“París puede funcionar sin coches”. Con estas contundentes palabras, extraídas de una entrevista al diario Le Parisien, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha dejado muy claras sus intenciones. La capital francesa quiere tomarse en serio su lucha contra la contaminación, y ayer dio el primer paso en la dirección correcta.
Desde este domingo pasado, el tráfico motorizado queda completamente cerrado ese día de la semana en algunas de las zonas más turísticas y emblemáticas de París. Las inmediaciones de la Torre Eiffel o los Campos Elíseos quedarán cerradas al tráfico todos los domingos de 11 a 18 h, con las excepciones de taxis, autobuses y vehículos de emergencia.
Señales de alarma
La medida se enmarca en la celebración, en la propia París, de la Conferencia Mundial del Clima de Naciones Unidas, en la que las naciones tratarán de lograr un acuerdo mundial para luchar contra el cambio climático. Una cita clave para el futuro del planeta, y que ha servido de excusa para poner sobre la mesa el grave problema de contaminación que sufre la capital francesa.
Hidalgo, que nació en la localidad gaditana de San Fernando, se ha propuesto que para 2020 se prohíba circular a todos los vehículos diesel fabricados antes de 2011. El pasado mes de marzo, cuando la Torre Eiffel quedó oculta por el manto de contaminación, se permitió el uso gratuito de metro y autobuses y se comenzaron a introducor restricciones a la circulación que han culminado con esta medida, acogida con gran éxito por parte de los parisinos.