La congestión del tráfico es uno de los princiaples problemas de Calcuta. Curiosamente, las autoridades han decidido prohibir la circulación de bicicletas -incluído cualquier vehículo de dos o más ruedas ruedas no motorizado- en 174 de sus calles principales.
Con esta drástica medida se pretende, paradójicamente, solventar los frecuentes atascos y los problemas derivados de la densa y caótica circulación. “El tráfico avanza lento y no hay suficiente espacio para todos; las bicicletas son muy lentas”, se justificó el responsable de la policía de tráfico, Dilip Kumar Adak, según la agencia de prensa alemana DPA. Esta medida no ha gustado en absoluto entre sus habitantes, la mayoría de los cuales dependen de la bicicleta como su medio de vida y no pueden pagar ni siquiera el transporte público. “Esa gente no tiene otra elección. No pueden renunciar a su bicicleta, es su modo de vida”, asegura Ekta Kothari, de la asociación civil Cycle Satyagraha. La gran presión por parte de diversas asociaciones ciclistas -que representan el descontento de la mayoría de la población-, al igual que otras organizaciones y medios de comunicación internacionales, han conseguido que el Ministerio advierta seriamente a Calcuta para retirar esta medida contraproducente y altamente perjudicial para la sociedad y el medioambiente. “La falta de conciencia acerca de un sistema de transporte sostenible y el desprecio a las necesidades de los usuarios y sus derechos refleja un enfoque insensible al tratamiento de los problemas sobre transporte urbano”, afirmaba el secretario de Desarrollo Urbano de la Unión, Sudhir Krishna, en un carta a la Policia de Calcuta, según recogió el diario Times of India.