, unos 1.000 euros, si mal no recuerdo, y el modelo equivalente ahora mismo sale por unos 1.620 euros. ¿Sabéis lo mejor? Que, poniéndola a punto y dándole una capa de pintura, quizá podría vender la mía y recuperar lo que invertí en su momento por ella, porque estas bicicletas son tan buenas que apenas se deprecian con el paso del tiempo.
¿Y la eléctrica? Pues esta unidad, con esta bolsa delantera y algún que otro equipamiento adicional, sale por 3.760€. Considerando que, fácilmente, vas a usarla a diario durante los próximos cinco años, te va a costar unos dos euros al día. Pero de eso vamos a hablar después.
Visualmente
Porque lo primero, para qué negarlo, es el físico. Y al menos para mi gusto, esta bicicleta es preciosa. Al igual que pasa con un Porsche 911 en el mundo del automóvil, o una Vespa entre las motos, el diseño de la Brompton apenas ha cambiado desde que, en 1975, el inglés Andrew Ritchie creó el primer prototipo, cuyas formas eran casi iguales a esta.
El manillar de esta unidad tiene la forma clásica en U. La parte delantera es donde encontramos más cambios por tratarse de una eléctrica, ya que tiene este soporte para enganchar la batería (nada nuevo, ya que es cómo se enganchan también las alforjas en las Brompton convencionales) y, sobre todo, el motor en el buje de la rueda delantera. El cuadro es inconfundible, con esta curvatura que da ganas de acariciar y resulta perfecta para subir y bajar incluso en marcha. Y, en la parte trasera, el esquema habitual, en esta unidad con la tija del sillín extensible para los más altos y, aquí, estas ruedas que permiten llevarla como un troley cuando está doblada.
En una Brompton, el proceso de plegado y desplegado es algo parecido a una revelación. Y, por suerte, en esta versión eléctrica no hay absolutamente ningún cambio.
¿He dicho doblada? Sí: este es el momento casi mágico, la revelación, de ver cómo se dobla la Brompton. Si no lo has hecho nunca, te parecerá que estoy haciendo algo enrevesado, que requiere de años de práctica, pero te lo aseguro… Es al revés. Es tan fácil que hasta yo puedo hacerlo. Y esa sencillez, esa velocidad, es clave, porque si tienes una Brompton vas a plegarla y desplegarla muchas veces, y en todo tipo de circunstancias: a toda velocidad para subirte a un autobús o un tren, con prisas para meterla en un coche… Sí: en esto, y que me perdonen todas las demás marcas, la Brompton sigue siendo imbatible. Por la sencillez. Por la velocidad. Y porque, plegada, la bici (también en esta versión eléctrica) tiene un tamaño increíble: 64 centímetros de alta, 56 de ancha y 27 de profundidad. Y esto, claro, me lleva a cinco cosas que nos encantan de esta Brompton Electric C-Line Explore.
Cinco cosas que nos encantan de la Brompton Electric C Line
1. El plegado sigue siendo el mejor del mercado. Según parece, el récord de plegado actual lo tiene un suizo en 5.19 segundos, mientras que el de plegado y desplegado está en poco más de 21 segundos.
2. Me puedo imaginar los quebraderos de los ingenieros de Brompton cuando empezaron a desarrollar el primer prototipo eléctrico. ¿Dónde poner el motor? ¿Y la batería? ¿Con display o sin display? Viendo el resultado, es obvio que priorizaron el conservar las virtudes que hacen a esta bici única, y decidieron ser conservadores. Y en este caso, lo celebro.
3. Para mucha gente, decir “Motor en el buje delantero” es sinónimo de bicicletas de calidad discutible. Sin embargo, el motor de esta Brompton da un rendimiento sorprendente: quizá es porque la bicicleta apenas pesa 17,4 kilos en total, con batería incluida, pero la respuesta es muy buena y ágil. ¡Y eso es exactamente lo que esperas de una bicicleta absolutamente urbana, que sea muy ágil!
4. Aunque algunos la miran con cierta superioridad, debido a sus pequeñas ruedas de 16 pulgadas, lo cierto es que la Brompton es una bicicleta muy dinámica y divertida de llevar, con la que puedes ir muy rápido y que, gracias a su pequeñísima distancia de ejes y buen cuadro, transmite bastante deportividad. Todas esas virtudes se conservan en este modelo eléctrico, e incluso se potencian gracias a la alegría que le aporta la asistencia eléctrica.
5. Pese a su complejidad y sofisticación mecánica, la Brompton siempre transmite sencillez, y es una bicicleta que parece pensada para gente que no se movía en bicicleta. Esta versión eléctrica también huye de sofisticaciones, y tiene toda la información en el lomo de la batería, a través de unas sencillas y llamativas luces azules LED. Eso permite que el manillar, cuyo diseño es clave en el buen plegado, no se haya alterado, aunque tiene el único inconveniente de que si queremos cambiar la asistencia en movimiento, no nos queda nada bien, y tendremos que quitar una mano del manillar con el consiguiente riesgo que eso implica.
Asistencia eléctrica
Como os decía antes, una de las grandes bazas de esta e-bike es la buena respuesta del motor, que está a la altura del refinamiento que uno espera de una bici de este precio y el logo de Brompton en el cuadro. Es muy silencioso pero capaz, da una respuesta inmediata y bastante natural y la asistencia es más que suficiente para moverte a un ritmo muy alto por la ciudad, con un torque que, aunque la marca no dé cifras oficiales, debe rondar los 40 Newtons metro, una cifra no muy alta pero que se ve compensada por la ligereza del conjunto. Además, no tiene escobillas (lo que permite que no roce cuando lo tienes apagado, haciendo así el pedalear igual de fluido que en una bici normal) y está conectado sin cables molestos a la batería.
Los ingenieros de Brompton han tomado, en mi opinión, la mejor decisión posible: respetar la estructura original y "sacar" la batería al exterior.
La batería… Podría haber sido revolucionaria y haber estado metida en el cuadro, lo que habría sido genial a nivel estético pero habría hecho mucho más pesada e incómoda de manejar plegada. O haberla situado en un transportín trasero, lo que habría sido desastroso para el plegado o, claro, la estética de la bici. Así que los ingenieros de Brompton decidieron situarla aquí, “camuflada” en una cesta con asa, lo que permite que la bici no pese mucho más cuando está plegada (14,5 kilos, unos 3 ó 4 kilos más que una Brompton más normal) ya que la llevamos en la otra mano, y le da un cierto complemento de utilidad, sobre todo si usamos una cesta como esta bolsa City, que nos permite 20 litros de capacidad adicional.
Sobre la Brompton
En marcha, la Brompton eléctrica va igual de bien que cualquier otra Brompton, aunque por supuesto en cuanto lleguen los desniveles las dejarás a todas detrás. La autonomía, según la marca, está entre los 30 y los 70 kilómetros, y en este modelo, con seis marchas, puedes ir jugando con la asistencia y los cambios para llevar un ritmo muy alto y, desde luego, no aburrirte.
La Brompton eléctrica es igual de ágil y divertida que cualquier otra Brompton. ¡O más, gracias a la asistencia eléctrica!
Aunque sencillos, los frenos son impecables, el cambio de buje interno funciona de maravilla (y es muy útil para cambiar en parado al salir, por ejemplo, de un cruce o un semáforo), y los neumáticos (unos Schwalbe Marathon Racer) son perfectos para rodar con seguridad y un agarre notable. En resumen que, además de bonita y práctica, la Brompton es un juguete del que no te vas a cansar jamás.
Veredicto
Con un precio de 3.760€, ¿Deberías apretar el botón ECO y pasar completamente de ella, el botón TOUR para tenerla en tu lista de opciones, el SPORT para pensártelo mucho, mucho, o el TURBO para ir corriendo inmediatamente a por ella?
Si has tomado la decisión de moverte en bicicleta eléctrica, quieres la mejor plegable y no te importa hacer una inversión que, en todo caso, vas a amortizar, no lo dudes: aprieta el botón TURBO y vete corriendo a por ella.