¿En qué situación está ahora mismo oBike?
Tras casi un año funcionando en Singapur, nuestras bicicletas ya ruedan por ciudades como Londres, Munich, Rotterdam, Amsterdam o, desde el pasado 27 de septiembre, Madrid, y queremos estar también presentes en Barcelona, Málaga, Sevilla y Granada antes de final de año.
¿Cuáles fueron los pasos antes de implantar el sistema en Madrid, y por qué empezar en esta ciudad?
Madrid es la capital de España, el ayuntamiento local se mostró muy receptivo y la ciudad tiene, y exige una conciencia creciente hacia la movilidad sostenible. Así que primero hablamos con la Empresa Municipal de Transportes (EMT), y acordamos iniciar un test de implantación con 344 bicicletas en el centro de la ciudad. El sistema está muy probado en otros lugares, pero cada ciudad tiene sus propias exigencias, que necesitamos compartir con las autoridades locales.
Algunos critican la falta de regulación de estas propuestas.
Es cierto que en Madrid, al igual que en otras ciudades españolas, no hay una regulación específica para este tipo de actividades, pero desde oBike no pensamos hacer nada sin el beneplácito de las autoridades. Este sistema sólo debe traer beneficios para los ciudadanos, las autoridades y el proveedor, que en este caso es oBike, y no entra en la filosofía de la compañía no colaborar con el ayuntamiento. Cada paso será consensuado con ellos, y todos los datos generados por los usuarios y sus trayectos se pondrán a disposición de las autoridades locales, porque queremos que el sistema suponga un paso más en todo lo que respecta a la movilidad urbana y se use mucho más la bici.
“No hay una regulación específica, pero no pensamos hacer nada sin el beneplácito de las autoridades”
¿Cuál es, exactamente, el sistema propuesto por oBike?
Una solución pensada para las distancias cortas urbanas. Ofrecemos una bicicleta ideal, a nuestro entender, para recorrer entre 1 y 4 kilómetros de distancia, en casco urbano y en un recorrido, sobre todo, liso. Sabemos que Madrid no es totalmente lisa, y lo estamos considerando, imaginando que en un principio se usará más para ir del norte al sur, y no al revés. Precisamente por eso ya estamos desarrollando otro tipo de bicicleta, con soluciones más avanzadas y eléctricas.
¿Cómo cuadra la propuesta de oBike con sistemas como BiciMAD o Bicing, y no es incluso rival para otros sistemas de transporte público?
Pensamos que oBike es un plus, un aliado, un socio para lograr una movilidad urbana sostenible. Para nosotros no son rivales o competidores: aportamos una tecnología propia, soluciones como el GPS, código de barras o bluetooth, muy útiles para un público determinado, y muy compatibles con otras alternativas de transporte.
¿No puede surgir un problema si el sistema crece, si en vez de las 344 bicicletas que hay ahora mismo en Madrid hay más y se empiezan a dejar en espacio peatonal o aparcamientos públicos?
Ante esa posibilidad hay dos respuestas. La primera es más filosófica: queremos, y creemos, que los conductores son responsables, y que los propios usuarios entenderán que usar bien las bicicletas repercutirá en su propio beneficio. Si un usuario conduce y aparca mal, si no cuida la bicicleta, no sólo perjudica a la comunidad sino también a sí mismo. La segunda respuesta es práctica, y está implícita en nuestro propio sistema, que fomenta que los usuarios sean responsables y que, por supuesto, nos obligará a trasladar y mantener las bicicletas para que sean plenamente utilizables
¿Cómo se fomenta ese buen comportamiento de los usuarios?
Para darse de alta hay que pagar inicialmente 49 euros, que se van devolviendo según se vaya usando el sistema. El coste es de 0,5 euros por cada media hora de uso, y hay una política de premios y penalizaciones que fomenta la conducción y el uso responsables, en el que entra también en juego la participación y la valoración de cada usuario. Las normas están claras en la propia aplicación: se dan puntos si la bici se usa adecuadamente, si se informa de averías, si se denuncian malos estacionamientos, y se restan puntos si no se bloquea bien, si se pierde una bicicleta, si se desplaza ilegalmente… Esos créditos se acumulan en una bolsa que, después, permiten contar con un fondo económico para usar las propias bicis.
“Las normas están claras, y se dan y quitan puntos que permiten contar con un fondo económico para usar las bicis”
¿Cuántas bicicletas hay rodando, ahora mismo, en otras ciudades europeas?
En Munich o Amsterdam hay entre 1.000 y 2.500, aproximadamente. Son muchas bicis, y el sistema funciona con toda normalidad. Es verdad que el ciclista de esos países está más acostumbrado, que la cultura de la movilidad ciclista está muy extendida, y que no en lugares como Alemania no es ni entendible ni aceptable que una bici se deje mal aparcada o se use de forma irresponsable.
Pero en Madrid…
En las semanas que el sistema está activo hemos tenido muy pocas incidencias: dos en los primeros diez días, por ejemplo, y fueron otros usuarios los que nos avisaron. Creo que en España también será un éxito, tanto por la tecnología y fiabilidad del sistema y su tecnología como por lo implicación que se producirá en la comunidad de usuarios.
Mantenimiento, instalación, reubicación de bicicletas… ¿Cómo se hace rentable un sistema tan complejo?
Confiamos, mucho, en la fidelidad de esa comunidad, que los usuarios se acostumbren y compartan el sistema. Eso, en una primera fase, ya traerá ingresos. Y después, en fases posteriores, se introducirá publicidad en las bicicletas
¿Y los datos generados por los usuarios? ¿No se venderán?
No. Es una de las garantías básicas ante la comunidad y los ayuntamientos: no revenderemos los datos de los usuarios. Ni se contempla la posibilidad. Sólo facilitaremos los datos generados por los usuarios al ayuntamiento, en caso de que se nos pida esa información.
Ya por último… ¿qué ventajas aporta un sistema como oBike respecto al uso de una bicicleta propia o sistemas como BiciMAD o Bicing?
Hay un hecho fundamental: oBike no tiene que sustituir a nadie. Todos los sistemas son compatibles. Pero, por supuesto, creemos que nuestra solución tiene ventajas: para recorrer de uno a cuatro kilómetros por el casco urbano de una ciudad, probablemente, no hace falta una bicicleta propia, con la inversión y exigencias que eso implica. Lo mismo pasa con BiciMAD o Bicing: puedes usarlas siendo usuario de oBike, pero cuando uses nuestras bicicletas no tendrás que preocuparte de devolverla o recogerla en un punto concreto, sino donde mejor te venga.